El papa nombró este jueves a 14 cardenales de todos los continentes, incluidos un iraquí y un paquistaní que defienden los derechos de los católicos en tierras musulmanas, así como tres latinoamericanos. Entre ellos al primer cardenal indígena de Bolivia, Toribio Ticona, de 81 años y quien estaba jubilado. Es prelado emérito de Corocoro.
En caso de cónclave, 11 de ellos -los menores de 80 años- podrán participar en la elección del sucesor del papa argentino, que está creando poco a poco un colegio cardenalicio menos europeo, con unos miembros a menudo comprometidos con la paz y la justicia social.
Era lo ultimo que podía imaginar Ticona no sólo por su edad sino porque estaba retirado. “De una pobreza única... He sido limpiador de botas, vendedor de periódicos, ayudante de albañil, mecánico, minero, y también alcalde municipal, he sido obispo auxiliar, prelado de Corocoro, y ahora Dios mediante, cardenal de Bolivia”, dijo el prelado antes de viajar al Vaticano.
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Ticona es el tercer prelado de Bolivia nombrado por el Vatiano y el primer indígena. El prelado encarna la vocación de un "sacerdote servicial y humilde", expresó la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB) en un comunicado tras conocerse su nombramiento en mayo pasado.
Ticona nació el 25 de abril de 1937 en Atocha, un pequeño poblado minero situado en el departamento andino de Potosí (suroeste). Su padre, un excombatiente de la guerra del Chaco (1932-1935) librada entre Bolivia y Paraguay, murió cuando él era muy pequeño.
Durante su niñez, urgido por la situación económica de su familia, trabajó como lustracalzados y vendedor de periódicos. Durante su juventud estuvo permanente ligado al trabajo eclesial en la parroquia potosina de la Inmaculada Concepción, en la que conoció a un par de misioneros belgas que lo encauzaron a la vida sacerdotal y con los que fundó la Juventud Obrera Católica (JOC).
Ambos religiosos extranjeros solían llevar al joven Ticona a las misiones rurales en las que colaboró como monaguillo, campanero y traductor, por su conocimiento del idioma quechua.
Luego ingresó al seminario de Sucre, la capital constitucional de Bolivia, aunque una etapa de su formación la realizó en Chile, para ordenarse en 1967, a sus 30 años. Su círculo familiar recordó sus primeros años de sacerdocio como los de un cura "tercermundista", permanentemente vinculado a la labor pastoral con campesinos y mineros.
Corocoro es importante porque abarca una zona donde se sitúa la población de Patacamaya, a unos 100 kilómetros de La Paz, que es paso obligatorio de los movimientos sociales que resuelven marchar hacia la sede de Gobierno para reclamar atención a alguna demanda.
En ese contexto construyó una amistad con el presidente boliviano, Evo Morales, cuando este era solo dirigente de los cocaleros del trópico de Cochabamba, a quien en varias ocasiones otorgó comida y cobijo, según el relato del propio Ticona.
Tras conocer su designación como cardenal, el prelado marcó un enfoque distinto en la hasta ahora distante relación entre la jerarquía católica y el Gobierno de Morales. Ticona se ha definido como "amigo" del mandatario y, en declaraciones a los medios, mostró su simpatía con algunas medidas de su Administración, lo que le ha valido algunas críticas de la oposición política.
La relación entre Evo Morales y la Iglesia católica
El nombramiento del obispo Ticona como nuevo cardenal boliviano no ha logrado acercar del todo al Gobierno de Evo Morales y la jerarquía católica que aún mantienen visiones encontradas, sobre todo en asuntos políticos.En los últimos años, la relación entre la Iglesia católica y el Ejecutivo boliviano ha tenido episodios de críticas de los obispos al Gobierno de Morales en temas como la democracia, la administración de justicia y el narcotráfico, entre otros.
En declaraciones a Efe, el analista Carlos Cordero señaló que después de la muerte de Terrazas "se creyó" que las relaciones iban a mejorar, "pero no mejoraron".
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"Con la designación del cardenal Toribio las cosas están más frías y distantes", apuntó el especialista, que se definió como un católico comprometido y que además fue asesor del episcopado.
El analista y abogado Gonzalo Mendieta, que también se considera un católico practicante, señaló a Efe que desde el nombramiento de Ticona se vive un "nuevo momento" puesto que el Gobierno ha buscado "captar para sí" las simbología que emana de Ticona.
"Se puede ver lo importante que sigue siendo la Iglesia católica en el país (...) incluso se podría cuestionar cuán real es esa prédica laicisista (del Gobierno)", remarcó.
Bolivia se declaró Estado laico en la Constitución promulgada por Morales en 2009.
La relevancia del acontecimiento hizo que el presidente Evo Morales decida acompañar al nuevo cardenal en el consistorio que se celebra estos días en el Vaticano, donde el gobernante boliviano también sostendrá una audiencia con el papa.