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La fiscalía federal de Manhattan pidió al juez de Nueva York que lleva este caso una condena a cadena perpetua para Shahzad, quien además admitió que planeaba cometer otros atentados en la ciudad.
Según los documentos de la fiscalía neoyorquina, Shahzad, un pakistaní de 30 años nacionalizado estadounidense, estaba "preparado para ejecutar nuevos ataques hasta que fuera capturado o abatido".
En los documentos preparados por la fiscalía en su demanda de sentencia se señala que Shahzad utilizó cámaras de vídeo accesibles vía internet "como parte de sus esfuerzos para lograr los máximos efectos letales de la bomba".
El procesado, según la fiscalía, buscó también un momento del día en que había gran cantidad de transeúntes en esa céntrica zona pues consideraba que "sería más fácil matar a peatones en la calle que a gente dentro de los coches".
La Fiscalía opinó que la sentencia adecuada para Shahzad es la cadena perpetua y explicó que, en el momento de su detención, Shahzad aseguró que pretendía matar "al menos a cuarenta personas" y que, "si no hubiera sido detenido, planeaba detonar una segunda bomba en Nueva York dos semanas más tarde".
Los fiscales también han señalado que "después de que su bomba fallara y fuera detenido, Shahzad nunca expresó ningún remordimiento ante su conducta. Durante sus entrevistas con las autoridades en los días posteriores a su arresto, habló con orgullo sobre lo que hacía y sus cómplices".
Shahzad se declaró culpable en junio pasado de haber colocado el pasado 1 de mayo en Times Square un automóvil con tres garrafas de propano y dos de gasolina, así como relojes con pilas, cables y material pirotécnico, que finalmente no estalló.
El pakistaní fue detenido dos días después del intento de atentado contra el corazón de la Gran Manzana, cuando ya se encontraba subido a un avión a punto de despegar desde Nueva York hacia Dubai.