Las personas que se caracterizan por dar órdenes o imponer sus ideas y que no aceptan otro punto de vista pierden vigencia en el campo empresarial. La razón: ese estilo de liderazgo coercitivo produce un clima negativo que desmotiva a los empleados y afecta la productividad. Esa es la principal conclusión del estudio de la firma Hay Group, cuyo gerente regional, Ignacio Gagliardi, agrega que esa realidad se traduce hoy en Colombia en que “el 70% de los líderes son coercitivos”.
En el mismo contexto nacional, el presidente de Nutresa, Carlos Ignacio Gallego Palacio, plantea que por eso en Colombia “tenemos un gran reto en la formación de líderes con sensibilidad para servir, para entender las problemáticas sociales y ejercer mayor influencia en el desarrollo del país”. En su criterio, que los modelos de liderazgo que se utilicen inspiren a las personas y las conduzcan a formar mejores equipos de trabajo. Un liderazgo hecho desde el ejemplo y la colaboración colectiva.
La encuesta de Hay Group revela que en las grandes multinacionales prevalece un modelo de liderazgo dirigido a la visión de futuro. No es ejercicio autoritario. Aparecen hombres y mujeres que comparten conocimiento y ayudan a que sus compañeros de equipo crezcan. La multinacional Telefónica Movistar es un ejemplo. En 2014 estuvo en el ranquin de las mejores veinte compañías por su liderazgo, según la consulta. Su director de recursos humanos, Juan Carlos Álvarez, lo explica: “Estamos enfocados en transformar la empresa desde las personas que la integran”.
El sondeo realizado por Hay Group, una consultora global que trabaja con altos ejecutivos, plantea que, respecto al capítulo colombiano, escasamente “el 30% de las organizaciones tienen un modelo definido de liderazgo”. Entre ellas Bancolombia, reconocida como una empresa privada con excelente talento humano. Su vicepresidente de gestión, Enrique González Bacci, lo define como “orientado desde el ser y para el ser. Con enfoque humanista para contar con empleados alegres que contribuyan a cambiar la vida de las personas”.
A pesar de estas y otras notables excepciones, es claro que falta que un sector grande y significativo de la industria nacional se alinee con objetivos parecidos en el desarrollo de sus líderes. Un reto que se soporta principalmente en remover las bases de la educación de líderes. Lo recalca el presidente de Nutresa: “Las instituciones educativas le dan más relevancia a la formación de competencias que a los atributos del ser. Por fortuna, hoy se toma conciencia sobre la importancia de fortalecer seres humanos integrales”.