Además de oficializar la creación de la anunciada fuerza de despliegue rápido en Europa del Este (principalmente en los estados bálticos de Estonia, Letonia y Lituania), la cumbre de la OTAN que finalizó ayer en gales (Reino Unido) sirvió para poner de acuerdo a varias potencias occidentales en su decisión de detener el avance de los militantes del Estado Islámico (EI) en Irak.
Bajo el auspicio de Estados Unidos, diez países aceptaron formar parte de una coalición para acabar con el EI en Irak, aunque esto no significa que habrá presencia de tropas extranjeras en territorio iraquí para luchar contra los islamistas. Los estados participantes en la coalición son EE.UU., Alemania, Francia, Canadá, Australia, Italia, Polonia, Dinamarca y Turquía, el único vecino inmediato de Irak y cuyo territorio presumiblemente será utilizado como la base para coordinar los esfuerzos militares contra los militantes del EI.
El sentido detrás de la coalición, en palabras de John Kerry, secretario de Estado estadounidense, es acabar por completo con el EI, una campaña que, advirtió, puede tomar varios años y depende no sólo de operaciones militares, sino de restringir el financiamiento y los esfuerzos de reclutamiento de la organización. La idea es recibir el beneplácito de la ONU, que a finales de este mes celebrará su Asamblea General, reunión anual en la cual también sesionará el Consejo de Seguridad de la organización. Con esta aceptación se busca ampliar la coalición para incluir países que puedan participar más directamente en el ataque contra el Estado Islámico.
Pero a pesar de las buenas intenciones, la coalición enfrenta un dilema fundamental en su propósito de acabar con el EI: sin ataques en Siria, territorio en donde posee posiciones fuertes, el grupo islamista siempre tendrá un lugar donde refugiarse, financiarse y reclutar personal para su lucha. Pero atacar al Estado Islámico en territorio sirio es, a la larga, ayudarle al régimen de Bashar al Asad, un objetivo que no parece nada deseable a los ojos de las potencias occidentales que apoyan el fin de los islamistas en Irak.
** Boko Haram
Boko Haram es un grupo islamista fundado en la ciudad nigeriana de Maiduguri en 2002. Desde 2009 montó una resistencia armada cuyos fines son, entre otros, la instauración de una visión extrema del islam y el rechazo de toda influencia occidental en el país africano. Hasta hoy, la organización (declarada terrorista por EE.UU.) hace presencia en los estados nigerianos de Yobe y Adamawa, además de Borno, región donde controla varias poblaciones en las que ha declarado la instauración de un califato, de la misma forma que el Estado Islámico lo hizo en Irak y Siria este año.
El grupo ganó aún más renombre internacional al secuestrar en una escuela de la población de Chibok a por lo menos 200 niñas cuyo paradero sigue siendo desconocido.
*** Al Shabab, terror en Somalia
Al Shabab es el nombre de la franquicia de Al Qaeda en Somalia, una de las naciones africanas más duramente golpeadas por el terrorismo islamista desatado por un grupo que lleva al menos una década atacando blancos en Somalia y países vecinos.
Fuerzas norteamericanas eliminaron esta semana, durante un ataque aéreo, a uno de los cofundadores de la organización, Ahmed Godane, el mayor golpe contra Al Shabab en varios años. Sin embargo, parece que el operativo no alterará significativamente las acciones del grupo, que ya había sufrido la pérdida de otro de sus líderes, Aden Hashi Ayro, quien murió en un ataque aéreo de Estados Unidos en 2008. Aun así, la organización continúa con su reinado de terror, que incluye el ataque a un centro comercial en Kenia en 2013.
*** Al Qaeda mira hacia India
Ayman al Zawahiri, líder de la organización terrorista Al Qaeda, anunció la creación de su franquicia en India mediante una aparición en video en la cual les pedía a los musulmanes de este país unirse a la “caravana de la yihad”.
En el video de casi una hora de duración, Al Zawahiri asegura que Al Qaeda en India será el portador global del mensaje de Osama bin Laden de unión de los “musulmanes del mundo en una yihad contra el enemigo y de liberación de las tierras ocupadas para instaurar el califato”.
Al Zawahiri también lanzó dardos contra el Estado Islámico, una organización terrorista rival que nació como una forma disidente de la rama siria de Al Qaeda, conocida como el Frente Al Nusra, y aseguró que la nueva formación terrorista en India no es un esfuerzo nuevo, sino el reflejo de dos años de trabajo en la unión de todos los grupos extremistas dispuestos a unirse a su llamado a la yihad.