El Magazín Cultural

Los “booktubers” se toman la FilBo

Estos colombianos tendrán su propio espacio en la Filbo. El dinamismo de los contenidos y la posibilidad de opinar sin censura de lo que leen, los han hecho exitosos entre los jóvenes.

Esteban Dávila Náder / @EstebanDN
26 de abril de 2017 - 03:00 a. m.
 Isabela Cantos, de Bogotá, es una de las “booktubers” más reconocidas del país. En un solo mes puede llegar a recibir hasta 30 libros y leer ocho. / Archivo particular.
Isabela Cantos, de Bogotá, es una de las “booktubers” más reconocidas del país. En un solo mes puede llegar a recibir hasta 30 libros y leer ocho. / Archivo particular.

Hace un año lo veíamos en todos los titulares. Corferias había colapsado. La visita del youtuber Germán Garmendia –quien promocionaba su primer libro con una gira por Latinoamérica– a la Feria Internacional del Libro de Bogotá fue el detonante de una asistencia nunca antes vista por los organizadores del evento.

Aunque las boletas se acabaron, los fanáticos del chileno seguían aglutinándose en las calles con la esperanza de poder verlo, así fuera por un segundo. El alboroto obligó a pedir refuerzos de la policía. Durante las semanas siguientes se desató en los medios una serie de intensos debates sobre si los youtubers deberían ser escritores, ser invitados a la Feria e incluso sobre la clase de literatura que están consumiendo los jóvenes.

Independientemente de quién tenga razón, la realidad es que estos libros existen y no pararán de llegar. Incluso Daniel Samper, quien en un principio satirizó el hecho creando su propio canal en esta plataforma, está aprovechando la Filbo para lanzar un libro basado en su experiencia como youtuber.

Andrés González, jefe de proyecto de la Feria del Libro para Corferias, señala que “los eventos que generen aglomeraciones serán trasladados a la Carpa de las Américas”, que se ubicará en el parqueadero del centro de eventos. Y advierte que no se ha confirmado la presencia de ningún youtuber, pero sí la de varios booktubers.

Valentina Quiceno tiene cerca de 29 mil suscriptores en Youtube. Estudia literatura y ha reseñado libros, así como leído apartes de historias y poemas en la plataforma desde hace dos años. Estos últimos hacen parte de un fenómeno que poco a poco se ha ido tomando los computadores del mundo con contenidos en video relacionados exclusivamente con libros. Valentina Quiceno, por ejemplo, tiene cerca de 29 mil seguidores en su canal de Youtube (The Gray Lady) y se define a sí misma como “una lectora cualquiera tratando de compartir a muchos otros lectores sus gustos literarios”. 

Isabela Cantos, otra de los book-tubers más reconocidos del país, con más de 32 mil suscriptores en su canal (Crónicas de una Merodeadora), advierte que “nunca hemos querido tener el papel de críticos literarios, porque casi ninguno de nosotros ha estudiado para ello”.  Al igual que Quiceno, cuenta, se lanzó a este mundo porque quería exteriorizar lo que sentía y pensaba después de leer un libro, pues en su día a día no había muchas personas con las que hacerlo.

Una experiencia que, cuenta Quiceno, les ha servido para darse cuenta de que son muchas las personas con ganas de opinar, recomendar y hablar de una manera diferente sobre libros. También para motivar la lectura. “Cuando tengo eventos con el público –recuerda Cantos–, no sólo los chicos y chicas se me acercan para que les firme el libro que les recomendé, sino que varios papás me dicen que sus hijos han dejado de ver televisión y no paran de pedirles libros de los que he hablado en mi canal”.

Y asegura que si bien cada booktuber puede hacer el contenido que desee en su canal, existen varias categorías comunes entre los exponentes de este mundo, como los “wrap ups” en los que hablan brevemente de los libros que leen al mes, sin dañar la trama y si los recomiendan o no; las reseñas de libros específicos en las que comentan sus experiencias leyéndolos; los “booktags”, donde responden preguntas de un tema al azar, basándose únicamente en escenas o personajes que han leído, y los “bookhauls”, mediante los cuales enseñan todo los que recibieron en el mes y dan un abrebocas de lo que tratan.

Es que estos amantes de la literatura pueden recibir treinta libros al mes y leer entre cinco y ocho, no solo literatura juvenil, sino también fantasías épicas, dramas y misterios. Los compran, los intercambian y hasta se los envían editoriales como Penguin Random House, Planeta, Urano y Ediciones B. Esto, hace la salvedad Cantos, no coarta su libertad de dar opiniones reales sobre lo que leen.

Julián González, integrante del colectivo de booktubers B2Rolo, comenta que para esta edición de la Feria sostendrán un encuentro nacional en el que participarán miembros de esta comunidad digital, como Quiceno y Cantos, y escritores, para hablar del impacto de la era digital en la lectura, las tendencias en literatura juvenil y el proceso creativo detrás de la escritura y lectura de un libro. Hoy hay que pensarlo dos veces antes de decir que los jóvenes ya no leen. La era digital está demostrando lo contrario un video a la vez.

Por Esteban Dávila Náder / @EstebanDN

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