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La exitosa operación militar contra Abu Bakr al Bagdadi que llevó a cabo el Ejército de Estados Unidos el fin de semana no salvó al presidente Donald Trump de recibir abucheos el domingo en el estadio Washington National Park, ubicado en la capital del país, donde se disponía a presenciar el quinto juego de la Serie Mundial entre el equipo local y los Astros de Houston. Una multitud de fanáticos de este deporte chifló y abucheó al mandatario cuando supieron que se encontraba en el recinto. Algunos espectadores más osados comenzaron a gritar “enciérrenlo”, cuando las cámaras lo enfocaron. Vea también: El 70% del mundo desconfía de Donald Trump
Mientras se escuchaban los abucheos, el mandatario sostuvo una sonrisa y levantó sus pulgares para conseguir el apoyo de sus seguidores. No se inmutó por el mal momento y continuó saludando al público. Pero el ruido no se detuvo. Los reproches a Trump solo se detuvieron cuando la imagen del presidente salió de las pantallas del estadio, pues las cámaras prefirieron enfocar a los soldados presentes en las tribunas. Un hecho llamativo fue la presencia de carteles “veteranos por el impeachment”, un movimiento de militares retirados que no están de acuerdo con la dirigencia del mandatario. Pese al mal recibimiento de los más de 40.000 aficionados, Trump se quedó a observar las siete entradas del juego en el que los Nacionales vencieron a los Astros 7-1. Tras este episodio, muchos se preguntan si el reciente escándalo de Ucrania ha deteriorado la popularidad del republicano que, antes de septiembre, ya presentaba una leve caída.