El ajuste a las tarifas del sistema de transporte masivo en Bogotá fue la gota que rebosó la paciencia de las personas con alguna discapacidad que habitan la ciudad. En marzo, cuando el Distrito anunció las nuevas reglas de juego para las tarjetas del SITP y Transmilenio, indicó que las personas con discapacidad, que tenían un descuento del 40 % en 50 viajes al mes, pasarían a gozar de beneficios en hasta 25 viajes.
Por eso, muchas personas salieron a manifestarse en contra de esta resolución, además de otras inconformidades como los cupos en jardines infantiles, los bonos de alimentación y las zonas preferenciales en Transmilenio. La movilización estaba programada para la mañana de este miércoles en el centro de Bogotá, con el fin de hacerse sentir en la sede de la Alcaldía de Bogotá.
Con lo que no contaban los manifestantes era que a esa misma hora estaba programada otra protesta de pequeños transportadores, por lo cual ambas movilizaciones confluyeron en un momento determinado. Pese a que se cruzaron, ambas marchas transcurrían con normalidad, pero la Policía quiso dar prioridad para que las personas con discapacidad se manifestaran.
En cuestión de segundos, una espesa nube de lacrimógenos opacó los pitos, arengas y carteles que sostenían los concurrentes a la Plaza de Bolívar, logrando su cometido: esparcir la aglomeración de personas, sin contar que allí estaban niños, personas en sillas de ruedas, con movilidad reducida o con dificultades de visión, que rápidamente fueron ayudadas por otros asistentes a la manifestación.
“Las ultimas evidencias fílmicas dan una realidad: es un comportamiento individual de un policía, no acorde con los protocolos establecidos, ni fue ordenado dicho procedimiento. Por lo tanto, se apertura una investigación para escuchar las explicaciones de este policía referente a lo que sucedió. Otro punto que hay que dejar claro: el alcalde de Bogotá no da órdenes operativas en cuanto a procedimientos policiales. Aquí hay una cadena de mando de personal activo que hace parte de la Policía Nacional y esa cadena de mando se respeta”, aseguró Penilla, quien agregó que los más afectados por el gas fueron los mismos policías.
Tras la aclaración de la policía, el Distrito se desmarcó de la afirmación de que había sido un accidente, y Peñalosa prometió hacer seguimiento a investigación de lo ocurrido en el hecho que, por ahora, dejó un menor de edad afectado por el humo lacrimógeno. La Personería de Bogotá condenó los hechos y solicitó a la Procuraduría investigar a los responsables por el lanzamiento del gas. La entidad aprovechó para hacer un llamado a la sensatez y a que se haga un uso racional de la fuerza, y que se atiendan los protocolos y estándares internacionales en cuanto al uso de elementos y armas no letales.