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Con la posesión de Barack Obama quedan atrás los días en que Colombia era la “niña mimada” de la Casa Blanca en América Latina. A partir de este martes comienza en Washington una nueva era dominada por los demócratas, que no son tan complacientes con el país como los republicanos.
La embajadora Carolina Barco está a la cabeza de esa transición y deberá encontrar la manera de conquistar el corazón de la nueva administración para que, sobre todo, la ayuda al Plan Colombia y la aprobación del TLC no se queden en el tintero.
¿Qué acercamientos ha buscado con la administración Obama?
El acercamiento con los demócratas, con el equipo de Barack Obama, viene de tiempo atrás. Siempre hemos mantenido una relación muy fluida y ahora hay mucha gente que viene desde la época de Bill Clinton que nos ha apoyado y ha estado muy interesada en Colombia. Tenemos amigos de vieja data.
¿Ya concretó reuniones con las fichas clave de su administración?
Sí, claro. El presidente Uribe llamó a Obama cuando lo eligieron como candidato y también como Presidente. Habló con Hillary Clinton, ya se reunió con el secretario de Defensa, Robert Gates, y el martes pasado, cuando recibió la Medalla de la Libertad en la Casa Blanca, tanto el canciller como yo tuvimos la oportunidad de hablar con el general Jim Jones, el nuevo jefe del Consejo de Seguridad. Ya acordamos una reunión para después del 20 de enero.
A propósito de la condecoración al Presidente, ¿cree que fue mal vista por los demócratas o pasó inadvertida?
No lo creo. Fue un reconocimiento a esa labor del presidente Uribe que se ha visto fortalecida con el apoyo del presidente Bush, pero sobre unas bases muy fuertes del presidente Clinton. Es importante ser agradecido, ser buenos amigos. Creo que se ha visto bien por ambos lados.
¿Aun cuando varios críticos afirmaron que ni Bush tiene autoridad para hablar de libertad ni Uribe para recibir premios con los escándalos de violación a los derechos humanos?
El primer derecho que tenemos todos es vivir una vida tranquila, sin temor al secuestro. Yo invito a los críticos a que visiten Colombia y conozcan lo que era antes y lo que es hoy. No quiero decir que no hay problemas, pero este Gobierno ha enfrentado una situación de violencia y de falta de control territorial que teníamos antes y eso es evidente.
Volvamos a Obama. ¿Cómo va a ser la estrategia que viene y en qué difiere de la anterior?
Es la misma estrategia de diálogo constante y de buscar proyectos de interés para ambos países. Habrá nuevas áreas que vamos a profundizar, por ejemplo en energía renovable. Colombia viene buscando esta alternativa con el etanol y el biodiésel, y encontramos en el gobierno de Obama un gran interés en ello. Además, por supuesto de los temas del Plan Colombia y lucha contra las drogas que seguiremos trabajando.
¿Cuándo fue la última vez que habló con Nancy Pelosi?
Con ella no hablo desde hace varios meses, pero sí con su equipo. En diciembre supe que estaban recibiendo muchas llamadas y comunicaciones a favor de los tratados, que teníamos muchos amigos. Seguiré acercándome a esos amigos que ya tenemos y a los 50 nuevos congresistas para que conozcan de primera mano los avances en Colombia y por qué el TLC es importante para los dos países.
¿Usted realmente cree que Obama le va a poner atención a América Latina?
Su prioridad será la situación de la economía americana. Y tiene unos temas que hay que atender inmediatamente, como la situación de Palestina, Irak y Afganistán. Pero sin duda mirará Latinoamérica.