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Una nota dentro de una revista que decía “en este puesto hay una bomba” activó las alarmas del Aeropuerto Internacional El Dorado en 2016. Luego de que las autoridades inspeccionaron la aeronave se descartó cualquier amenaza y se determinó que todo se trataba de una broma.
La semana pasada, en un vuelo retrasado de la aerolínea LATAM con destino a Barraquilla, un pasajero israelí amenazó con detonar un supuesto artefacto explosivo que llevaba en su maleta. La policía aeroportuaria desplegó un operativo de emergencia, detuvo al extranjero y luego de no encontrar ninguna bomba lo expulsaron del país. (LEA: Expulsado de Colombia el israelí que amenazó con llevar explosivos en El Dorado)
Hace un par de días, un pasajero que iba rumbo a México, fue víctima de un cambiazo de maletas. Cuando ya estaba en el avión, las autoridades lo obligaron a bajarse para que reconociera su equipaje, encontrando que le habían puesto su nombre a otra maleta cargada con droga. Luego de revisar los videos seguridad, descubrieron el fraude. (LEA:¿Quién responde por “cambiazo” de maleta en El Dorado?)
El Dorado nunca ha estado en la mira del terrorismo internacional. Sin embargo, incidentes como estos ponen bajo la lupa la eficacia de los protocolos de seguridad del aeropuerto más grande del país, en especial si se suman historias como la de Tinya Lynn Lewis, una mujer estadounidense que vivió por más de tres meses en la terminal aérea sin que nadie se percatara. (Lea: Pesadilla)
El coronel Yesid Ariza, comandante de la policía aeroportuaria de El Dorado, explica que en el aeropuerto se manejan los mismos esquemas de seguridad que hay en el resto del mundo, pero ningún cuidado puede garantizar el éxito en un ciento por ciento. Señala que en 2016 se presentó un caso (la nota en la revista) y en lo corrido del año sólo se ha registrado el incidente del pasajero israelí.
“Ningún aeropuerto está blindado contra el terrorismo y El Dorado no es la excepción. Sin embargo, más de 450 policías de diferentes especialidades trabajan las 24 horas del día para mitigar las posibilidades de un ataque. Además, el departamento de inteligencia de la Policía Nacional opera de la mano con autoridades de otros países para evitar que terroristas ingresen al país”, indica el coronel Ariza.
Cada pasajero y equipaje que llega al aeropuerto internacional de Bogotá debe cruzar estrictos controles de seguridad, especialmente en vuelos internacionales, para determinar cualquier conducta o paquete sospechoso. A diferencia de las recientes políticas migratorias de países como Estados Unidos, donde pasajeros de países en guerra son sometidos a procedimientos diferenciales, en Colombia los controles se realizan por igual, para garantizar la dignidad de los visitantes.
La policía aeroportuaria de El Dorado asegura tener un plan de acción para cada posible emergencia que se pueda presentar en las pistas o en las salas, que responden los protocolos internacionales. “En caso de riesgo al interior de un avión, este se lleva hasta un punto apartado del aeropuerto, se evacúa y se inspecciona. El objetivo de esto es reducir los riesgos en caso de que se confirme la presencia de un explosivo o un individuo armado. Si la emergencia es al interior del aeropuerto, acordonamos el área de influencia y tomamos los controles necesarios”, indicó el comandante de la policía de El Dorado.
Opaín S.A., concesionario a cargo de la operación de la terminal aérea, sostiene que la seguridad del aeropuerto está garantizada gracias a la presencia de vigilancia privada, fuerza pública y un completo sistema de cámaras que monitorea la actividad de la población flotante que transita por el aeropuerto. Asimismo, asegura que El Dorado cumple con todas las normas establecidas por la OACI (Organización de la Aviación Civil Internacional).
“Trabajamos en forma coordinada con Policía, Migración Colombia, DIAN e ICA para garantizar la operación y la seguridad del aeropuerto. El Dorado tiene más de 1.350 cámaras ubicadas en el puente aéreo, en la terminal de pasajeros, en carga y en todo el perímetro”, finalizó el Concesionario.
Para no dejar ningún posible punto de acceso al aeropuerto sin vigilancia, un radar alerta el movimiento e ingreso de intrusos a través de las zonas aledañas. El sistema persigue el objetivo hasta ser capturado por las autoridades competentes.
Así las cosas, es claro que el aeropuerto Internacional El Dorado de Bogotá no está blindado contra el terrorismo. Hay falencias en la seguridad a pesar de los estrictos protocolos. Afortunadamente, hasta el momento, ninguno ha pasado de ser una falsa alarma, pero queda abierto el interrogante sobre qué tan preparada está Colombia para hacerle frente al terror.
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