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El mundo en la pospandemia, según Bill Gates

Beatriz Miranda
24 de noviembre de 2020 - 05:00 a. m.

En una maravillosa reflexión sobre el mundo posmoderno y la condición del individuo, el filósofo Zygmunt Bauman habló sobre un joven que se ufanaba de tener 500 amigos en Facebook.

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Foto: Opinión

Al oír eso, Bauman le contestó que tenía 86 años y no había logrado hacer 500 amigos. El genial filósofo afirma que seguramente la palabra amigo para el joven y para él tenía diferentes sentidos. El fiel usuario de Facebook se refería a redes, Bauman a lazos humanos, a comunidad. En ese sentido Bauman dice que la red es mantenida por dos actividades: conectar y desconectar. Presiona borrar y listo.

Él ya no tendrá 500 amigos, temporalmente contará con 499, porque mañana volverá a tener 500 o más. Bauman reflexionaba sobre las bendiciones y maldiciones de los lazos humanos y la diferencia de esos lazos en la red y fuera de la red. No obstante, parece ser que, después de tanto dolor, el Covid-19 contribuirá para la configuración de un mundo nuevo que apenas se descortina.

En ese sentido, en un evento organizado por The New York Times Bill Gates visualizó algunos rasgos del mundo que nos dejará el Covid-19.

El teletrabajo se mantendrá

Una de sus primeras previsiones es que “50 % de los viajes de negocios y más del 30 % de los días de oficina desaparecerán”.Cuando se piensa en 2019, año en que una supuesta normalidad rondaba nuestras vidas, los pronósticos eran bien diferentes de lo que acaba de predecir Bill Gates.

El periódico “El País”, en su edición del 24 de enero de 2019, veía con enorme positividad este sector de la economía y así lo anunciaba:

El turismo de negocios, un valor en alza para 2019. Según un informe de 2019, las 10 mejores ciudades para realizar eventos corporativos por región eran: Las Vegas, Nueva York y Orlando, en América del Norte; São Paulo, Ciudad de México y Bogotá, en América Latina; en Asia Pacífico: Shangái, Singapur y Pekín; en Europa: Londres, Moscú y Barcelona.

Llegó el Covid-19 y gran parte de los ejecutivos transformaron su casa en oficina. Con el trabajo remoto ya no será tan sencillo justificar un viaje de trabajo, lo cual seguramente contribuirá para la disminución de los números de vuelos que cruzan los cielos diariamente. Una noticia nada alentadora para las líneas aéreas, pero una buena noticia ante los dolorosos efectos del cambio climático. Aeropuertos, viajes largos, jet lag, hoteles y el distanciamiento permanente de sus seres queridos no serán tan rutinarios en la vida de los grandes ejecutivos.

¿Qué pasará con las urbes?

Durante la pandemia muchas personas se trasladaron a lugares más distantes de los grandes centros urbanos, en la búsqueda de sitios tranquilos, espacios rodeados de naturaleza y muchas veces con un costo más barato. Todo indica que el retorno al campo y a pueblitos pintorescos que devuelven el placer de las pequeñas cosas estará en el orden del día, lo que probablemente disminuirá la densidad poblacional de las grandes ciudades y, a la larga, podrá implicar una nueva distribución de la población en muchos países.

Nos necesitamos

Según Bill Gates, el hecho de que el teletrabajo va a perdurar y las oficinas ya no serán las mismas, las personas sentirán más necesidad de socialización. Si bien hay varios intentos para la fabricación de las vacunas, se demorará un tiempo el retorno a una relativa normalidad. Gran parte de las personas seguirán teniendo un comportamiento cuidadoso para proteger a sus familiares mayores.

En 2020, la mayoría de los países impusieron aislamiento social obligatorio, algunas fronteras se cerraron, los pueblos se distanciaron y la casa pasó a ser hogar, oficina y todo lo demás. A duras penas, la esencia, el sentido y la belleza de la palabra casa fueron rescatados, pero el deseo de volver a abrazar y la ilusión del reencuentro son cada vez más evidentes. Las extenuantes horas ante la pantalla del computador han incitado a ver no solamente el celular, pero también a mirar a los ojos, como se hacía en el mundo de antes.

Comportamientos impredecibles

Bill Gates dijo que “no había pensado que usar máscaras se iba a transformar en algo tan controvertido” y tampoco que la administración de Donald Trump tuviera una actitud tan “salvaje y extrema” durante la pandemia.

Reconoció que en Estados Unidos hay un fuerte sentimiento contra el uso de las máscaras. Para él no está claro si se debió a la postura del gobierno o por el individualismo de los norteamericanos, en nombre de la libertad.Comportamientos impredecibles podrán ocurrir en todo el mundo a nombre de libertad o bajo otros pretextos.

Esperemos que las bendiciones de los lazos humanos sugeridas por Bauman, aunque transformadas, y las visualizaciones de Bill Gates nos acompañen y que estemos listos para percibirlas y vivirlas.

*Profesora Universidad Externado de Colombia.

 

Periscopio(2346)24 de noviembre de 2020 - 04:09 p. m.
A la pregunta de cómo será la pospandemia hay que agregar la de ¿cómo será el posuribismo? No cabe duda que será la calma que sigue a la tempestad, pues aunque las secuelas de esas dos catastróficas adversidades sociales continúen aún por mucho tiempo, se podrá ver la luz al fin del túnel. Con la actual caída vertiginosa del virus uribista y el auge del humanismo hay motivos para estar optimistas.
Hernando(84817)24 de noviembre de 2020 - 01:33 p. m.
Tengo 74 años, miles de conocidos y el único amigo que tuve ya se murió. Para mi la distancia propiciada por las redes no es soledad....es compañía.
Bueno Bueno(20426)24 de noviembre de 2020 - 04:25 p. m.
Los viajes de negocios no desaparecen porque lo importante no son solo los seminarios y las conferencias, también en los negocios está la sociabilización, lo que se habla en el almuerzo, en los breaks, los viajecitos turísticos, la fiestecita por la noche, el wiskicito, eso no se puede por teletrabajo
Atenas(06773)24 de noviembre de 2020 - 02:46 p. m.
Ya habremos de cotejar tan disímiles predicciones en este cada vez más complejo y absurdo mundo moderno, y sin olvidar cuán calamitosas fueron las coincidentes primera guerra mundial y la gripe española q' se llevó de paso a 80 millones, de encima con la crisis global y de remate la segunda guerra, pa luego ya olvidarlo y proseguir en nuestra febrilidad y escapismo. En la China ya es lo mismo.
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