Para pedir que atiendan a su hija, con problemas de visión, una pareja de invidentes se encadenó a una silla en la sede de Cafesalud, ubicada en La Castellana. Se trata de Gilbert Hernández y Rocío Cárdenas, padres de una menor que, aseguran, sufrió una infección en los ojos, luego de una cirugía, porque la EPS “no ha autorizado unas prótesis oculares para ella”.
Sin embargo, la entidad se salud emitió un comunicado en el que explicó que le ha prestado una atención integral a la paciente. De hecho, sostuvieron que, tras observar la historia clínica, constataron que los procedimientos médicos se han llevado a cabo sin retrasos. Según informó Blu, el mismo paciente reconoció que “los servicios estaban al día”.
Aun así, la pareja decidió permanecer encadenadada para mostrar los problemas del sistema de salud y la vulneración a los derechos de los pacientes. Mientras siguen con su manifestación, delegados del Distrito y defensores de derechos humanos los acompañan.