La casa de los materiales que se gesta en Bogotá

El espacio se prevé como un centro de innovación que articule capacidades de investigación de la academia con las necesidades de empresarios y los gremios de la ciudad.

Emanuel Enciso Camacho *.
25 de noviembre de 2018 - 02:00 a. m.
Los profesores e investigadores Germán Gómez, Sandra Paola Vargas y Daniel Salamanca. / Utadeo
Los profesores e investigadores Germán Gómez, Sandra Paola Vargas y Daniel Salamanca. / Utadeo
Foto: Alejandra Zapata

Un ambicioso proyecto de región, enfocado en la Estrategia de Especialización Inteligente que adoptó Bogotá desde 2013, viene siendo tejido, hilo a hilo, por instituciones como la Universidad Jorge Tadeo Lozano, la Cámara de Comercio de Bogotá, la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico, Connect Bogotá y Colciencias. Se trata del Centro de Materiales que se constituirá en el eje articulador de las capacidades tecnológicas, humanas, de infraestructura y de investigación para la innovación de materiales, en un claro ejemplo de diálogo entre Estado, academia y empresarios, conocido como la triple hélice, cuyo propósito es acelerar la competitividad de la industria.

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Ad portas de finalizar su primera etapa de ejecución, que consistió en un estudio de prefactibilidad, el Centro responde a las necesidades empresariales de encontrar nuevas materias primas y reconocer a todos los actores que participan en su proceso de desarrollo, gestión, comercialización y transformación, pues hasta el momento —señala Nelsy Cely, directora del proyecto— están desarticulados.

La idea de un Centro de Materiales no es nueva; de hecho ha estado en constante metamorfosis. En 2016, como parte de la iniciativa del clúster de Comunicación Gráfica de la Cámara de Comercio de Bogotá y de la Escuela de Diseño, Fotografía y Realización Audiovisual de Utadeo, liderada por Carlos Francisco Pabón, se propuso la creación de una materialoteca (biblioteca de materiales) orientada a los empaques.

A esta idea se sumaron otros clústeres, como los de Joyería y Bisutería, Cuero, Calzado y Marroquinería y Prendas de Vestir, que viraron la propuesta hacia una materialoteca que respondiera a los retos de los sectores.

La propuesta finalmente fue la ganadora de la Convocatoria de Especializaciones Inteligentes del Open Summit 2017. Hoy, el Centro es uno de los proyectos más exitosos que se incuban en Utadeo y cuenta con el apoyo de su Dirección de Investigación, Creación y Extensión (DICE) y la Oficina de Consultoría.

Sin embargo, como sucede con los buenos materiales, el proyecto continuó su transformación. Cely en compañía de Sandra Paola Vargas, Daniel Salamanca y Germán Gómez, profesores e investigadores de la Escuela, llevaron a cabo un ejercicio de benchmarking, así como de entrevistas y reuniones con empresarios y gremios. Encontraron que replicar un modelo extranjero de materialoteca en la ciudad no era lo que necesitaban, en la medida en que la industria bogotana tiene un gran potencial de capacidades en materiales que incluso son endémicos (como algunas fibras naturales), al tiempo que el sector empresarial experimenta diferentes dinámicas a las que, por ejemplo, tienen sus colegas españoles con Materfad (Centro de Materiales de Barcelona) o los brasileños con Inspiramais.

Comprendieron, además, que no solo se necesitaba una biblioteca de materiales, sino que el sector requería un laboratorio de experiencias con el material, que además de posibilitar la innovación incentive la generación de nuevas ideas de negocio; la consultoría en materiales, en articulación con las universidades, el SENA y las empresas; la formación constante en esta área y, finalmente, la gestión de proyectos, en un amplio círculo virtuoso de inteligencia competitiva y de economía circular.

“El Centro —indica Cely— responde a una necesidad de los empresarios de tener un portafolio de servicios orientado a darles información actualizada y fiable en temas como tendencias, proveeduría del material, iniciativas y convocatorias, así como un centro donde se tenga un laboratorio de experiencia con el material, más allá de contar con una exposición a modo de biblioteca para su consulta”.

