El lado menos conocido del padre Francis Wehri

En 1998, dos alumnos del Colegio San Carlos entrevistaron al Padre Francis para el periódico escolar El San Carlista. Un homenaje al maestro de maestros.

Nicolás Cárdenas y Santiago Guerrero*
31 de julio de 2017 - 08:32 p. m.
Archivo El Espectador
Archivo El Espectador

Un día más llega a su fin. Los buses prenden los motores y en el rostro de los alumnos se aprecia la felicitada de quien se siente “libre”. Dentro de esa escena cotidiana un ser casi invisible, observa todo en silencio mientras limpia nuestro segundo hogar ante la indiferencia de sus inquilinos. Con una paciencia casi enfermiza, recoge uno a uno los restos de lo que pareciera un festín Sancarlista. Un día la rutina cambio,  olvidó por unas cuantas horas su quehacer diario y permitió conocer un poco más de aquél ser que la familiaridad estaba tornando invisible…

Nacido un 27 de diciembre de 1935 en Hebron (Dakota del Norte), el Padre Francis declara haber tenida una infancia feliz: “mi niñez fue muy feliz, vivíamos en una finca dónde había mucho espacio para correr y podíamos hacer lo que quisiéramos”. Lo que más le gustó de su infancia fue la posibilidad de correr libremente por los campos de la finca de su padre. La finca, territorio que adquirió su bisabuelo y donde nació su papá, está localizada en North Dakota y allí es donde el pequeño Francis fue criado. De ascendencia alemana, su familia materna emigró hacia Rusia ante la posibilidad de adquirir tierras baratas. Años después escaparon hacía Estados Unidos, evitando así pertenecer a las filas del ejército ruso.

Siendo tan sólo un pequeño de 5 años, el Padre Francis comenzó a tomar lecciones de piano. Tiempo después ingresó a un colegio religioso; en quinto elemental ya había optado por la vida religiosa. Gran parte de su familia se dedicó a la vida religiosa, sus hermanos y hermanas, tía y primos, dentro de los cuales se encuentra Father Lawrence quien fue uno de los fundadores del colegio. De allí pasó a St. John’s University en Minnesota, en donde estudió filosofía y psicología. Después pasó al monasterio y estudio 4 años de teología. En De Paul University (Chicago) estudió música durante cuatro veranos. En 1960 aparece la posibilidad de fundar un colegio en Bogotá. Un año después se toma la decisión de fundar el Colegio donde en el 66 empezaría a trabajar el Padre Francis, remplazando al conocidísimo Padre Sebastián, quien por ese entonces era el rector del colegio. De esta manera intercambiaron cargos, uno como rector en Bogotá y otro como rector del Colegio en Dakota. Antes de venir, conocía algo de Colombia a través de fotos recibidas de sus colegas y se encontraba seguro de que no tendría que vivir en medio de la jungla. Sus últimos estudios los realizó en Colombia a través de la Universidad de Alabama y obtuvo el título de Administrador Escolar (School Administrator).

Viaja cada dos años a Estados Unidos, pero considera que su hogar es donde se encuentra su trabajo. De allí extraña a su familia y a miembros de la comunidad que alguna ocasión estuvieron a su lado. Aun así declara que “los Estados Unidos no son gran cosa” [´no big deal´]. Asimismo le encanta Colombia, con una fascinación casi misteriosa hacia las tierras boyacenses. En una ocasión los miembros de la comunidad tomaron un bus escolar y viajaron hasta Ecuador. En otra ocasión tomaron la decisión de viajar a Venezuela y lo consiguieron en el Volkswagen. En otra oportunidad ha viajado a Cartagena, pero encuentra una mayor afinidad hacia las tierras de clima frío.

Después de ciertas interrupciones imprescindibles en su cargo, la charla continuó y las preguntas ahondaron en el presente…

¿Cuál es la razón de la migración repentina de las hermanas de la comunidad?

Ummm…se envejecieron. Ninguna de ellas quería regresar. Son órdenes de los superiores.

La imagen transmitida por Sister Edwin era totalmente opuesta a usted, ¿qué piensa de esto y del método ejercido por ella en primaria?

[risas] Bueno la diferencia es que yo nunca tuve que lidiar con niños pequeños. Ella era muy estricta. Es particularmente interesante, que ahora se habla de la necesidad de ser estricto con los niños ya que estos pierden mucho tiempo y no tienen hábitos de estudio. Sabemos que la Sister le daba palmadas a los niños. Algunos padres lo tomaron bien, otros dijeron no. Recuerdo una vez cuando Sister Edwin le dijo a unos padres de familia que necesitaba hablar acerca de su hijo. Los padres estaban asustados de venir a hablar con ella y le pidieron a Father Lawrence si podía encontrarse con ella en su oficina. Le temían a Sister Edwin…ja!...En muchas ocasiones tuvimos distintos puntos de vista.

¿En qué debe radicar la educación?

