Este miércoles, se registró una explosión del depósito de gas de un bus tras chocarse con otro vehículo que circulaba en contravía en la ciudad de Karak, Pakistán. El hecho causó la muerte de 14 personas, mientras que otras cuatro resultaron heridas de gravedad.
Pakistán cuenta con uno de los índices de accidentes de tráfico más altos del mundo debido al pésimo estado de sus carreteras, a las deficiencias de los vehículos y a que los transportes públicos suelen circular sobrecargados de pasajeros.
A finales de enero, 27 personas murieron, entre ellas nueve niños, y otras 13 resultaron heridas cuando un autobús ardió tras chocar con un camión en el sur del país.
En uno de los accidentes de tráfico más graves, ocurrido en 2017, al menos 180 personas perdieron la vida en la explosión de un camión cisterna cargado de gasolina.
Igualmente, en otro accidente anterior, reportado en 2015, 62 personas murieron calcinadas tras el choque de un autobús repleto de viajeros con un camión que transportaba gasolina en el sur de Pakistán.