Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Recomendado

                                      Contenido exclusivo

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Empleos

                                                                                                    Descuentos

                                                                                                      Idiomas

                                                                                                      Cursos y programas

                                                                                                        Más

                                                                                                        Cromos

                                                                                                          Vea

                                                                                                            Blogs

                                                                                                              Especiales

                                                                                                                Descarga la App

                                                                                                                  Edición Impresa

                                                                                                                    Suscripción

                                                                                                                      Eventos

                                                                                                                        Pauta con nosotros

                                                                                                                          Avisos judiciales

                                                                                                                            Preguntas Frecuentes

                                                                                                                              Contenido Patrocinado
                                                                                                                              13 de febrero de 2012 - 10:50 a. m.

                                                                                                                              Temor a acciones gadafistas en aniversario de la revolución libia

                                                                                                                              125.000 hombres armados forman cientos de milicias distintas que controlan el país.

                                                                                                                              Maite Rico, Bengasi / El País de España

                                                                                                                              "¡Mira esto!". Fahmi, comerciante, observa desconcertado la escuela para adultos en el barrio de Berka, en Bengasi. De un día para otro, una milicia ha tomado posesión del edificio por el procedimiento expeditivo de destruir el muro de la entrada. "Hacen lo que les da la gana. ¿Pero qué se han creído? ¿Un nuevo Ejército?".

                                                                                                                              Lo son, de hecho. Derribada la dictadura de Muamar el Gadafi después de una guerra de nueve meses y 30.000 muertos, en Libia reinan las milicias. Entre 100 y 300, según las fuentes. Más de 125.000 hombres armados. Con una policía diezmada e insignificante, y un Ejército debilitado ya por Gadafi -que creó sus propias fuerzas paramilitares- y luego machacado por la OTAN, estas milicias ciudadanas controlan la seguridad, pero actúan sin rendir cuentas y sin más límites que los que sus jefes -u otras milicias rivales- imponen. Son la principal garantía para la transición libia. Pero también la principal amenaza.

                                                                                                                              En Bengasi, cada atardecer, los zowar (revolucionarios), como prefieren llamarse, toman posiciones en los cruces y plazas de la ciudad
                                                                                                                              , con sus fusiles Kaláshnikov y camionetas con ametralladoras antiaéreas. A punto de cumplirse el primer aniversario de la revuelta, el próximo 17 de febrero, la capital del este de Libia, cuna de la rebelión, está en estado de alerta. Y no solo por los quintacolumnistas de Gadafi. Las nuevas autoridades, desgastadas por las divisiones internas y los permanentes cuestionamientos a su legitimidad, temen sobre todo las protestas de los ciudadanos, cada vez más impacientes ante la falta de resultados.

                                                                                                                              "Hemos encendido la luz roja. La gente tiene demandas, y hay quien puede usar esto para crear problemas", explica Suleimán, antes químico y hoy un dirigente de la Brigada 17 de Febrero. Ya el pasado diciembre hubo manifestaciones para exigir más transparencia y la sede del Consejo Nacional de Transición (CNT), una suerte de Gobierno interino, fue atacada con granadas.

                                                                                                                              En Bengasi, las principales milicias han constituido la Unión de Fuerzas Revolucionarias, que agrupa a 12.000 hombres repartidos en unas 40 katibas, o brigadas, del este del país. La coalición ha prometido obediencia a las autoridades y se coordina con el Ejército y la policía. No faltan los grupos que van por libre, como la brigada islamista Libia al Hurra. El sábado, sin encomendarse a nadie, dinamitaron la estatua de Gamal Abdel Nasser, el líder panarabista egipcio admirado por Gadafi. Pese a todo, las armas y los tiroteos han desaparecido de las calles.

                                                                                                                              "En Bengasi las cosas marchan más o menos bien. Pero Trípoli es un desastre", comenta el general Aden ben Omran
                                                                                                                              . Las milicias que liberaron la capital, llegadas de otras poblaciones, han impuesto la ley de la selva. Los choques entre las poderosas brigadas de Misrata y las de Zintan (que controlan el aeropuerto) han sido frecuentes en los últimos meses. El pillaje y los robos han hartado a la población, que exige, en vano, la retirada de los grupos armados.

                                                                                                                              Los enfrentamientos se suceden también en las Montañas Occidentales.
                                                                                                                              En un juego de equilibrios políticos, visto con recelo desde Bengasi, el Gobierno provisional ha nombrado al frente de Defensa e Interior a jefes milicianos de Zintan y Misrata, respectivamente. "Desarmar las milicias va a ser un problema. Hace falta un plan para integrarlas en el Ejército y la policía, y someterlas a disciplina", señala el general Ben Omran. "Pero el Gobierno interino no tiene margen de maniobra".

                                                                                                                              Además del mercado negro y de los arsenales gadafistas, las milicias han encontrado otras vías para pertrecharse. "Catar envía armas a grupos de Bengasi y Trípoli, sobre todo a los islamistas. Actúa de espaldas al CNT", afirma Ben Omran. Las milicias protegen el 85% de las refinerías y los campos petroleros del país, que cuenta con las primeras reservas de África. Actúan además como policía política y policía judicial, investigan y detienen, y controlan unos 60 centros donde malviven alrededor de 8.500 prisioneros, según cálculos de la ONU. Las denuncias por torturas se multiplican. El propio Saif al Islam, hijo y heredero de Gadafi, está en manos de la gente de Zintan, lo que da a ese grupo un poder inusitado.

