El Magazín Cultural

La universalidad de Da Vinci

No hay ni ha habido una mente más versátil, un espíritu más universal, una inteligencia mejor equilibrada, un talento tan inquisitivo, como los de Leonardo da Vinci.

Jorge Alberto Naranjo Mesa
02 de mayo de 2019 - 09:21 p. m.
Hoy se cumplen 500 años del fallecimiento de Leonardo da Vinci, y la fecha se conmemora con exposiciones y charlas sobre su obra y su vida.  / Cortesía
Hoy se cumplen 500 años del fallecimiento de Leonardo da Vinci, y la fecha se conmemora con exposiciones y charlas sobre su obra y su vida. / Cortesía

No hay ni ha habido una mente más versátil, un espíritu más universal, una inteligencia mejor equilibrada, un talento tan inquisitivo, como los de Leonardo da Vinci. Ningún fenómeno natural escapaba a su curiosidad y a su anhelo de comprenderlo. Este “homo sanza lettere” era cultísimo, y conocía bien la filosofía del mundo antiguo lo mismo que la de su época; la ciencia grecolatina como la renacentista, y muy particularmente las artes plásticas desde Giotto y Massaccio hasta Alberti y sus contemporáneos. Con lucidez sin par cuestionó la falta de perspectiva de Epicuro y la teoría de las formas elementales de Platón.

Construyó una epistemología que confiere a la experiencia y al experimento un papel tan importante como a las matemáticas. Diseño máquinas y aparatos que aún ahora causan asombro, que han probado su eficacia como artificios militares, como máquinas de vuelo, como tipos de ciudadelas. Descubrió el claroscuro y una forma nueva de perspectiva. Pintó varias obras magníficas, entre ellas algunas de las más notables de toda la historia de la pintura; y como escultor construyó un monumento espléndido, que destruyeron las tropas francesas en su invasión a Italia. Compuso deliciosas obras literarias; fue un afamado chef de cocina. Se lo considera el fundador de la anatomía y la fisiología en el sentido moderno. En sus Cuadernos de notas legó a la posteridad el más rico bagaje de ideas y conceptos, de inventos y diagramas técnicos, de esbozos y estudios pictóricos. Su personalidad enigmática, su carácter y su constitución psíquica han adquirido con los siglos forma de esfinge, de misterio inexplicable. El mismo Leonardo parecía saberlo, y en alguna nota escribió: “Léeme lector, si te deleitas en mí. Porque rarísimas veces he renacido al mundo”.

Esta afirmación enigmática, con aire pitagórico, nos presenta la imagen que el creador singular se hace de su propia rareza: en efecto, no ha habido quién se compare con Leonardo en los últimos cinco siglos. Por supuesto que surgieron espíritus que lo superan en determinados campos de conocimiento, más no ha existido quien pueda exhibir semejante versatilidad, semejante equilibrio en el dominio de tantas ciencias, artes y técnicas, en la claridad filosófica de su práctica.

Para la Universidad de Antioquia es motivo de orgullo presentar, como primer volumen de esta nueva colección, Biblioteca Clásica para Jóvenes Lectores, una pequeña muestra de las anotaciones de Leonardo relativas a diferentes actividades del conocimiento. Ninguno de los capítulos pretende agotar el tema, pero sí incitar a los lectores a una investigación en profundidad acerca de lo allí tratado. Y el conjunto dará una buena idea de aquello en que consiste la universalidad de un pensador sin parangón, acerca del cual han corrido ríos de tinta sin lograr aprehender el sentido acabado de su misteriosa inteligencia y de su gracia.

 

 

Selección y prólogo: Jorge Alberto Naranjo Mesa

Leonardo da Vinci. Textos escogidos.

Págs. 18-20.

Por Jorge Alberto Naranjo Mesa

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar