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El alcalde (e) Rafael Pardo decidió que la Secretaría de Movilidad debe acelerar los estudios y análisis sobre la estrategia de cobros por congestión, también conocidos como peajes urbanos, pues el miércole presentará al Concejo el proyecto para darle vía libre a la iniciativa en la capital, como lo anunció ayer luego de la reunión con la mesa directiva de esta corporación.
El objetivo de los cobros es evitar la congestión urbana, teniendo en cuenta el incremento de vehículos automotores en las ciudades, de modo que los habitantes pagan una tarifa para poder utilizar una vía y circular en su carro. Generalmente, las zonas determinadas para ello son las que tienen mayor tráfico. En Bogotá se implementaría inicialmente en las calles 72 y 116, según las primeras señales que ha dado la Secretaría de Movilidad respecto al tema.
En diciembre pasado, el Ministerio de Transporte expidió el decreto con el que estableció las reglas para este tipo de cobros. Indicó que se podían contemplar en municipios con más de 300.000 habitantes y que deben presentar estudios sustentados. Los recursos que se obtengan del recaudo se destinarán a proyectos de transporte público y modos no motorizados.
Todavía no se sabe cuál va a ser el costo que se propondrá en Bogotá y ese será uno de los puntos cruciales en los que debe intervenir el Concejo. Sin embargo, la forma para hacer el cobro podría ser por medio de la factura de un servicio público, dijeron fuentes de Movilidad a este diario. Pardo, por su parte, dijo que los cobros aplicarían para dueños de vehículos, en los que no se transporte nadie más que “el conductor en días, horas, zonas y vías de alta congestión”.
Dos de los casos más importantes en que se han aplicado los cobros por congestión son Singapur y Londres. En la primera se eligió un perímetro de zonas restringidas y los conductores debían comprar una licencia diaria si querían circular por allí entre las 7:30 y 10:15 de la mañana, como lo cuenta el estudio de políticas de reducción de congestión realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo y Despacio. La tarifa era de US$2,2, es decir, algo más de $4.300, mientras aquellos autos con cuatro ocupantes como mínimo podían circular sin pagar. La estrategia ha tenido variaciones desde su creación en 1975, hasta 1998.
En Londres, la medida de peajes tiene un cobro por área en el que los usuarios pagan una tarifa diaria de 8 libras, unos US$12 o $23.600, para ingresar y movilizarse por una zona del centro de la ciudad de 7:00 de la mañana a 6:00 de la tarde.
Volviendo al caso de Bogotá, se sabe que los cobros empezarían a hacerse junto al Pico y Placa. Así que una de las opciones es que si usted está en el día de la restricción de su placa y quiere entrar a una zona definida con peaje urbano, como la calle 72, podría hacerlo pagando la tarifa que disponga el Distrito. Según explica Movilidad, las medidas estarían combinadas en principio para lograr gradualmente que desaparezca el Pico y Placa.
Con el anuncio de los cobros, Rafael Pardo decidió hacer una de las apuestas más grandes en materia de movilidad, apenas 13 días después de haber sido nombrado como alcalde encargado. Esta es una de las opciones para reducir la congestión recomendadas por investigadores en movilidad como Juan Pablo Bocarejo (Universidad de los Andes) y Carlos Pardo (Despacio) y que Petro anunció desde su época de campaña, pero que su gabinete no se había atrevido a radicar ante el Concejo, temiendo que no tuviera éxito debido al clima político desfavorable al exmandatario.
De hecho, en febrero de este año, cuando el Distrito comenzó la aplicación del subsidio al Sistema Integrado de Transporte Público para la población sisbenizada, el secretario de Hacienda, Ricardo Bonilla, dijo que con seguridad el proyecto se presentaría en el segundo semestre del año. Hace unas semanas la situación política del exalcalde Petro “no le daba para que tuviera éxito una idea como los cobros y no valía la pena radicarlo. Ahora el escenario cambia radicalmente”, dijo una fuente cercana al proceso.
Con un Concejo que ya no incluye fuertes opositores de la administración, como lo fueron de Petro en su momento (principalmente desde la bancada de la U, Cambio Radical y el Partido Liberal) el ambiente podría no ser del todo desfavorable para un proyecto que tradicionalmente genera presión política y en el que la voluntad del mandatario de una ciudad es definitiva. Así lo han demostrado Singapur y Londres. Sin embargo, ahora el reto en el cabildo son los tiempos para discutir la idea.
Pardo espera citar entre hoy y mañana a sesiones extraordinarias en el Concejo y radicar el proyecto. Estas sesiones tendrían un plazo de 20 días hábiles para discutir la alternativa y de ese tiempo se calculan unos 10 días para elegir ponentes, quienes además pueden pedir cinco días para estudiar la idea. Así que en realidad sería muy poco tiempo el que tendría la corporación para tomar una decisión. Pardo dijo que también presentará el proyecto para crear la Secretaría de Seguridad, de manera que el cabildo, por lo corto del periodo, tendría que elegir entre las dos iniciativas para someterlas a discusión.
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@VeronicaTellez