Policía que perdió un ojo, tras agresión en las protestas, sigue hospitalizado

Walfran Enrique Narváez sufrió una pedrada el pasado viernes 22 de noviembre, cuando se desarrollaba la segunda jornada de protestas en la ciudad. Su compañero de patrullaje, Ronald Patiño, contó los detalles del hecho.

-Redacción Bogotá - bogota@elespectador.com
27 de noviembre de 2019 - 12:56 a. m.
Walfran Enrique Narváez es patrullero inscrito al CAI San Victorino en Bogotá y lleva tres años prestando servicio en la institución. / Cortesía.
Walfran Enrique Narváez es patrullero inscrito al CAI San Victorino en Bogotá y lleva tres años prestando servicio en la institución. / Cortesía.

Walfran Enrique Narváez es samario, enamorado del América de Cali, de su oficio y de su pequeña de tres meses. Él es el patrullero de la Policía Nacional que, el pasado viernes 22 de noviembre, producto de una agresión por parte de manifestantes en Bogotá, perdió su ojo izquierdo.

Ese día, a las 4:30 de la tarde, el uniformado y su compañero Ronald Patiño, con quien trabaja hombro a hombro desde hace dos años, se movilizaban hacia el barrio San Bernardo, para realizar un patrullaje de rigor. De repente, un grupo de manifestantes, emprendió un ataque con piedras y palos contra los uniformados, desde el puente ubicado en la carrera 10 con calle 6.

"Sentí que mi compañero quedó inconsciente. Logré moverlo, le pregunté qué había pasado y me dijo que lo habían golpeado. Cuando lo miré, había sangre de él en mi chaqueta reflectiva", le dijo a El Espectador Ronald Patiño, quien de inmediato, se resguardó junto a Narváez en el deprimido, para evitar más ataques. 

El uniformado solicitó una ambulancia para trasladar a su compañero a un hospital, pero, por los bloqueos a causa de las protestas, fue imposible que el vehículo llegara al sitio. Los que sí respondieron fueron algunos integrantes del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), quienes escoltaron a los patrulleros hasta el Hospital Santa Clara, en el centro de la ciudad.

Luego de la valoración, los médicos confirmaron que una piedra impactó el ojo del uniformado y, por la gravedad de la herida, tuvo que ser remitido al Hospital Central de la Policía, donde aún permanece recluido. "Hemos hablado estos días y el semblante no es el mismo, porque la pérdida de un órgano vital es muy dura. A él le gusta mucho esto. Ama su profesión", expresó Patiño.

"El mensaje que queremos llevar a todas las personas es que tienen todo el derecho a manifestarse, como lo establece la Constitución, pero que lo hagan pacíficamente. Tanto ellos, como nosotros, somos seres humanos que sentimos y alguien nos espera en casa. Entonces, no hay que agredirnos de esa manera", concluyó el uniformado quien, por estos días, continúa desarrollando sus labores con normalidad, pero sin el respaldo de su compañero de Narváez, con el que se comunica constantemente.

Según cifras de la Policía Metropolitana de Bogotá, desde el jueves 21 de noviembre, cuando se puso en marcha el Paro Nacional, hasta la mañana de este martes 26 de noviembre, 236 uniformados han sido agredidos durante las manifestaciones. Esta cifra incluye a integrantes del Esmad.

Por -Redacción Bogotá - bogota@elespectador.com

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