El desarrollo del Centro de Materiales se concentra en tres flancos. El primero, dirigido por Daniel Salamanca, busca implementar la tecnología y la experiencia de usuario de la plataforma digital que alojará la información técnica de los materiales, mediante el uso de una aplicación web y de realidades mixtas (aumentada y virtual).

Desde el ámbito de la arquitectura de la información de esta plataforma, la encargada es la profesora Sandra Vargas, quien trabaja especialmente en la interacción de los usuarios con los materiales, según las diferentes categorías y escenarios de la información, con el propósito de generar comunidad en torno al Centro.

Finalmente, el profesor Germán Gómez trabaja en el diseño de talleres con los empresarios, así como en el pilotaje de transferencia tecnológica del Centro, que consistirá en una exposición de materiales, una agenda académica que recogerá las experiencias de otros centros de materiales del mundo y la interacción en torno al Laboratorio de Experiencia. Este espacio se llevará a cabo en Utadeo en marzo del 2019 y, dada su naturaleza, se convertirá en el primero de su tipo en el país. Este congregará a proveedores y grupos de investigación y a actores que tendrán la oportunidad de exponer sus materiales desarrollados y comercializados. El Centro de Materiales, un referente en economía naranja para Bogotá.

Según los investigadores, más allá del modelo de gobernanza que se desarrolló en la primera fase, que contempla al Centro como una entidad legalmente constituida e independiente, el principal logro ha sido el posicionamiento del proyecto en las principales empresas y gremios de la ciudad, entre ellas la ANDI, Andigraf, Acicam, Ceinnova y Fenalco, así como el trabajo interclúster, en el que desde ya se espera que ingresen otros sectores, como el de la construcción, los alimentos y la salud.

“Este es un proyecto que ha sido orientado con dinámicas desde el diseño, y eso nos ha puesto en unos retos con otras disciplinas, lo cual nos ha permitido entender que no se trata de importar modelos e instaurarlos, sino que nos tenemos que mirar e interconectar, pues hay muchos materiales que no necesitamos adquirir por fuera del país”, enfatiza Gómez.

La apuesta también tiene que ver con la usabilidad y el uso sostenible de los materiales, pues, tal como lo señala Cely, la búsqueda de nuevas materias primas obedece a encontrar a los actores que trabajan en torno a los materiales inteligentes y amigables con el planeta: “Cuando uno conoce un material y piensa desarrollarlo como nuevo negocio está pensando en nuevas iniciativas de emprendimiento en las que la base es el diseño”, dice Cely.

Y agrega que “si estamos hablando de sostenibilidad y de qué va a pasar con la recuperación de los productos, especialmente desde su ciclo de vida, aquí entramos a innovar pensando en el material, generando sustituciones de materiales con ciclos más cortos, que respondan a las apuestas de ciudad, y eso es economía naranja”.

El gran reto para el próximo año es asegurar recursos para el desarrollo de competencias del Centro, con miras a que pueda operar en el 2020. Hoy, el proyecto hace parte de los recursos que serán priorizados por Connect Bogotá, pero también se espera que nuevos actores de la academia se sumen y puedan aportar en calidad de cofinanciadores. También las puertas están abiertas para recibir inversión por vía de cooperación internacional.

Así mismo, en 2019, en conjunto con el clúster de software y TI, se entregará la plataforma digital piloto con información y contenidos primarios.

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Aunque todavía no se ha definido un espacio físico para el Centro, ya hay varias propuestas en el sonajero, entre ellas el Distrito Naranja que se planea construir en la antigua zona conocida como el Bronx, o el Parque Científico y Tecnológico de Bogotá: “El sueño es hacer unos laboratorios de experiencias que sean móviles, donde se lleven los materiales a las empresas, a sus ferias, a sus consejos directivos o a las agendas de los gremios”, puntualiza Cely.

*Editor Revista Expeditio Utadeo

Por Emanuel Enciso Camacho *.

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