
El papa Francisco ante los fieles católicos el pasado domingo 9 de abril en la Plaza de San Pedro, en Roma. Al lado, la portada del nuevo libro sobre su vida.
Foto: AFP y Cortesía Penguin
Aparece la disputa entre conservadores y progresistas que se manifestó con fuerza durante el Concilio Vaticano II, precisamente porque procuró “poner al día” a la Iglesia, y en los años inmediatamente posteriores. ¿Aún no se terminaron de asimilar sus enseñanzas?
Lo primero que quiero decir es que al cumplirse 60 años del concilio (en 2022) afirmé que ni el progresismo que se adapta al mundo, ni el tradicionalismo o el involucionismo que añora un mundo pasado, son pruebas de amor, sino de infidelidad. Son egoísmos pelagianianos que...
Por Francesca Ambrogetti y Sergio Rubin * / Especial para El Espectador
Conoce más