Recuerdo muchos años atrás, leí un artículo en donde el autor decía que el colegio como un colegio es una institución que se encarga de preparar estudiantes en diferentes áreas de estudio, como idiomas, sociales, literatura, matemáticas, filosofía. Las actividades del colegio son también importantes. La razón de un colegio es la de preparar a personas en áreas específicas de estudios. Otra cosa que pienso es que la educación debe ser pública y esto es un problema en Colombia. El Estado debe destinar los recursos necesarios para la construcción y renovación de escuelas y colegios, y para que el pago a los docentes sea el adecuado para la responsabilidad que tienen.

¿Qué opina de algunos colegas que al parecer toman la educación como un negocio?

En algunos casos el costo de los bonos es exagerado. En otros casos es entendible ya que se preocupan por traer profesores del exterior y eso tiene su costo. Normalmente los padres entienden que es lo que está pasando y pueden ver los resultados en sus hijos.

¿Recordaría alguna época como la mejor del colegio y de usted mismo?

Los años en los que tuvimos…como dijera…el mayor cuestionamiento de lo que estábamos haciendo. Cuando los estudiantes iban a sus casas y les contaban a sus padres lo aprendido en clase, los padres se preocupaban. Esto sucedió por épocas, recuerdo un tiempo en el que recibí visitas de los padres y se encontraban realmente desconcertados con el profesor de literatura (ahora rector del Colegio San Benito). Él decidió que iban a leer Cien Años de Soledad. Vino toda una delegación de padres, siendo tan sólo voceros de muchos más. “Cómo podemos tener ese tipo de literatura, ese lenguaje…” Era una de las novelas catalogadas como la mejor del momento, los estudiantes estaban interesados en la literatura. Unos padres entendieron y otros no. Hubo una época en la cual fuimos el colegio comunista. Existía un buen ambiente de discusión, pero muchos padres acusaron al colegio de fomentar las ideas comunistas. Hasta se acusó a un profesor de cargar un documento que lo identificaba como miembro del partido comunista.

¿Por qué no hemos vuelto a un tener un psicólogo(a) en bachillerato?

Resulta que nos dimos cuenta que a veces cuando había un problema entre un alumno y un profesor se acudía al psicólogo. El estudiante espera una solución sin cambiar ni su comportamiento, ni su actitud. Posiblemente necesita una terapia prolongada que se le sale de las manos al colegio, siento que es responsabilidad del estudiante y sus padres el llevarla a cabo. Es recomendable que los padres consulten un psicólogo por fuera del colegio, si requiere de tal ayuda. No es razonable que unos estudiantes paguen por el psicólogo de otros. En primaria la psicóloga está llevando una excelente labor.

¿Cree que existe un tipo de estudiante que no logra ajustarse al ritmo del colegio?

Creo que hay algunos, no quiere decir que no sean capaces, existen ciertos estudiantes que no pueden. El otro día una mamá me dijo que lo mejor era que se hijo se fuera a otro colegio. Tomó esa decisión y ciertamente en algunos casos, un cambio de colegio es beneficioso. A veces recuerdo más a aquellos estudiantes que abandonaron el colegio, que aquellos que aún están en él.

¿Cómo consigue recordar tantos nombres?

Bueno, supongo que soy una especie de político. Los políticos recuerdan nombres, les gusta lidiar con las personas. No estoy diciendo que esté buscando votos, pero me gusta hablar con las personas y ellas aprecian que uno las conozca. Chávez y Silva [1997] vinieron hoy, pero no me podía acordar de Silva. Finalmente cuando fuimos a la cafetería, lo miré a los ojos y…ay!…Silva, lo recordé, ja! Esto es algo que tienen las personas como nuestro obispo en casa. A las personas les gusta ser recordadas, reconocidas y supongo que es un don que tienen ciertas personas. Es como aquellos que son capaces de hablar bien inglés o español.

¿Cuándo llegó por primera vez a Colombia sabía algo de español?

No, jaja….eso fue chistoso, viví aquí seis años antes de tomar tres semanas de español. Siempre he dicho que las personas colombianas son maravillosas porque una vez que aprendí a decir una palabras la gente me decía que hablaba muy bien, me motivaron. Una vez en una reunión intenté a hablar español y todos se empezaron a reír de mí. Afortunadamente había alguien que hablaba inglés y español que me ayudó. Por eso yo le digo a los muchachos siempre, “no puedes tenerle miedo a nada”.

¿Vienen inspectores del ministerio?

