"Algunas de las personas más excepcionales en la historia fueron mujeres"

Cortesía

¿Por qué contar las historias de las mujeres con las ilustraciones? ¿Qué cambia en el relato y en el entendimiento del lector cuando la historia cuenta con este elemento?

El objetivo del libro no es tanto contar historias, que también, como facilitar que el lector empatice con ellas, se sienta identificado. Para lograrlo hay muchas herramientas, y sin duda las ilustraciones son una muy importante: es una forma muy rápida de que los lectores se hagan una imagen mental sobre quién están leyendo y de que puedan imaginárselas de forma mucho más cercana. Por eso, también, intentamos que las ilustraciones tiendan a ser poco idealizadas y más ajustadas a la realidad. Después de todo, una imagen vale más que mil palabras.

Establecer una especie de lista implica, infortunadamente, excluir algunas historias que no son tan conocidas y que, justamente, no han sido visibilizadas por medios de comunicación e historiadores. ¿Cómo escogen ustedes a las personajes? ¿Cuáles son los parámetros o elementos que tienen en cuenta para incluir a una mujer en sus libros? 

La selección de personajes se ha parecido mucho a elaborar una receta en la que entran muchos ingredientes. Es cierto que teníamos algunos parámetros objetivos (que hubiera diversidad de profesiones, visiones de la vida, etnias, nacionalidades…) pero, como en los buenos cocineros, la receta final dependía de la intuición y el paladar: un poquito más de sal por aquí, unas especias por allá… Así que, al final, nos dejábamos llevar por las historias que más nos emocionaban de todas cuantos leímos. Pensábamos que si a nosotros nos habían sorprendido tanto y nos habían resultado tan poco conocidas, seguro que a los lectores también les pasaría lo mismo.

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Uno de los debates que suscita este tiempo de equidad y de visibilizar a las mujeres que han quedado relegadas en versiones oficiales de la historia es aquel que está relacionado con la "discriminación positiva", con el hecho de incluir a las mujeres por el mero hecho de serlo. ¿Cómo se trabaja para que no surja este escenario? ¿Cómo se enseña que la equidad es un derecho y no un privilegio por pertenecer a un género? 

Este tema realmente nos obsesiona. No queremos lanzar un mensaje condescendiente con los personajes escogidos por el simple hecho de que son mujeres, al estilo “hey, mirad qué listas son las mujeres”. Hay personas que todavía piensan que las mujeres están menos capacitadas que los hombres por el hecho de ser mujeres, y ese mensaje, quizá, sí que sea necesario para ellos. Pero el mensaje principal que queríamos transmitir en el libro es que algunas de las personas más excepcionales del planeta, incluso más excepcionales que sus contrapartes masculinas, fueron mujeres… y casi nadie lo sabe. Nuestro ejemplo favorito es Nellie Bly, que logró dar la vuelta al mundo en menos de 80 días en la misma época en la que un hombre (de ficción) lo hacía (Phileas Fogg, protagonista de la novela de Julio Verne). Otro ejemplo sorprendente es que la primera directora de cine, la primera que rodó películas con argumentos, y también la que lo hizo con efectos especiales, fue una mujer a la que casi nadie conoce, Alice Guy. Así que este es un libro de personas excepcionales e inspiradoras… que sean mujeres es solo una casualidad. Una casualidad que puede servir para borrar la más mínima duda de que las mujeres no pueden llegar tan lejos como cualquier hombre.

¿Cuáles son sus referentes más directos de todos los que han ilustrado y narrado en sus libros? 

Todas las historias que hemos narrado son muy inspiradoras porque las mujeres que protagonizan los libros son personas que se enfrentaron a todo y a todos para poder hacer lo que hicieron. Lucharon fuerte contra los estereotipos, rompieron las normas que la sociedad les imponía y creyeron en sí mismas hasta cuando todo el mundo dudaba de sus habilidades. Ellas y sus historias son nuestros referentes siempre.

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¿Cuál es el método de trabajo? ¿Cómo definen cuando la ilustración y el texto encierran la idea que quieren proponer sobre las personajes? 

Nuestro método de trabajo es bastante anárquico, porque así dejamos mucho espacio para la sorpresa, los giros, los nuevos caminos… y eso es interesante porque nos permite explorar y descubrir maneras de presentar estas historias. Sin embargo, sí que tenemos un procedimiento básico que consiste en que discutimos juntos qué chicas deben entrar en el libro tras contarnos todas las que hemos descubierto; luego Sergio investiga a fondo sus vidas y escribe un boceto de los detalles más interesantes de cada una de ellas; Irene, entonces, se arremanga y lo cambia todo para imprimirle al texto un tono desenfadado y muy loco. Finalmente, inundamos a Núria, la ilustradora, con toda clase de referencias gráficas para que se ponga a dibujar.