                                                                                                                              De momento, ninguna milicia está dispuesta a dejar las armas. Pelearon con arrojo contra el régimen, pusieron los muertos y quieren garantizar que no hay marcha atrás. "Protegemos a este país y a su Gobierno. Si nos retiramos, la gente de Gadafi regresará. Hay grupos muy activos en el sur, en la frontera con Níger y Argelia", explica Abduljawal el Badin, que pasó varios años en las cárceles gadafistas y hoy dirige a los 3.000 hombres de la Brigada Omar Mojtar. "Mi fusil aún está caliente. Y lo volveré a usar si es necesario", afirma con orgullo.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              "¡Mira esto!". Fahmi, comerciante, observa desconcertado la escuela para adultos en el barrio de Berka, en Bengasi. De un día para otro, una milicia ha tomado posesión del edificio por el procedimiento expeditivo de destruir el muro de la entrada. "Hacen lo que les da la gana. ¿Pero qué se han creído? ¿Un nuevo Ejército?".

                                                                                                                              Lo son, de hecho. Derribada la dictadura de Muamar el Gadafi después de una guerra de nueve meses y 30.000 muertos, en Libia reinan las milicias. Entre 100 y 300, según las fuentes. Más de 125.000 hombres armados. Con una policía diezmada e insignificante, y un Ejército debilitado ya por Gadafi -que creó sus propias fuerzas paramilitares- y luego machacado por la OTAN, estas milicias ciudadanas controlan la seguridad, pero actúan sin rendir cuentas y sin más límites que los que sus jefes -u otras milicias rivales- imponen. Son la principal garantía para la transición libia. Pero también la principal amenaza.

                                                                                                                              En Bengasi, cada atardecer, los zowar (revolucionarios), como prefieren llamarse, toman posiciones en los cruces y plazas de la ciudad
                                                                                                                              , con sus fusiles Kaláshnikov y camionetas con ametralladoras antiaéreas. A punto de cumplirse el primer aniversario de la revuelta, el próximo 17 de febrero, la capital del este de Libia, cuna de la rebelión, está en estado de alerta. Y no solo por los quintacolumnistas de Gadafi. Las nuevas autoridades, desgastadas por las divisiones internas y los permanentes cuestionamientos a su legitimidad, temen sobre todo las protestas de los ciudadanos, cada vez más impacientes ante la falta de resultados.

                                                                                                                              "Hemos encendido la luz roja. La gente tiene demandas, y hay quien puede usar esto para crear problemas", explica Suleimán, antes químico y hoy un dirigente de la Brigada 17 de Febrero. Ya el pasado diciembre hubo manifestaciones para exigir más transparencia y la sede del Consejo Nacional de Transición (CNT), una suerte de Gobierno interino, fue atacada con granadas.

                                                                                                                              En Bengasi, las principales milicias han constituido la Unión de Fuerzas Revolucionarias, que agrupa a 12.000 hombres repartidos en unas 40 katibas, o brigadas, del este del país. La coalición ha prometido obediencia a las autoridades y se coordina con el Ejército y la policía. No faltan los grupos que van por libre, como la brigada islamista Libia al Hurra. El sábado, sin encomendarse a nadie, dinamitaron la estatua de Gamal Abdel Nasser, el líder panarabista egipcio admirado por Gadafi. Pese a todo, las armas y los tiroteos han desaparecido de las calles.

                                                                                                                              "En Bengasi las cosas marchan más o menos bien. Pero Trípoli es un desastre", comenta el general Aden ben Omran
                                                                                                                              . Las milicias que liberaron la capital, llegadas de otras poblaciones, han impuesto la ley de la selva. Los choques entre las poderosas brigadas de Misrata y las de Zintan (que controlan el aeropuerto) han sido frecuentes en los últimos meses. El pillaje y los robos han hartado a la población, que exige, en vano, la retirada de los grupos armados.

                                                                                                                              Los enfrentamientos se suceden también en las Montañas Occidentales.
                                                                                                                              En un juego de equilibrios políticos, visto con recelo desde Bengasi, el Gobierno provisional ha nombrado al frente de Defensa e Interior a jefes milicianos de Zintan y Misrata, respectivamente. "Desarmar las milicias va a ser un problema. Hace falta un plan para integrarlas en el Ejército y la policía, y someterlas a disciplina", señala el general Ben Omran. "Pero el Gobierno interino no tiene margen de maniobra".

                                                                                                                              Además del mercado negro y de los arsenales gadafistas, las milicias han encontrado otras vías para pertrecharse. "Catar envía armas a grupos de Bengasi y Trípoli, sobre todo a los islamistas. Actúa de espaldas al CNT", afirma Ben Omran. Las milicias protegen el 85% de las refinerías y los campos petroleros del país, que cuenta con las primeras reservas de África. Actúan además como policía política y policía judicial, investigan y detienen, y controlan unos 60 centros donde malviven alrededor de 8.500 prisioneros, según cálculos de la ONU. Las denuncias por torturas se multiplican. El propio Saif al Islam, hijo y heredero de Gadafi, está en manos de la gente de Zintan, lo que da a ese grupo un poder inusitado.

                                                                                                                              De momento, ninguna milicia está dispuesta a dejar las armas. Pelearon con arrojo contra el régimen, pusieron los muertos y quieren garantizar que no hay marcha atrás. "Protegemos a este país y a su Gobierno. Si nos retiramos, la gente de Gadafi regresará. Hay grupos muy activos en el sur, en la frontera con Níger y Argelia", explica Abduljawal el Badin, que pasó varios años en las cárceles gadafistas y hoy dirige a los 3.000 hombres de la Brigada Omar Mojtar. "Mi fusil aún está caliente. Y lo volveré a usar si es necesario", afirma con orgullo.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Por Maite Rico, Bengasi / El País de España

                                                                                                                              Ver todas las noticias
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
                                                                                                                              Aceptar