Una auditoría de la Superintendencia de Salud fue la que encendió las alarmas en el Distrito. Alrededor de 395 personas habrían sido vacunadas contra el COVID-19 sin estar priorizadas en la primera etapa, por lo que la Secretaría de Salud de Bogotá anunció nuevas investigaciones, que se sumarían a las nueve que se están adelantando, tras conocerse el caso de la politóloga Carolina Cárdenas, que ni era mayor de 80 años, ni pertenecía a la primera línea de atención en salud contra el virus.
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“En el caso del personal de salud que se debe vacunar, le corresponde a cada clínica y hospital reflejar en un aplicativo del Ministerio cuáles son las personas en primera línea. Eso no le corresponde a la Secretaría. A renglón seguido, el Ministerio revisa esa base de datos y es así como se suben a la plataforma de Mi Vacuna. Entonces, es responsabilidad de las EPS subir la información, como de vacunarlas. Además, corroborar en el momento el derecho a ser vacunados en el grupo poblacional respectivo”, explicó el secretario de Salud de Bogotá, Alejandro Gómez.
Frente a los colados, agregó indicó que la labor del Distrito es hacer un acompañamiento a las IPS para que tengan claridad sobre cómo se debe proceder. En el caso específico de la Subred Norte, donde se presentaron las irregularidades, Gómez aclaró que al estar en un régimen de excepción, tienen un plazo de seis meses, a partir de febrero de este año, para hacer su autoevaluación, pero que inmediatamente comenzarán las investigaciones.
La Superintendencia indicó que en la Subred Norte se hicieron nueve hallazgos, entre los que se encuentra la indebida priorización del personal de la primera línea, pues se habría vacunado a personal de áreas administrativas como la gerencia, contratación, dirección financiera, control interno disciplinario y el conmutador, entre otros.
Otro grupo de 253 personas harían parte del Plan de Intervenciones Colectivas (PIC), que también integraba la politóloga Carolina Cárdenas, que generó la indignación ciudadana. “Estas personas hacen trabajo extramural, que no estaría relacionado con el rastreo en campo, búsqueda activa del COVID-19, investigaciones epidemiológicas o toma de pruebas. A pesar de eso, fueron vacunadas en la etapa uno”, dijo el superintendente Fabio Aristizábal Ángel.
Por ahora, las alarmas están encendidas y las investigaciones en curso. Será menester del Distrito, no solo determinar si realmente hubo irregularidades, sino que, de existir, tomar los correctivos necesarios para mantener el orden en lo que resta del proceso de vacunación.