¿Acá?...oh sí, muchas veces. Antes iban a visitar a los salones y los profesores decían “oh no”. Sister Antoinette decía “si pueden decirme cómo hacerlo mejor, entonces que vengan”. Ella era diferente, antes de que viniera acá había sido profesora durante años, no era sólo una profesora, era la cabeza de un colegio gubernamental en Canadá. Una vez vinieron a decir que los niños deberían aprender su propio lenguaje primero y no empezar con un segundo idioma en transición. Escogieron a un niño para ver cómo hablaba los idiomas; empezó con el español y estaba bien y siguió con el inglés y también estaba bien. Creo que escogieron al perfecto porque este hablaba muy bien los idiomas. Al final, le preguntaron si la mamá sabía hablar inglés y él respondió “escasamente sabe decir agua” [“she can barely say water”]…jajaja. Todos se empezaron a  reír. Tenemos bastantes inspecciones. Creo que si uno les dice lo que está haciendo, y uno es honesto en lo que está haciendo, todo termina bien. Ese es su trabajo y estas personas algunas veces se sienten muy bien si uno les da la oportunidad de dar sugerencias. Todos podemos aprender de algo en un encuentro con una persona.

¿No cree que el colegio le da mucha libertad a los alumnos?

Mi opinión sobre eso cambia todos los días. Algunas veces no es tanto la libertad sino que hay unos frescos. Quiero decir unos muchachos que están en once ahora…son frescos. Una vez alguien me contó que en [la Universidad de] Los Andes dicen “la plaga San Carlos viene”.

¿Qué hace en su tiempo libre?

 ¿En mi tiempo libre?....Bueno, qué hago en mi tiempo libre. Recojo la basura en el colegio. Leo mucho cuando tengo tiempo libre; oigo música en los fines de semana. Veo las noticias todas las noches de 7 a 7:30. Tenemos cable en el monasterio y hay veces en que me siento a ver qué están dando. En estos días vi una película, Mr. Holland’s Opus, esa es una buena película.

¿Cree que el colegio es el mejor del país?

Es uno de los mejores, académicamente.

¿Qué hay de cierto de la posibilidad de unirse con otro colegio para así formar un colegio mixto?

Sí, de pronto. En ocasiones anteriores se han tenido conversaciones con el Santa María y el Santa Francisca, pero es muy complicado acordar el sitio del nuevo colegio y la organización del mismo. Asimismo, otro inconveniente sería el de tener que sacar a estudiantes de cada grado para disminuir el plantel que conformaría la unión de ambos colegios. Tal vez cuando yo ya no esté, esta posibilidad sea viable.

¿Cree usted que el examen del ICFES es una buen método para medir las aptitudes de un estudiante?

Este tipo de examen existe en países a lo largo de todo el mundo (…) Así que puede ser una medida válida. La directora de Los Nogales, Luisa Pizano, quería conocer qué tan bueno era el examen, así que se inscribió para tomar el examen junto a sus alumnos. Ella avaló totalmente el examen diciendo que es muy bueno. ¿A quién le voy a creer más que a ella? Con ella llegamos a una conclusión: la edad es un factor determinante para obtener un mayor éxito en este tipo de exámenes.

¿Qué opina de los resultados de este año?

El promedio de cada colegio bajó este año. El rector del San Jorge afirma que hubo una falla en la prueba de inglés. Hay personas que piensan que existió una falla en la prueba de inglés. Apareció el caso de una estudiante que había obtenido un puntaje altísimo en el TOEFL [prueba de inglés estudiantes foráneos] y tan sólo sacó 71 en la prueba del ICFES. Otra cosa, siempre estamos acostumbrados a ser los mejores, tenemos que aprender que no siempre vamos a ser los mejores en todo. Llega un momento en que bajamos y toca empezar de nuevo.

¿Cuál ha sido su mayor orgullo como rector del colegio?

Nuestros alumnos, su individualidad. Nuestros graduados y el efecto que hemos tenido en ellos. Asimismo es un orgullo los alumnos quienes han colaborado con el futuro del colegio.

¿Cuál ha sido su mayor decepción como rector del colegio?

Mi incapacidad para satisfacer todas las exigencias del colegio en mi quehacer diario (bajo esto podemos incluir muchas cosas).

 

La charla llegó a su fin y con ella se reinició la rutina normal. Los días pasan, dejando en su rastro un Padre Francis amable, un Padre Francis de orejas rojas, un padre que escucha y un padre que aconseja. El Padre Francis que todos conocemos. Los fines de semana son su reencuentro con aquellos hijos pródigos quienes han vuelto a casa, aquellos exalumnos que lo recuerdan y buscan. Todavía hay tiempo para aquellos quienes aún se encuentran en el colegio, para recordarlo de vez en cuando y valorar a quien ha dedicado su vida a educarnos. Tal y como lo ilustra la frase final de la charla, “la vida apenas comienza, especialmente para ustedes…”

 

Los favoritos del Padre…

-Una película…Far from the madding crowd, clásico del cine basado en la novela de Thomas Mann.

-Un libro…La Biblia.

-Una revista…Kaplan, revista especializada para administradores escolares.

-Un compositor…Brahms.

-Un país para vivir…Colombia.

-Un presidente para Colombia… un exalumno (Andrés Pastrana).

-Comida favorita…spaghetti.

*Esta entrevista fue publicada en junio de 1998 en el periódico escolar El San Carlista bajó el título "Lo desconocido del más conocido" 

 

 

 

 

Por Nicolás Cárdenas y Santiago Guerrero*

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