Donald Trump, ¿nobel de paz?

En un evento público el presidente estadounidense fue recibido con el grito: “¡Nobel, nobel!”. El mandatario surcoreano también lo propuso.

Jesús Mesa Mosquera
02 de mayo de 2018 - 01:50 a. m.
Trump, cuyos trinos ponen en riesgo la seguridad, ¿nobel de paz?  / AFP
Trump, cuyos trinos ponen en riesgo la seguridad, ¿nobel de paz? / AFP
Foto: EFE - SHAWN THEW

El presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, insinuó que el presidente de Estados Unidos debería ser considerado como candidato para el premio que entrega el Comité Noruego del Nobel, por la presión que ejerció sobre su vecino del norte.

A pesar de que hace un año sólo se hablaba de una posible guerra en la península coreana, los presidentes de Corea del Norte, Kim Jong-un, y Corea del Sur, Moon Jae-in, protagonizaron una cumbre histórica, sellada con un fuerte apretón de manos y un compromiso de acabar con una guerra de más de 50 años.

Y aunque debería ser Moon quien habría de llevarse todo el crédito, pues desde que llegó a la Presidencia de su país hace un año le apostó a la paz con su peligroso vecino, ha sido el mandatario surcoreano quien ha reconocido el importante papel del presidente de EE. UU.

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Al ser preguntado sobre si recibiría el Premio Nobel de Paz, Moon respondió que el destinatario del galardón debía ser otro. “Es realmente el presidente Trump quien debería recibirlo. Nos conformamos con la paz”, dijo el surcoreano según pudieron confirmar fuentes oficiales de Seúl. Y mientras Moon reconocía el papel del magnate, en el estado de Michigan, cientos de asistentes a un evento público recibieron a Trump entre vítores. “¡Nobel! ¡Nobel!”, gritaban eufóricos, a lo que Trump respondió, con inusual humildad, que lo que él quería más que nada era que el trabajo quedara “bien hecho”.

La cumbre del viernes entre Moon y Kim fue saludada como un avance mayor en la reducción de las tensiones en la península coreana. La escalada verbal en 2017 entre Estados Unidos y Corea del Norte, junto con fuertes sanciones económicas contra el régimen comunista, hizo temer un nuevo conflicto en la península. Sin embargo, esto tuvo un efecto contrario, pues Kim inició el 2018 con un nuevo propósito.

El giro dado durante los Juegos Olímpicos de Invierno en Corea del Sur, que culminó en la cumbre del viernes, sembró esperanzas inimaginables hace unos meses. Buena parte del crédito, de acuerdo con Moon, se debe a la actitud que Trump tomó frente al tema norcoreano, pues es claro que es el presidente que más ha avanzado con Corea del Norte en más de 50 años.

“Los esfuerzos de su administración de aplicar sanciones sin precedentes contra Corea del Norte desempeñaron un papel claro”, explica Aaron Blake en el diario estadounidense The Washington Post. Para el analista, sin embargo, sólo se podrá hablar de un verdadero avance cuando se dé la reunión entre Trump y Kim.

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Esta no sería la primera vez que una posible paz entre las dos Coreas resulte determinante para conceder un Premio Nobel de Paz. En el año 2000, el entonces presidente surcoreano Kim Dae-jung fue reconocido por haber concretado una cumbre intercoreana con Kim Jong-il, líder supremo de Corea del Norte y padre del actual mandatario. Por eso la idea de que Trump pudiera ser nominado ha cogido fuerza en los últimos días.

“No estamos allí todavía, pero si se da (la paz), el presidente Trump merece el Premio Nobel de Paz”, dijo el senador Lindsey O. Graham, quien en ocasiones ha sido crítico del presidente. El representante Luke Messer ha dicho que planea nominar formalmente a Trump al premio que entrega anualmente el Comité Noruego del Nobel.

Sin embargo, en medio de tal ola de optimismo hay quienes se mantienen cautos frente a una posibilidad real de que Trump lograra siquiera una nominación al premio. Su hijo mayor, Donald Trump, Jr., reclamó en Twitter que “la élite mundial nunca le daría esa victoria”. Otros cuestionan si el Comité del Nobel le otorgaría el premio a alguien que con sus mensajes puso en riesgo la seguridad mundial en 2017.

“Ha trinado insultos y ahora se supone que debemos pensar que eso ha marcado una verdadera diferencia política en el mundo. Qué estúpido es siquiera tener esta conversación”, dijo Masha Gessen, periodista y colaboradora de The New Yorker, The Washington Post y The New York Times, entre otros medios.

No obstante, incluso para los más leales al presidente de Estados Unidos, la indescifrable actitud de Corea del Norte parece ser hasta el momento uno de los obstáculos que podría enfrentar el presidente Trump de cara a sus objetivos de lograr una desnuclearización de la península. En el pasado, el régimen de los Kim se ha comprometido a cesar su programa nuclear para luego incumplir sus promesas. Pero esta vez, a diferencia de las anteriores, hay gran optimismo.

Por Jesús Mesa Mosquera

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