El pasado lunes 4 de enero se presentó un nuevo caso de homicidio en transporte público. Esta vez, la víctima mortal fue un asaltante que se subió a un bus del SITP a robar a los pasajeros, que no contaba con que la ira de uno de los ocupantes del vehículo terminara con su vida.
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El caso ha generado conmoción y puso sobre la mesa, una vez más, la discusión sobre la seguridad en Bogotá y sobre todo, en el sistema masivo de transporte. Por esta razón, El Espectador habló con el secretario de Seguridad, Hugo Acero, sobre las acciones que desde el Distrito se están adelantando para reforzar la seguridad en la ciudad y específicamente, esclarecer los hechos que se presentaron en inmediaciones del barrio Castilla.
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En primer lugar, el funcionario aseguró que precisamente, una de las primeras acciones que se tomaron al iniciar su cargo en enero del año pasado estuvieron enfocadas a mitigar los delitos registrados en Transmilenio y SITP. “Por eso incrementamos la cantidad de Policías, creamos un comando especializado para el transporte público y nos enfocamos no solo en el interior de las estaciones y buses, sino en en entorno donde transitan los vehículos. Ahora tenemos 520 policías y contamos con 1.350 vigilantes de empresas privadas”, explicó Acero.
Para la identificación de los puntos calientes de la ciudad, se han identificado paraderos y rutas en donde más atracos se presentan y así, a finales de año, la Policía asignó uniformados y un sistema de policía encubierta, encargados solo para esos puntos del sistema zonal, en articulación con el trabajo de alcaldes locales y gestores de seguridad.
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Por otro lado, Acero dijo que tuvo una conversación con el nuevo director de la Policía Nacional y con el ministro de Interior para buscar alternativas que contribuyan a aumentar el pie de fuerza en Bogotá. El secretario de Seguridad aseguró que una de las reflexiones a las que se llegó fue que no pueden incluir nuevos policías porque las academias de formación están cerradas, pero sí se solicitó que haya una redistribución para que lleguen más uniformados a la capital.
“Lo que pedimos al menos es que lleguen los que se le prometió a la ciudad, que son mil. Hoy en día solo nos han entregado 400″, aclaró.
Pese a los esfuerzos, uno de los principales flagelos que tiene la inseguridad en la ciudad y que el mismo secretario reconoce, es la reincidencia. “El año pasado, detuvimos a 77 personas hurtando en buses del componente zonal y cinco organizaciones, que son las que mayor tasa tienen de ser privadas de la libertad. Pero, lastimosamente, los que son capturados en flagrancia y no hacen parte de estructuras e llevan a los jueces y quedan libres, muchas veces porque no son identificados o son extranjeros”, reconoció.
Frente a los hechos puntuales ocurridos en el SITP, Acero aclaró que para determinar si es un caso de justicia por mano propia, es necesario que un juez lo declare. Asimismo, explicó que hay una gran diferencia entre esto y la defensa personal. “El pasajero no amaneció con la idea de matar al delincuente, nunca pensó que tuviera ese altercado en el que se enfrentó con él y lo hiriera. Habría la posibilidad de que se trate de un caso de defensa personal, pero para determinarlo con exactitud lo que necesitamos es que se entregue y diga qué fue lo que paso”.
Por el momento, lo que tiene la Fiscalía son cinco declaraciones, que fueron suministradas por testigos de los hechos en la URI de Kennedy, en donde se reúnen algunos detalles como un retrato hablado del ciudadano.