La reivindicación de las artes

Docentes de la Universidad El Bosque hablan de la industria creativa en Colombia, sus retos y las oportunidades que representa para dinamizar la economía.

MARÍA ALEJANDRA MORENO TINJACÁ
30 de junio de 2019 - 12:32 p. m.
Getty Images
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No somos hechos de una sola cosa. A lo largo de la vida, las experiencias y los diferentes intereses van aportando a nuestro perfil y eso es interesante cuando nos involucramos con las industrias culturales y creativas”.

Con estas palabras Juan Pablo Salcedo Obregón, decano de la Facultad de Creación y Comunicación de la Universidad El Bosque, abre el diálogo acerca de la realidad académica de la industria creativa en Colombia, sus retos y las oportunidades que representa para dinamizar la economía, además de romper los mitos que se tejen a su alrededor.

Y es que, al hablar de industria creativa y cultural, es muy común que las personas lo relacionen con el arte, la música y con una vida bohemia, para algunos inestable y poco productiva.

Pero en realidad se trata de esas profesiones que siempre han existido y que ahora con la globalización y la tecnología se han hecho más visibles y se han transformado. Su objetivo superior es impactar las sociedades, construir unas que se basen en valores, más sensibles y empáticas.

“El arte puede cambiar realidades. Con la sensibilidad que genera puedes formar mejores ciudadanos, personas íntegras y que se preocupen por hacer creaciones que mejoren los entornos y la calidad de vida”, dice Javier Pérez, compositor y guitarrista bogotano, quien ha estado varias veces nominado a los Premios Latin Grammy y que hoy vive de su profesión, rompe ese imaginario de que el músico es solo para estar en una tarima y no tiene más opciones.

En cambio explica que como todo evoluciona, se transforma y se adapta, por ejemplo, los músicos más allá de aprender a interpretar un instrumento, desde la academia está el reto, de darles herramientas para que entiendan el contexto en el que se mueven y puedan visualizar oportunidades en el sector de videojuegos, producción, arreglos musicales y en otros sectores de la economía.

Aspectos determinantes para quienes contemplan la posibilidad de estudiar una carrera creativa y no ingresen con el miedo de, como se cree, no van a encontrar trabajo o que de esa profesión no se puede vivir. Se presentan casos en los que el estudiante expresa que sus padres le dieron permiso para cursar el pregrado o que pasaron por otra carrera y no era lo que querían.

Acá es importante apoyar al adolescente a que estudie lo que le apasione y “mostrarle que con estas carreras se puede tener un futuro enriquecedor”, indica Juan Ávila, director del programa de Diseño Industrial de la Universidad El Bosque, quien desde la facultad articula el trabajo con diseñadores, artistas, músicos o médicos para apostarles a proyectos innovadores.

Transformación digital, inteligencia artificial, tendencias culturales, adaptación al cambio y trabajo en equipo son algunas de las temáticas que se exploran para que los profesionales se formen con otras perspectivas y puedan, a través de sus creaciones, mejorar la calidad de vida de las personas o darles solución a las necesidades de varios sectores.

Por ejemplo, la integración con varios programas de la universidad permitió el desarrollo de un simulador de entrenamiento médico, con tecnología e impresión 3D, para que los estudiantes puedan practicar en escenarios más reales. También una alianza con Los Cobos Medical Center para construir un programa de acompañamiento musical que va más allá de interpretar un instrumento, sino que busca acompañar a los pacientes en sus diferentes procedimientos o a quienes están en las salas de espera.

Es un proceso en el que ganan todos. El médico, el paciente, los estudiantes y los docentes que están involucrados. De esa manera los sectores de las industrias creativas “se pueden combinar con otras profesiones y empezar a realizar cambios que trasciendan”, observa el compositor Javier Pérez.

En la Universidad El Bosque, la Facultad de Creación y Comunicación cuenta con seis programas relacionados con la economía creativa: diseño industrial, diseño de comunicación, artes plásticas, arte dramático, formación musical y arquitectura, programas muy dinámicos que se adaptan a las necesidades del mercado.

También cuentan con el Hub Iex (innovación, educación y extensión), que es una apuesta importante para integrar a la industria y al Gobierno con la academia, y así facilitar escenarios para generar proyectos conjuntos, integrando tecnologías, metodologías, personas y dinámicas que toda empresa, sin importar el sector, necesita para innovar y generar valor en sus procesos.

Este Hub es un espacio donde diseñadores, ingenieros, músicos, médicos y administradores pueden confluir para validar y generar ideas de forma más rápida. “Los escenarios transversales permiten compartir información, desarrollar habilidades y entender lógicas desde diferentes perspectivas que va a permitir tejer redes para desenvolverse en la vida”, puntualiza el decano Juan Pablo Salcedo.

Por MARÍA ALEJANDRA MORENO TINJACÁ

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