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Humedal Gualí-Tres Esquinas será protegido

La CAR espera declarar en febrero la conservación del ecosistema que atraviesa a Funza, Mosquera y Tenjo, bajo una categoría que permitiría usos sostenibles.

Verónica Téllez Oliveros
31 de enero de 2014 - 06:20 a. m.
En el humedal, los muiscas emplearon ingeniosos canales de riego para la agricultura. En la zona hay más de 18 familias de aves.  / Fotos: Equipo Humedales CAR
En el humedal, los muiscas emplearon ingeniosos canales de riego para la agricultura. En la zona hay más de 18 familias de aves. / Fotos: Equipo Humedales CAR

Luego de 10 años de haber comenzado el proceso, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) firmará el documento que declara como área protegida de la región a las 1.196 hectáreas del humedal Gualí-Tres Esquinas y Lagunas del Funzhé, que atraviesa los municipios de Funza, Mosquera y Tenjo.

Si todo sale como la CAR lo tiene previsto, la declaratoria se hará en las primeras semanas de febrero, con lo que ya no se daría espera a una solución para conservar uno de los ecosistemas más importantes de la Sabana. De hecho, la declaratoria estaba proyectada para el domingo 2 de febrero, cuando se celebra el Día Mundial de los Humedales, sin embargo, los trámites internos postergaron la decisión.

En 2004, cuando comenzó la declaratoria, la CAR contrató una entidad para que hiciera la consultoría y el diagnóstico de la importancia de proteger el humedal. Sin embargo, durante estos años faltó voluntad política, entre otras razones porque, como es conocido, la protección de un área implica restricciones para los desarrollos urbanísticos, un tema álgido en una zona en la que además ha aumentado la presencia de las industrias. Luego, a finales de 2011, la CAR retomó el proceso y le pidió el concepto previo al Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, que dio su visto bueno.

Ahora la idea de la CAR es proteger el humedal con la categoría de Distrito Regional de Manejo Integrado, que permite que haya una parte del terreno dedicada a la preservación, otra a la recuperación y otra para el uso sostenible, en la que se permiten desarrollos urbanísticos con ciertos criterios (ver gráfico sobre la distribución planteada para la zona). También se respetarán los derechos adquiridos de los propietarios.

“Los consejeros directivos de la CAR querían ver la realidad del humedal directamente en la zona. Ya fuimos a campo la semana pasada y la próxima nos reuniremos con el Distrito, y luego haremos la declaratoria”, explicó Edwin García, subdirector de recursos ambientales de la CAR. Después de eso empezará un largo proceso para que la corporación expida los planes de manejo ambiental de cada municipio con las reglas precisas de lo que se puede hacer en el territorio y en qué condiciones.

De acuerdo con los estudios de la CAR, “el humedal Gualí-Tres Esquinas y Lagunas del Funzhé es refugio de especies en peligro a nivel global, como el cucarachero de pantano y la tingua bogotana; especies amenazadas a nivel nacional, como la tingua de pico verde, en peligro crítico, y la alondra cundiboyacense”.

Estas especies, cuyos nombres quizá no estén en la memoria de la mayoría de los habitantes de la Sabana, han pasado a engrosar la lista de las 54 especies amenazadas en el país, precisamente por el deterioro de los espacios propios para su desarrollo, como los humedales. De hecho, según datos de la Universidad Nacional, los humedales del altiplano cundiboyacense han perdido el 97% de su área original.

Gualí-Tres Esquinas es el hogar de 18 familias de aves, con un total de 33 especies, 17 acuáticas, seis migratorias y tres endémicas (propias) que se encuentran amenazadas de extinción. Y, según señala la CAR, en comparación con el total de especies de la fauna registradas para los humedales de la Sabana, la pérdida de especies en la zona es bastante notoria y preocupante.

“Este lugar es de los que tienen mayor importancia. Es uno de los pocos lugares de la Sabana que todavía albergan al cucarachero de pantano, un ave que se está extinguiendo en el mundo, y sólo en este humedal hay una pequeña población”, cuenta la bióloga Loreta Rosselli Sanmartín, quien el año pasado desarrolló una investigación para su tesis de doctorado en la Universidad Nacional sobre las condiciones para que sobrevivan estas especies.

Pero Gualí-Tres Esquinas es también importante desde el punto de vista hidrológico. A sus terrenos llegan las aguas lluvias de las zonas altas de Mosquera, Funza y Tenjo, así que tiene un papel como amortiguador de crecientes y en el almacenamiento de agua. “Si no hubiera sido por el humedal, en la temporada invernal de 2010 los municipios que lo comprenden se hubieran inundado”, dice Carlos Alberto Muñoz, miembro del equipo a cargo de los humedales en la CAR.

“Lo triste del humedal es que se lo quieren robar todos los urbanizadores ilegales. De él también depende el Distrito de Riego de La Ramada, del que se benefician los agricultores de Funza y Mosquera. El humedal hace que podamos drenar las aguas que llegan a las fincas en la época de lluvias, porque si no nos inundaríamos”, dice Gilberto Ramírez, presidente de la Asociación de Usuarios del Distrito de Riego.

De momento, parece que esta vez sí será realidad la protección del humedal, por encima de los trámites burocráticos que han desacelerado su declaratoria, como lo han reclamado la comunidad e investigadores de la Universidad Nacional.

 

 

vtellez@elespectador.com

@VeronicaTellez

Por Verónica Téllez Oliveros

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