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La mano del régimen sirio no se limita a actuar dentro del país, en donde los muertos ya llegan a 2 mil, según cifras del Observatorio de Derechos Humanos de Siria. The Wall Street Journal denunció que diplomáticos de ese país intimidan a expatriados sirios que hablan contra el régimen y que denuncian a Bashar al Assad por su salvaje represión contra los manifestantes.
Según el diario, cada vez que hace alguna declaración o denuncian alguna situación, sus familiares, la mayoría residentes en Damasco, comienzan a ser intimidados, amenazados y arrestados.
La Casa Blanca le dijo a WSJ que posee evidencias “creíbles” de que el régimen del presidente sirio emplea informes de sus embajadas para tomar como objetivos a los familiares de aquellos que viven en el exterior, en especial a los sirios-estadounidenses que participaron en protestas pacíficas en Estados Unidos.
El diario, citando entrevistas con seis sirios-estadounidenses, indicó que personal de la embajada sigue y fotografía a los manifestantes, y que diplomáticos sirios, incluyendo al embajador, han ido a comunidades árabes de la diáspora para denunciar a los disidentes como “traidores”.
“Ellos quieren intimidarnos donde quiera que estemos”, dijo al periódico el científico sirio-estadounidense Hazem Hallak, quien reside en Filadelfia. Hallak denunció que su hermano Sakner fue torturado y asesinado en mayo pasado por agentes del servicio de inteligencia de Siria tras haber regresado a su país luego de asistir a una conferencia en Estados Unidos.
Hallak explicó que agentes en la ciudad siria de Allepo intentaron obtener una lista de los activistas y funcionarios estadounidenses con quienes presuntamente Sakher se habría reunido durante su estadía en Estados Unidos, y que agentes sirios siguieron a su hermano mientras estuvo en este país. Añadió que su hermano no estaba involucrado en actividades contra el régimen sirio.
El periódico, citando a tres personas interrogadas por la policía federal estadounidense (FBI) en semanas recientes, también denunciaron que el embajador de Siria, Imad Mustapha, y personal de la embajada, están amenazando a los sirio-estadounidenses.
El Wall Street Journal cita varios incidentes de intimidación efectuados por funcionarios sirios contra disidentes residentes en Estados Unidos, así como en Europa y en países de América Latina.
Ofensiva terminada
Mientras se conocen estas denuncias, el Ministerio sirio del Interior aseguró que las fuerzas de seguridad, respaldadas por una unidad del Ejército, completaron su misión y acabaron con los “grupos terroristas armados” en el barrio de Al Raml, en la ciudad costera de Latakia.
El general de brigada Mohamed Hasan Al Ali señaló que la unidad militar comenzó la retirada de Al Raml tras acabar su misión, y añadió que “el vecindario se está recuperando y los ciudadanos están desarrollando su vida normal, que había sido enturbiada por las acciones de los grupos terroristas”, según la agencia oficial SANA.
El barrio Al Raml de Latakia fue objeto de bombardeos y disparos ininterrumpidos durante cuatro días, que causaron más de una treintena de muertos y obligaron a huir a miles de palestinos de un campo de refugiados, según activistas de la oposición.
Un grupo de periodistas internacionales, en una visita organizada por el régimen, aseguró haber asistido a la retirada de los militares y de vehículos blindados, mientras los medios locales difunden imágenes de la población cantando y sonriendo mientras los soldados se alejan.
Sin embargo, la cadena de televisión Al Yazira señaló que las fuerzas de seguridad permanecen en la periferia de Deir el Zor.