El Magazín Cultural

Teatro para crear memoria en Casa E: Improvisar para no olvidar

Círcula Colectiva presenta "En Tierra", un montaje que busca revivir, por medio de la música y la improvisación, esas historias del campo colombiano que a veces parecen ajenas a las historias de la ciudad.

Mauricio Arévalo @TeatroenBta
14 de febrero de 2020 - 03:46 p. m.
La obra "En tierra" se basa en la improvisación teatral en el que el espectador se involucra en la obra y se convierte en dramaturgo. / Cortesía Casa E
La obra "En tierra" se basa en la improvisación teatral en el que el espectador se involucra en la obra y se convierte en dramaturgo. / Cortesía Casa E

Sobre el escenario, un mar de prendas de vestir. Dos músicos cantan y, de debajo de la ropa, se levantan dos actores, como si fuesen recuerdos que se despiertan de lo más hondo de la memoria. Uno de ellos, antes de comenzar una historia, aclara que el público va a ser partícipe de la misma y que será consultado en momentos cruciales sobre la dirección que deberá tomar. 

Así comienza "En Tierra", un espectáculo de improvisación teatral en el que el espectador se convierte en dramaturgo, y pasa de ser un testigo pasivo a un agente activo y definitivo para el rumbo de la trama. De esta manera, los dos actores, Alejandra Chamorro y Emmanuel Restrepo, junto a los músicos, Betsy Castaño y Daniel Rodríguez, se adaptan a los momentos y las indicaciones del público para hacer un retrato, entre costumbrista y poético, de esas historias que habitan la memoria colectiva de una Colombia que aún no ha podido sanar las heridas del conflicto.

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“La improvisación es una acción que no tiene nada acordado ni ensayado previamente”, explica Chamorro, “cada artista de En Tierra ha estado estudiándola por su cuenta, pero todos hemos entendido la libertad creativa que nos da, es decir, podemos hablar de lo que queramos cada noche”. Aunque la obra, cuyo formato fue ideado por la peruana Piera del Campo, sí tiene unos temas que se abordan en cada presentación, la forma en cómo se aproximan a ellos depende de factores externos que terminan transformando cada función en un espectáculo único con un sello propio y particular. 

Al tomar las decisiones cruciales de las historias, en apariencia pequeñas, el público pone en evidencia ese subconsciente colectivo que escribe el destino de nuestro país; un subconsciente marcado por la diversidad de formas de ser y de pensar. Como lo explica Restrepo: “Las historias de Colombia son tan cotidianas, tan mágicas y tan infinitas como la misma improvisación. Amarrarnos a una sola historia era quedarnos con una sola visión del conflicto, mientras que la improvisación nos deja explorar miles y miles de perspectivas”. Y es precisamente en esa variedad donde habita la posibilidad de crear memoria. Como lo dice Felipe Correa, el director: “la creación de la memoria es poder entretejer todas las perspectivas que hay entre los distintos puntos de vista de los seres humanos y así resignificar el origen y la trascendencia que tenemos como sociedad”. La obra, por tanto, crea un espacio de reflexión de quiénes somos, qué pensamos, por qué tomamos los caminos que tomamos y qué podría pasar si escogiéramos un camino diferente. Nos ayuda a recordar quiénes hemos sido para entender quiénes somos hoy e identificar quiénes queremos ser mañana.  

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La improvisación les exige, tanto a los artistas como a los espectadores, estar presentes en el presente; es una construcción del “momento a momento de forma grupal, escuchándonos entre todos”, como lo define Correa. Sin embargo, hay en ese “todos” unos ausentes, que son los personajes evocados por los actores. “Nosotros le mostramos a los espectadores que todavía hay algunas personas sin voz en nuestro país”, cuenta Restrepo, “y, aunque nosotros los artistas no podemos darles esa voz, sí podemos recordarles a todos que ahí están esas personas. Eso también es memoria”. 

De esta manera, En Tierra crea en el formato de la improvisación una suerte de confianza en el otro, tanto entre el equipo artístico como entre los espectadores, que transforma la experiencia individual en una vivencia grupal.  Así, la obra se escribe y se vive entre todos a un mismo tiempo: una recreación artística de lo que es, en últimas, la experiencia de construir país.

Por Mauricio Arévalo @TeatroenBta

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