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La crisis que dejó la salida del expresidente Evo Morales en Bolivia el pasado mes de noviembre ha saltado al plano diplomático. España y México llevan una semana enfrentados con el gobierno transitorio de Jeanine Áñez, pues la acusan de hostigamientos y presiones a funcionarios alojados en la embajada mexicana en La Paz.
Han sido días de tensión en la residencia del embajador de México en Bolivia. Desde el lunes, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha denunciado la inusual presencia de miembros de la Policía y el Ejército boliviano en la legación mexicana.
"México denuncia el hostigamiento tanto a su embajada como a su residencia oficial (...). Actualmente existe un cerco policial que registra el movimiento de las personas que entran y salen de los recintos diplomáticos mexicanos", señala un comunicado de la cancillería.
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En la embajada mexicana se encuentran asiladas varias personas cercanas al expresidente Evo Morales, que se guarecieron tras su renuncia, el 11 de noviembre pasado, y en medio de fuertes disturbios en el país que provocaron 36 muertos. Sobre algunos de ellos pesan órdenes de captura, pero la embajada se ha negado a entregarlos, mientras que La Paz rechaza darles salvoconductos para salir del país.
La tensión ha sido tal que esta semana México amenazó con llevar al gobierno de Áñez a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para denunciar los hostigamientos. Bolivia, por su parte, dijo que acudiría a esta instancia "con mucho gusto".
"Hoy nos amenazan con llevarnos a la corte (...), allá nos veremos con mucho gusto y veremos quiénes han violado el tratado", expresó el ministro interino de Gobierno de Bolivia, Arturo Murillo, en una conferencia de prensa en La Paz.
El ministro señaló que los "únicos que han permitido que se violen los tratados y convenios ha sido el Gobierno mexicano", cuando acogió a Evo Morales.
A este episodio de tensión entre ambos países se le sumó un nuevo actor este viernes: España.
La Cancillería de Bolivia acusó este viernes al gobierno español de cometer “atropellos” contra su soberanía después de un confuso incidente que implicó a diplomáticos españoles a las puertas de la Embajada mexicana.
Tras unos instantes de tensión, estos tuvieron que retirarse en medio de los insultos de algunos vecinos. Sin embargo, los diplomáticos pudieron entrar y mantener la reunión prevista.
"Personas que fueron identificadas como funcionarios de la embajada de España en Bolivia, acompañados por encapuchados, intentaron ingresar de forma subrepticia y clandestina a la residencia diplomática de México en La Paz", reveló en rueda de prensa la canciller boliviana Karen Longaric.
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El gobierno español explicó que los diplomáticos en cuestión eran la encargada de Negocios en Bolivia, Cristina Borreguero, y el cónsul, Alvaro Fernández. Y sobre los encapuchados, España aseguró que se trataba de los escoltas de la Embajada.
La visita levantó las suspicacias de sectores críticos al expresidente Evo Morales y comenzó a circular la tesis de que se trataba de un intento de sacar a Juan Ramón Quintana, exministro boliviano acusado de terrorismo.
El gobierno español respondió a esta tesis de manera aireada. A través de un comunicado, el Ministerio español de Asuntos Exteriores aseguró que la visita de los diplomáticos fue exclusivamente de "cortesía" y negó "rotundamente" que fuera para "facilitar la salida de las personas" que están asiladas en esas dependencias.
Sin embargo, estas explicaciones no fueron suficientes para Bolivia, que pidió este sábado al presidente en funciones del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, que "asuma su responsabilidad" por el incidente de personal de la Embajada de España en La Paz.
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"Hubo orden, asuma su responsabilidad, usted como jefe del Gobierno de España", expresó Jorge "Tuto" Quiroga, delegado ante la comunidad internacional del Gobierno interino de Bolivia, en conferencia de prensa en la ciudad boliviana de Cochabamba.
Quiroga manifestó a los medios que espera que se realice la investigación del incidente y que el Gobierno español no diga que fue "un desliz" el tener "cuatro encapuchados armados" que acompañen al personal diplomático de España a la residencia de la embajadora mexicana en Bolivia, María Teresa Mercado.
Tras la declaración, el Ministerio de Asuntos Exteriores español anunció una investigación, para la que ya envió a un funcionario a Bolivia. No sin antes rechazar la denuncia de La Paz contra la Embajada de España.