El peligroso equipo de seguridad de Trump

Con la llegada de John Bolton al cargo de secretario de seguridad nacional, el presidente de Estados Unidos se arma de un gabinete lleno de ideas radicales. Los nuevos hombres de Trump son tan agresivos como el mandatario.

-Redacción Internacional
23 de marzo de 2018 - 02:04 p. m.
Donald Trump nombró a John Bolton (derecha) como nuevo Consejero de Seguridad. El republicano llega en reemplazo de teniente general del Ejército, Raymond McMaster. / AFP
Donald Trump nombró a John Bolton (derecha) como nuevo Consejero de Seguridad. El republicano llega en reemplazo de teniente general del Ejército, Raymond McMaster. / AFP

El jueves se produjo un nuevo revuelco en el gabinete del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que no logra mantener la estabilidad entre sus funcionarios. Se trata de la salida del teniente general Raymond McMaster, quien ocupaba el cargo de consejero de seguridad y desde un principio manifestó diferencias con el mandatario. Su puesto lo ocupará John Bolton, un viejo funcionario de la era de George Bush hijo, que se ajusta de lleno al discurso y la agenda del magnate neoyorquino. Como se ha vuelto costumbre, el presidente anuncio el cambio en su Twitter.

El papel del consejero de seguridad nacional es el de asegurar que el presidente escuche los puntos de las diferentes agencias de seguridad nacional y marca el camino para tomar una decisión. Con los antecedentes del nuevo funcionario, la balanza en temas internacionales está inclinada a la respuesta militar.

Los objetivos de Bolton son principalmente Corea del Norte y los tratados nucleares con Irán, pero también ha manifestado diferencias contra gobiernos europeos y organizaciones internacionales. A dos meses del encuentro entre Trump y el mandatario norcoreano Kim Jong-un, Bolton ha manifestado que se debería atacar este país. “Nadie quiere usar poder militar en contra de Corea del Norte por los riesgos que trae para Corea del Sur, pero se tiene que evitar que Corea del Norte tenga la capacidad de chantajear o atacar a Estados Unidos. El primer deber del presidente de Estados Unidos es proteger a los estadounidenses”, dijo Bolton. Además, el ‘diplomático’ funcionario, ha llamado el tratado nuclear pactado con Irán un “trágico error y una estafa”, y para detener las bombas en Irán ha dicho que la solución es “bombardear Irán”.

Pero Bolton no es el único peligro que tiene Trump en su arsenal. Mike Pompeo, nominado a secretario de Estado luego de la salida de Rex Tillerson, ha descrito a Corea del Norte como una amenaza, y ha citado que la interferencia en Estados Unidos no se limita a Rusia, pues los cubanos podrían usar lazos para influir en la política exterior del país. Además, advirtió que Venezuela tiene una gran variedad de armas. Trump ya ha amenazado con una intervención militar en este país, por lo que el apoyo de su secretario de Estado podría hacer más factible esta decisión. Mike Pompeo, de jefe de espías a líder diplomático.

El presidente del comité de relaciones exteriores del Senado, Bob Corker, ve un futuro pesimista con respecto a los asuntos de política exterior. “Creo que el presidente probablemente se aleje del acuerdo nuclear con Irán, a menos que nuestros homólogos europeos realmente se unan en un marco, y no parece que lo vayan a hacer”, señaló hace algunas semanas Corker. El senador, quien le ha hecho oposición a Trump desde su puesto, se retirará este año, dejando al mandatario casi sin confrontaciones para ejecutar sus políticas internacionales. Otra aliada del presidente podría ser Gina Haspel, la futura directora de la CIA, quien en la rama responsable de la inteligencia extranjera podría aportar a los planes de Trump. Si bien ha sido una torturadora para la oposición, para el gobierno es una gran profesional.

Gina Haspel, acusada de torturas, podría ser la primera mujer al frente de la CIA

La única resistencia que le queda a Trump es el Secretario de Defensa, Jim Mattis, de quien ya se comienza a cuestionar su futuro en el cargo. Mattis es la voz de la calma en la Casa Blanca y el encargado de hacer el llamado de precaución y no está de acuerdo con abrir un conflicto contra los coreanos. Pero su voz es solitaria. La última vez que hubo un gabinete tan conservador y peligroso fue hace 15 años, cuando tanto el vicepresidente de Bush, Dick Cheney, y el secretario de defensa, Donald Rumsfeld, aprobaron la invasión de Irak. Los miembros del nuevo gabinete que se encargará de las decisiones de política exterior no son hombres a los que les guste mostrar los dientes, sino funcionarios dispuestos a morder y entrar en guerra al primer llamado.

 

Por -Redacción Internacional

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