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"Muerte, no seas mujer”, la película que revivirá a Gonzalo Arango en el Ficci

El cortometraje de Andrés Restrepo está nominado en la categoría Nuevos Creadores de la edición número 58 del Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias. Hace honor al escritor, poeta y fundador del nadaísmo.

Paulina Tejada Tirado @PauliTejadaT
26 de enero de 2018 - 08:34 p. m.
Andrés Restrepo, guionista y director de "Muerte, no seas mujer", que participará en el Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias.  / Cortesía
Andrés Restrepo, guionista y director de "Muerte, no seas mujer", que participará en el Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias. / Cortesía

Tu sueño te aleja de mí, pero yo te poseo más plenamente. No estás en mis brazos, pero tampoco estás en el tiempo, y es en ese rincón de la eternidad donde me reúno contigo, en una esencia tan total que nada puede separarnos.”

-Fragmento de Muerte no seas mujer, de Gonzalo Arango.

La muerte es pálida, es enigma y mujer. Quien le atribuya el horror, no ha sido testigo de la poesía que hay detrás de unos labios rosa destiñéndose del mismo color que hace que la belleza se pare en el tiempo y que la juventud sea realmente eterna.

Ahora, 87 años después de su nacimiento, una película recuerda lo que Gonzalo Arango, que reunió jóvenes escritores cuyo talento crearía una escuela de literatura nacional y un movimiento vanguardista clave para la protesta social colombiana, enunciaba. 

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Muerte, no seas mujer, bajo la dirección de Andrés Restrepo, hace honor a la sublimidad y el magnetismo del fin de la vida cuando tiene rostro femenino. En su universo, dos sepultureros de la Argentina en dictadura se encuentran con el cadáver congelado y seductor de una chica joven que se transformó en muerte al ahorcarse.

Para Andrés Restrepo, guionista y director de la obra, el impulso por escribir fue el mejor augurio. En la mañana de este viernes se levantó a hacerlo y luego se enteró de la noticia con la revelación de los nominados para el Ficci en su edición 58.

Su película, esa que había gestado desde que salió del país para perseguir a su amor, el cine, en Buenos Aires, Argentina, y que por fin parió en su tercer año de estudios con sus compañeros de clase, está nominada en la categoría Nuevos Creadores en uno de los eventos cinematográficos más importantes del continente.

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“Para eso hacemos cine”, dice Andrés, resumiendo la emoción reconfortante de ver a su obra en uno de los escenarios predilectos para darla a conocer.

Con solo dos meses y medio de preproducción, un cementerio en un pueblo porteño, una habitación abandonada en San Telmo y un encuentro fortuito en la calle en medio de una protesta con quien encarnaría a Celeste, Muerte, no seas mujer se hizo realidad, como un híbrido entre los lugares en los que habita el corazón de Restrepo: Medellín y Buenos Aires.

En su corto, el director abordó sus obsesiones físicas y espirituales, la belleza y la muerte, como metáforas de su vida. “No soy argentino, no soy anciano, no había hablado con un sepulturero, no sé nada de ellos. Todo este universo es una excusa para hablar de cosas humanas que sí he vivido: un amor imposible, una cercanía inalcanzable”.

Entre tanto, continuará estudiando su carrera en Buenos Aires y creando desde allí, para algún día hacer obra en Colombia. Su gran referente es el cineasta argentino Eliseo Subiela, pues “siempre hizo lo que se le dio la gana, el suyo es un cine muy libre, muy soñado, con argumentos muy locos, y precisamente eso busco”. Su cortometraje aplaude a Subiela, así como a Gonzalo Arango.

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Muerte, no seas mujer, también nominada en el Festival Internacional de Cine de Lebu, en Chile, es una búsqueda de respuestas y verdades.

Andrés Restrepo recuerda que la primera vez que fue al cine a ver una película de niños salió llorando desconsoladamente. Pero él no estaba triste, estaba conmovido. Y fue ahí, con menos años que dedos en su mano, cuando entendió que “el cine, el arte, es el único momento que al final tiene una recompensa emocional e intelectual con la capacidad de encontrar la verdad de la vida”.

Por Paulina Tejada Tirado @PauliTejadaT

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