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El menor de nueve años que resultó gravemente herido luego de que un grupo de perros callejeros lo atacó, en el barrio Santa Rita, en la localidad de Suba, ya se encuentra en su casa luego de haber estado hospitalizados 37 días en la clínica Fundación Santa Fe de Bogotá.
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Debido a la gravedad de sus heridas en piernas, orejas, genitales y en la cabeza, el niño permaneció por 20 días en cuidados intensivos, por lo que sus padres, ademas de agradecer a las personas que los ayudaron hicieron un llamado a otros adultos para estar pendientes de sus hijos.
"Yo le pido a los papás que estén más pendiente de los niños, no dejarlos retirar tanto. Hay que tener más cuidado", aseguró a Canal Capital Luz Marina López, madre de Nicolás, el niño herido.
Los hechos se presentaron el pasado 26 de mayo cuando el menor se encontraba en medio de una clase de fútbol en la zona de San Cayetano de las Mercedes, en la localidad de Suba.
Vecinos del sector se percataron y auxiliaron al menor que fue arrastrado por los animales, que le causaron alrededor de 150 heridas en todo su cuerpo. Ante la gravedad de la situación, el menor fue trasladado inmediatamente a un centro asistencial. Pese a los hechos el menor asegura que no le teme a este tipo de animales y ya en su casa no duda en que pronto volverá a las canchas, donde se destaca como arquero.
El padre del menor advirtió que los cinco perros que atacaron a su hijo aún permanecen dentro de un predio privado de la zona donde entrenan los niños, por lo que teme que un hecho similar se pueda presentar.
Ante las circunstancias el Instituto de Protección Animal ubicó en la zona de la Conejera jaulas y trampas para capturar a los perros. Estas labores se realizan en diferentes humedales y en los cerros orientales de la ciudad donde las mascotas que son abandonadas han ido conformando manadas que se vuelven salvajes.
De acuerdo con Julián Tarquino, coordinador de registro y control del Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal, los animales pierden el vínculo por el humano y tienden a ser carnívoros, pero no agresivos. “Solo atacan si ven amenazadas sus presas, porque por lo general al sentir la presencia de personas huyen”.
En este caso, al parecer los perros atacaron al menor porque un cuidador de la zona, que les pegaría cada vez que los encuentra, los ha acostumbrado a atacar ante la presencia de humanos.