El Magazín Cultural

El legado literario de Armando Vega-Gil

El narrador, músico, compositor, poeta y guionista mexicano, se quitó la vida el pasado primero de abril tras una denuncia anónima en su contra por acoso sexual. "Mas vale un final terrible que un terror sin final", escribió el músico en la carta que publicó en Twitter antes de suicidarse.

* Redacción Cultura
19 de abril de 2019 - 04:07 p. m.
Armando Vega Gil, músico de 64 años del grupo Botellita de Jerez, fue acusado anónimamente por supuestamente haber acosado a una niña de 13 años. Horas después de la acusación, se suicidó.  / Cortesía
Armando Vega Gil, músico de 64 años del grupo Botellita de Jerez, fue acusado anónimamente por supuestamente haber acosado a una niña de 13 años. Horas después de la acusación, se suicidó. / Cortesía

La decisión fue radical. Sin vuelta atrás. Sin retorno. El pasado lunes primero de abril, el músico mexicano, Armando Vega-Gil, compositor y bajista de la banda de rock, Botellita de Jerez, decidió quitarse la vida. Horas antes su nombre había sido mencionado en Twitter con el HT #MeTooMusicosMexicanos, una iniciativa para denunciar abusos y acosos sexuales que habrían sido perpetrados por artistas manitos.

"Debo aclarar que mi muerte no es una confesión de culpabilidad, todo lo contrario, es na radical declaración de inocencia; solo quiero dejar limpio el camino que transite mi hijo en el futuro. Su orfandad es una manera terrible de violentarlo, pero más vale un final terrible que un terror sin fina. La única salida que veo junto a mí es el suicidio, así que me decido por ella", dice el fragmento más crudo de la carta que publicó en Twitter antes de suicidarse.

Más sobre este tema: Hallan muerto al bajista de grupo mexicano Botellita de Jerez tras denuncias de abuso

Su muerte generó un terremoto mediático en México. Se arrecieron las críticas al movimiento #MeToo, al que se le acusa de presuntamente publicar la denuncia sin un proceso de verificación, pero también se leyeron mensajes de apoyo entre quienes consideran que ante la indefensión de las mujeres frente a sus agresores y el corrupto sistema de justicia mexicano es necesario ese mecanismo de denuncia.

Nadie quedó indiferente. El presidente Andrés Manuel López Obrador consideró que es un tema "delicado" e indicó: "No podemos ocultar nada, hay que ventilarlo todo". Llamó además a profundizar el debate sobre "cómo también salvaguardar la dignidad de las personas, tanto del que acusa como del acusado". También: "Hubo denuncias con sabor a mentira, a morbo, a revancha", dice la periodista Blanche Petrich sobre el #Metoo

Más allá de cualquier consideración a favor y/o en contra, para la historia quedará el legado literario de Vega-Gil, quien fue pasante de Antropología Social por la Escuela de Antropología e Historia.

De acuerdo con la Secretaría de Cultura de México, el músico publicó diversos artículos y textos en revistas y diarios como Dónde Ir, El Financiero, Eme-Equis, La Jornada, La Mosca, La Onda, La Revista, Los Universitarios, México Desconocido, Milenio Semanal, Tierra Adentro, y Unomásuno.

Como escritor su trabajo fue ponderado. Publicó libros como El anti-Carreño, manual de las malas costumbres, o Colmos para adultos en Selector. Su obra ha formado parte de diversas antologías como en La banda de los querubines laicos (UABJO, Oaxaca, 2001).

Hay más. Fue vecario de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México para la difusión de obra literaria en el programa Artes por Todas Partes en 2001 y 2004. Premio Nacional de Cuento Benemérito de América 2001 convocado por la UABJO. Premio Internacional Goliardos de Ficción, Terror y Fantasía 2001. Premio Nacional de Poesía de los XIX Juegos Florales Universitarios 2001 convocados por la Universidad Autónoma de Campeche. Primer lugar en el Concurso de Guion para Cortometraje en el VI Festival Internacional Expresión en Corto 2003, Guanajuato. Premio Nacional de Cuento San Luis Potosí 2006, por Cuenta regresiva

"Cuenta regresiva y otras fábulas supernumerarias nos muestra su obsesión por temas que van desde delirios poblados de mitologías estrambóticas y febriles, hasta sucesos fantásticos y universales creados a base de juegos e imaginación. Un trabajo ejemplar en tanto a humor, ironía e intertextualidad con cuentos redondos y pulcramente resueltos. El mundo de Armando Vega-Gil parece provenir, en sus partes más oscuras, de algún tipo de revelación mística en un entorno fatal, decadente, mientras que el otro, el más lúbrico y concupiscente, se reconoce en el folclor del México pedestre y bárbaro", dice la sinopsis del cuento.

En 2014, en la Feria Internacional del libro del zócalo, Vega-Gil explicó por qué había decidido en los últimos años escribir solo para niños. "Porque me parece que es un mundo (el de los adultos) un poco terrífico. Me siento más gusto escribiendo para niños".

En su libro, "Cuentos de Horror, desamor, locura y bolillos", el músico condensó su trabajo de 25 años como escritor.  Escribió 30 libros de destinos géneros, poemas, sátira, cuentos, novelas y libros para niños. "El amor nos vuelve seres conscientes, el desamor nos vuelve seres inconscientes, nos pone en estados de angustia, la revelación más alta de una inteligencia humana", dijo aquella vez en la introducción de una de sus lecturas. 

Pero en el último mes ha tenido un enérgico impacto en el mundo cultural.

En México las mujeres están en riesgo constante de sufrir acoso o algún tipo de violencia psicológica, física o sexual y los casos de feminicidio se cuentan a razón de 7,5 por día, según ONU Mujeres.

La carta que Vega-Gil publicó en Twitter antes de suicidarse. 

Por * Redacción Cultura

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