Igor Konashenkov, portavoz del ministerio de Defensa de Rusia, confirmó que los misiles hipersónicos fueron enviados desde las aguas del mar Caspio y destruyeron un almacén de combustibles y lubricantes de las fuerzas armadas ucranianas cerca del asentamiento de Kostiantynivka, región de Mikolaiv, con los que pretendían suministrar gasolina a los vehículos ucranianos desplegados al sur de ese país.