Tres días después del fuerte enfrentamiento que sostuvieron los cocaleros bolivianos y las fuerzas antidroga de ese país el pasado viernes, el gobierno de Evo Morales sugirió que los manifestantes en contra de la erradicación habrían sido entrenados por ciudadanos colombianos.
El enfrentamiento, que dejó un saldo de un policía muerto y otros siete uniformados, se presentó luego de que el gobierno de Evo Morales desplazará a más de 500 uniformados a la comunidad de La Asunta, en el norte de la paz, que debían apoyar la erradicación de plantaciones ilegales de coca.
Según la versión oficial, la fuerza policíaca fue emboscada luego de que los cocaleros exigieran el retiro de los uniformados que destruyen a mano los cocales ilegales. Carlos Romero, ministro de Gobierno, fue el encargado de dar explicaciones sobre el violento episodio, que según el funcionario habría sido influenciado por colombianos.
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El ministro dijo a periodistas que colombianos, presumiblemente narcotraficantes, "habrían sido internados" en Bolivia "para enseñar (a grupos de cocaleros) la utilización de armas de fuego, para enseñar a la estructuración de grupos armados, para enseñar a activar armas y disparar proyectiles de manera selectiva".
Este enfrentamiento y la fuerza pública se da en el marco de una ofensiva del gobierno de Evo Morales por reducir las plantaciones ilegales de coca en el país. De acuerdo con el viceministro de Defensa, Felipe Cáceres, las fuerzas antidroga bolivianas tienen pendiente la erradicación de aproximadamente 270 hectáreas de cultivos ilegales.
Y aunque el gobierno ha afirmado que lo que se presentó el viernes fue una “emboscada”, un dirigente cocalero y miembro del Comité de Defensa de la Asunta, Miguel Narváez, dijo a una radio local que eso no ocurrió, sino “una represión de la policía a una reunión de cocaleros”.
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De hecho, un grupo de cosechadores de hoja de coca que se reunió el domingo en La Asunta decidió mantener su pedido de expulsión de las fuerzas policiales del lugar. "¿De qué vamos a vivir si nos van a quitar la hoja de coca?", dijo a radio Erbol Rafa Sánchez, dirigente de las mujeres cocaleras.
Según un reciente informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), los cultivos de coca crecieron el año pasado un 6%, pasando de 23.100 a 24.500 hectáreas, principalmente en los Yungas de La Paz (65%) y el Trópico de Cochabamba (34%).
El mismo estudio estimó que entre el 35% y el 48% de la coca va a parar a la producción de cocaína. Bolivia es el tercer productor de coca y cocaína del mundo, detrás de Perú y Colombia.