Erdogan tilda de nazi a Alemania

En Alemania hay 3 millones de turcos, cuyo voto podría inclinar la balanza a favor de Erdogan, quien busca que Turquía se convierta en una república presidencialista y le dé mayores poderes.

redacción internacional
06 de marzo de 2017 - 09:04 p. m.
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan.  / AFP
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan. / AFP

Cada que alguien quiere sacarles la piedra a los alemanes se pone a calificarlos de nazis. Eso es precisamente lo que ha hecho el presidente turco Recep Tayyip Erdogan. “Alemania se ha salido del camino de la democracia. Sus prácticas actuales no tienen nada que ver con la democracia y son, incluso, comparables con las del régimen nazi”, dijo Erdogan, durante un evento el pasado 5 de marzo.

La respuesta alemana no se hizo esperar. Pero fue, como ya es costumbre, sosegada. La canciller Angela Merkel calificó de graves y tristes las palabras del presidente turco. Las “comparaciones con el nacionalsocialismo llevan solo a minimizar el inconcebible sufrimiento que produjeron los crímenes contra la humanidad del nacionalsocialismo”.  “Seamos críticos cuando es necesario, pero no perdamos de vista el significado de nuestra asociación, de nuestra estrecha relación. Conservemos la cabeza fría", dijo, ante la prensa, el portavoz del Gobierno Federal, Seffen Seibert.

Pero ¿cuál es la razón de esta nueva pelea entre Ankara y Berlín? Que Erdogan quiere hacer campaña en Alemania y no lo dejan. El presidente turco Recep Tayyip Erdogan sueña con ser el nuevo sultán de Turquía y, por ello, ha hecho hasta lo imposible para que, el 16 de abril, sus conciudadanos voten a favor de que Turquía se convierta en una república presidencialista y, de esa forma, Erdogan adquiera mayores poderes de los que ya tiene. Poco se interpone en su camino. Pero Erdogan quiere ir a la fija. Y, por ello, ha puesto sus ojos en Alemania.

En Alemania hay 3 millones de turcos. 1,4 millones, muchos de ellos partidarios de Erdogan, pueden votar en el mencionado referendo. El presidente turco, consciente de ello, ha organizado varios eventos en Alemania, tratando de obtener votos para su referendo. Pero varias ciudades le han dicho que no. Y es entonces que Erdogan ha respondido, como ya lo ha hecho antes, atacando a la canciller alemana Angela Merkel.

Al presidente turco no es que le importe, en realidad, que Merkel se sienta triste por sus palabras. Sabe que, de vencer el 16 de abril, se convertiría en el hombre más poderoso, quizás, en la historia de Turquía. Y es que la reforma le da poderes casi que dictatoriales a Erdogan. Como si este no contara ya con un poder casi que ilimitado, sobre todo, tras el fallido golpe del año pasado. Erdogan está cerca de convertirse en sultán y, al parecer, no hay Merkel que lo impida.

 

 

 

 

 

Por redacción internacional

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