Mucho: alimentación saludable, deliciosa y posible

La aplicación empezó a funcionar en Colombia hace mes y medio. La idea es llevar a la mesa ingredientes naturales netamente colombianos, producidos responsablemente, a precios justos.

esteban dávila náder
31 de agosto de 2018 - 11:28 p. m.
Todas las recetas de la aplicación prometen ser fáciles de preparar. / Cristian Garavito
Todas las recetas de la aplicación prometen ser fáciles de preparar. / Cristian Garavito

“No hay razón por la que uno no pueda comer bien en el gran sentido de bien: delicioso, placentero, a buen precio, haciéndole un impacto a otra persona y conociendo nuestro territorio”. Esa sería, a grandes rasgos, la tesis en la que Mucho basa su existencia, según Juliana Zárate, socia fundadora de la aplicación que viene funcionando en Bogotá desde hace mes y medio.

A primera vista, las palabras de la emprendedora suenan descabelladas. Claro, según el grueso de los nutricionistas, una buena dieta no tiene por qué excluir determinados grupos alimenticios y mucho menos nutrientes, sin embargo, la mayoría de personas que deciden hacer dieta concuerdan en que conseguir alimentos de calidad, con buen sabor y que además tengan excelente valor nutricional puede resultar costoso.

Esta creencia, sin embargo, se derrumba cuando se descubre la historia y el funcionamiento de Mucho a profundidad.

La idea arrancó hace cinco años en Londres, donde tomó forma en las cabezas de Juliana y dos socios, una de China y otro de India. “Nos dimos cuenta de que los supermercados normalmente tienen miles de productos y uno no sabe qué comprar. Es difícil navegar qué es saludable, qué es sostenible, qué es rico y qué se ajusta a una dieta. Hay mil y un preguntas, y con mil productos es casi imposible tomar una buena decisión”, asegura. 

La solución, agrega, tiene dos niveles: una recomendación transparente de ingredientes que se ajuste a los hábitos alimenticios de cada uno y una guía que aconseje qué hacer con dichos insumos, porque “puedes comprar buenos productos, pero si los fritas todos terminas comiendo de una manera que no es alimenticia” observa Zarate. El resultado, por lo menos en Londres, es una aplicación con un abanico casi interminable de recetas saludables para todos los gustos y que en un principio contó hasta con asesoría de Google.

La idea llegó al país en año pasado junto con la decisión de Juliana de regresara su tierra. Acá se alió entre otros con Carmen Posada, que hoy es socia minoritaria y directora de sostenibilidad. El trabajo de introducir Mucho a Colombia, claro, fue mucho más extenso pues los contextos de Londres y Bogotá no se parecen en absoluto.

Lo primero que encontraron fue la Encuesta Nacional de Situación Nutricional, según la cual el 71,9% de los colombianos no consume frutas y verduras a diario, ingieren entre 10,1 y 13,7 gramos de sal cuando el recomendado es de cinco y superan por 5,1 puntos el consumo de azúcar, que según la OMS debería ser del 10% sobre las calorías diarias. La dieta nacional, además, es alta en carbohidratos que aportan grasas saturadas y trans. En suma, hábitos alimenticios que llevan a problemas cardiovasculares y de diabetes, entre otros.

“Entonces empezamos a investigar, a ver precios, a tantear el mercado, a ver qué opciones de comidas saludables y orgánicas y ricas había”, explica Posada. Además, la coyuntura del proceso de paz, les abrió la posibilidad de conectarse con productores de regiones alejadas y que están haciendo un buen trabajo, después de todo,  otro de los objetivos de Mucho es conectar productores y consumidores eliminando intermediarios de manera que todos ganen lo justo por su labor.

“Llevamos desde octubre del año pasado armando una base de datos de productores, muchos encontrados por nosotros en ruedas de negocios, otros que la Cámara de Comercio nos compartió, otros que muchas ONGs y aliados nos han recomendado”, explica Carmen. El siguiente paso fue ir a visitarlos, conocerlos, darles a entender el modelo de negocio y cerrar el trato. Hoy la base de datos tiene más de 1.000 agricultores y pescadores con prácticas responsables, de los cuales más o menos 100 les venden actualmente.

Los han ido seleccionando con criterios como que todos los cultivos deben ser orgánicos o agroecológicos, es decir, “cero agroquímicos, pesticidas, fungicidas y fertilizantes; porque las hortalizas tienen tejidos muy delgados y blandos, que absorben mucho más los agentes químicos, entonces terminas comiendo eso, químicos”, dice Posada. Los pollos, de libre pastoreo, alimentados con comida natural y que no viva enjaulado. Para establecer estos parámetros han contado con la asesoría del Fondo Acción, que se enfoca en el consumo responsable. Gracias a esa misma ONG, y su fondo FIMI, consiguieron el capital semilla para arrancar con la aplicación.

Es así como hoy traen a Bogotá sal marina de Manaure, miel de Montes de María, quinua de productores indígenas del Cauca, res de Puerto López, marañón del Guaviare, cacao de Tumaco, hortalizas de Guasca, queso de La Calera y Paipa, lácteos de búfala de Planeta Rica, Córdoba, pimienta del Putumayo y atún, machetajo, gualajo, sierra, botellona, pelada, corvina, berrugate y piangua del Bajo Baudó, en el Pacífico. El reto, aseguran, es la logística, pues les ha tocado traer los ingredientes hasta en flota, pero aseguran que aun así se las han arreglado para mantener precios más bajos que, por ejemplo, los de Carulla.

El resto del trabajo se hace a través de la aplicación. Una vez descargada el usuario selecciona uno de cuatro perfiles: Vegetariano, Saludable, Omnívoro y Ahorrando, “porque no hay que tener millonadas para comer bien”, apunta Zárate. De acuerdo con esto, Mucho lanza un menú con recetas para cocinar en casa o cajas de mercado para que cada quién decida qué hacer con los ingredientes.

Son doce recetas que de acuerdo con la fundadora “vienen de una base de datos de más de mil sugerencias que armamos en Londres trabajado con psicólogos de alimentación saludable y nutricionistas”. Todas, sin excepción, son fáciles de hacer y están por debajo de los niveles de azúcar, sal y grasas saturadas sugeridos por la OMS, además mantienen un balance entre la cantidad de proteínas y carbohidratos. 

El usuario puede elegir la receta que se le antoje y decir cuántas porciones va a cocinar, de una a seis. Todos los ingredientes para cada plato pueden oscilar entre $7.000 y $16.000, aunque si tiene alguno de los insumos en casa, lo puede eliminar de la lista y bajar costos. A la fecha, algunas de las recetas más exitosas han sido el pollo marañón y el coco curry, aunque la idea es rotar la oferta cada mes. 

Con mil descargas en las tiendas de aplicaciones y otros tantos usuarios haciendo pedidos por Facebook, Instagram y hasta Whatsapp, las mentes detrás de Mucho en Colombia consideran que han tenido una respuesta muy positiva, pero van por más. En la actualidad hacen entregas cada siete días y le pagan al productor el 60% de sus ganancias. A futuro, la idea es llegar a los hogares a diario, activar por lo menos el 50% de los proveedores que tienen en la base de datos y pagarles en una proporción de 80%-20%. Por supuesto, enamorar cada vez más paladares con alimentos deliciosos, saludables, autóctonos y sostenibles, jamás dejará de ser una prioridad para Juliana y Carmen.

Por esteban dávila náder

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