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La Superintendencia Financiera reveló que los activos del sistema financiero, a junio, crecieron 8,11%, una cifra que supera el billón de pesos.
Por su parte, los bancos lograron utilidades acumuladas de cerca de $4 billones durante los primeros seis meses del años. La entidad que según las cifras del ente regulador tuvo mejores resultados durante el ejercicio fue Bancolombia ($1,34 billones), seguido por Banco de Bogotá ($1,24 billones). Davivienda, por su parte, ocupó el tercer puesto en el ranquin, con $598.480 millones).
Wilson Tovar, jefe de investigación de Acciones & Valores, aseguró que “los bancos tienen un derivado muy fuerte que son las vías 4G, que ya han tenido algunos cierres financieros. Los veo muy bien preparados para enfrentar, sobre todo, la coyuntura económica que se acerca. Los resultados son lógicos en la medida en que Bancolombia y Banco de Bogotá son los grupos económicos más fuertes del país y que han salido de las fronteras de Colombia.
Los analistas consideran que la consolidación del HSBC en Centroamérica por parte de Davivienda lo va a fortalecer aún más dentro del sector. Asimismo, destacaron la credibilidad de los banqueros en el escenario internacional, que ha impulsado la llegada de entidades foráneas.
A propósito de los bancos extranjeros, la Superintendencia Financiera informó que el BBVA fue uno de los bancos con mayor desempeño en el escenario local con más de $319 mil millones, escoltado por Corpbanca con más de $187 mil millones. En total, los diez bancos de otros países que hacen presencia en Colombia obtuvieron resultados de más de $920 mil millones en el primer semestre.
El sector financiero, por suerte para Colombia, tiene un comportamiento positivo y se siguen observando incrementos de los ingresos y mejoramientos en la cartera, dijo Orlando Santiago, analista de Félix Valor.
Sobre factores como la caída de los precios del petróleo —que ha tocado niveles de US$40 por barril—, Santiago considera que no lo ha afectado porque la mayoría de los productos que ofrecen los bancos están destinados a clientes que no tienen que ver con el sector de hidrocarburos. Los principales afectados son el Gobierno y las empresas petroleras.