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La opositora venezolana María Corina Machado, Premio Nobel de la Paz, hizo su primera aparición pública este miércoles desde el balcón de su hotel en Oslo, Noruega. Allí, luego de que se entonara el himno venezolano, la lideresa saludó a las cámaras y ofreció unas breves palabras a un grupo de venezolanos que la estaba esperando con ansias sobre las 2 de la mañana (hora local).
“Puedo confirmar que María Corina Machado llegó a Oslo y está en camino para venir aquí”, declaró el presidente del comité, Jørgen Watne Frydnes, a periodistas y partidarios congregados en el Grand Hotel, el lugar de alojamiento habitual de los galardonados con el nobel.
Machado no había sido vista en público durante cerca de 11 meses tras recibir amenazas. El jueves hablará con la prensa.
Viaje a Oslo
En el discurso leído el miércoles por su hija, Ana Corina Sosa Machado, la dirigente llamó a “luchar por la libertad”.
En la ceremonia de premiación, el presidente del Comité Noruego del Nobel dirigió un mensaje al gobernante venezolano.
“Señor Maduro: Debe aceptar los resultados electorales y renunciar a su cargo”, expresó Frydnes, interrumpido por el aplauso del público.
Sosa Machado recogió la medalla de oro y el diploma del premio, dotado con 1,2 millones de dólares. En primera fila, siguieron la ceremonia la madre de Machado, Corina Parisca, sus tres hermanas y otros dos hijos de la galardonada.
El discurso evocó “la lucha contra una dictadura brutal”, en la que “lo hemos intentado todo”.
Machado denunció los “crímenes de lesa humanidad, documentados por Naciones Unidas” y un “terrorismo de Estado, usado para enterrar la voluntad del pueblo”.
“Si queremos tener democracia, debemos estar dispuestos a luchar por la libertad”, sostuvo.
Desde octubre, cuando se anunció el premio, era un misterio la presencia en Oslo de Machado, a quien no se ve en público desde enero, cuando participó en una protesta en Caracas contra Maduro.
Decenas de venezolanos exiliados, aliados políticos de Machado y los presidentes de Argentina, Panamá, Ecuador y Paraguay viajaron a la capital noruega para la ceremonia.
Sin embargo, después de anunciar el sábado la presencia de la premiada, el Instituto Nobel informó que Machado no llegaría a tiempo debido a “un viaje en una situación de extremo peligro”.
No es la primera vez que un ganador del Nobel de la Paz no puede acudir a la entrega de los premios. Ya ocurrió con la iraní Narges Mohammadi (2023), el chino Liu Xiaobo (2010) o la birmana Aung San Suu Kyi (1991).
Se desconoce cómo la dirigente opositora consiguió salir de Venezuela y también cómo pretende volver al país.
“No me gustaría que fuera detenida, no estaría contento”, declaró este miércoles el presidente estadounidense Donald Trump ante preguntas de la prensa en la Casa Blanca.
Venezuela reacciona a la aparición de María Corina
Mientras en Oslo se vivía un ambiente festivo, con venezolanos intentando abrazar a “las Machado”, la hija y las hermanas de la laureada María Corina, en las calles cercanas a la Municipalidad, en Caracas la polarización se hacía evidente. Para unos, el reconocimiento internacional es un motivo de orgullo.
“Está muy bien que haya recibido ese premio, porque es venezolana”, dijo Alirio Villegas, jubilado de 78 años, quien aun así expresó dudas sobre su retorno: “Está difícil que vuelva… pero tiene que volver”, agregó.
Para otros, el premio es una afrenta. El chavismo convocó una marcha para desestimar la ceremonia, descrita por la vicepresidenta Delcy Rodríguez como “un velorio” y “un fracaso total”.
El fiscal general, Tarek William Saab, advirtió semanas atrás que si Machado salía del país sería considerada “prófuga” debido a las investigaciones penales en su contra. Algunos simpatizantes del gobierno lo repiten sin matices: “No hace falta que vuelva, que se quede por allá fuera”, opinó Abigaíl Castillo, de 24 años.
¡Oslo, aquí estoy! pic.twitter.com/tsixUerj0q
— María Corina Machado (@MariaCorinaYA) December 11, 2025
Las reacciones también se dividieron entre la diáspora. Un grupo de venezolanos en Oslo buscaba prolongar su estadía para esperar a Machado y celebrar con ella. Eduardo Figueroa, informático que viajó desde Madrid, expresó que quería vivir el momento “histórico”.
Sin embargo, no todos acompañaron el ánimo de celebración: la coalición de 17 organizaciones civiles que tradicionalmente organiza la marcha de las antorchas se desmarcó del evento de este año, como protesta por la afinidad política de Machado con el presidente Donald Trump, quien ordenó un despliegue militar en el Caribe desde agosto.
En paralelo, ciudadanos ajenos a ambas facciones miran el episodio con distancia. “Uno no come si María Corina se ganó un premio”, dijo Josmar Rodríguez, carpintero de 32 años. “Uno tiene que salir a la calle a ganarse el dinero”.
Mientras su entorno insiste en que Machado regresará y que nunca contempló quedarse en el exilio, la expectativa crece. Su hermana Clara, emocionada, dijo que esperaba abrazarla “en pocas horas”. Sin embargo, familiares y allegados todavía aseguran no conocer “el periplo” exacto de la opositora.
El país aguarda ahora su aparición pública y el mensaje que pueda enviar en medio de un escenario cargado de incertidumbre política.
*Con información de AFP
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