Las declaraciones del ministro de Interior de Italia, Matteo Salvini, grabadas en una conferencia sobre migración y seguridad celebrada en Viena el 14 de septiembre, causaron una protesta de la Comisión de la Unión Africana que acusa al político italiano de comparar a los migrantes que salen de las costas de África con esclavos. Salvini declaró que no pretendía tal comparación, y que, al contrario, se preocupa por las condiciones en las que llegan los migrantes a Europa.
La polémica sobre Salvini comenzó en Viena tras la intervención del italiano en una reunión de ministros de interior europeos. El jefe de la cartera de exteriores de Luxemburgo, Jean Asselborn, afirmó que Europa necesitaba de los migrantes para enfrentar el problema de envejecimiento de su población ocasionado por la baja natalidad. Salvini, quien ha sido un ferviente opositor a la migración, respondió que en su país sentían la obligación de “ayudar a nuestros hijos a tener hijos y no tener nuevos esclavos para reemplazar a hijos que ya no tenemos”. En seguida, Asselborn reprochó el comentario y explotó en comentarios hacia el italiano: "Cuide su dinero para ayudar a dar de comer a vuestros hijos", dijo colérico el ministro luxemburgués antes de exclamar "¡A la mierda!". Le puede interesar: Los indeseables de Europa
La trifulca entre el italiano y el luxemburgués llevó este miércoles a la Unión Africana a pedir a Salvini que se disculpe por comparar con esclavos a los inmigrantes y refugiados africanos que huyen a Europa en busca de un futuro mejor. "La Comisión de la Unión Africana está alarmada por los comentarios hechos por [...] Matteo Salvini durante una reciente conferencia en Viena, durante la que compara a los migrantes africanos con esclavos", indicó la Comisión de la UA en un comunicado fechado el martes.
Sin embargo, el equipo de prensa de Salvini ha publicado una nota en la que reitera que éste no definió como esclavos a los inmigrantes africanos. "Como se puede comprobar en numerosos vídeos y en las declaraciones del ministro, Salvini no insultó a los africanos, sino que censuró la idea de hacer que lleguen a Europa para obligarlos a trabajar y a vivir en condiciones degradantes, que recuerdan a la esclavitud", matiza la nota. "No hay nada sobre lo que tenga que pedir perdón", concluyó Salvini. Lea también: Italia insiste en no recibir inmigrantes y cierra sus puertos