Final feliz: padre e hija sirios que se hicieron virales en redes consiguieron refugio en Turquía

El padre sirio que se hizo viral hace unos días por inventar un juego para que su hija no se asustara con los bombardeos en Siria logró huir de la violencia. Ahora se encuentra en Turquía junto a la pequeña Salwa y asegura estar tranquilo de no escuchar más explosiones.

- Redacción Internacional con información de agencias
27 de febrero de 2020 - 01:24 a. m.
Salwa posa para una foto con su padre Abdullah Muhammed, durante una entrevista exclusiva después de un video en las redes sociales que muestra que su padre le enseñó a reír cada vez que escuchan un bombardeo o ruido de aviones de combate, se volvió viral, en Idlib, Siria, el 17 de febrero de 2020. / Agencia Anadolu
Salwa posa para una foto con su padre Abdullah Muhammed, durante una entrevista exclusiva después de un video en las redes sociales que muestra que su padre le enseñó a reír cada vez que escuchan un bombardeo o ruido de aviones de combate, se volvió viral, en Idlib, Siria, el 17 de febrero de 2020. / Agencia Anadolu

Abdullah Mohamed nunca se imaginó que el vídeo que grabó de él y de su hija en el momento en el que proyectiles caían cerca de su hogar sería se carta de salida de la guerra. En la cinta, cuando se oye la explosión, en vez de llorar, Salwa mira a su padre y ambos ríen en el sofá mientras siguen los ataques, una escena de 20 segundos que fue publicada en Twitter y se difundió profusamente por internet. Tanto así que hoy llegaron a Turquía, un final feliz para la familia. 

De hecho, fue el mismo presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien invitó a Mohamed a Turquía, donde estará a salvo junto a su hija. La pequeña Salwa, de 3 años, ya distinguía lo que es un avión de guerra y si este lanzaba un misil o no. Cada vez que lo escuchaba miraba a su padre para saber si reír o llorar, aunque siempre acababa a carcajadas porque creía que eran fuegos artificiales, mientras los ataques del Ejército sirio no cesan en la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria.

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“Estamos lejos de la guerra, no hay explosiones, no hay aviones, no hay muerte”, afirmó el padre, quien, a pesar de que no tiene trabajo por ahora, está feliz de no tener que exponer más a su hija a la violencia. 

El video que los salvó

 

"Era la festividad musulmana del Eid al Adha (Fiesta del Sacrificio) hace un año y medio cuando Salwa vio cómo los niños disfrutaban de fuegos artificiales en el mismo momento en que hubo de repente un bombardeo", explicó hace unas semanas a Efe por teléfono Abdullah, de 32 años, desde una ciudad en la frontera turco-siria, que prefiere no mencionar por motivos de seguridad.

 

Pero además de reír con los fuegos artificiales, el padre tenía otra estrategia: la popular canción y vídeo para niños "Baby Shark" con su pegadiza melodía "Baby Shark, doo, doo, doo, doo, doo". "A veces, cuando había algún bombardeo cerca de las ventanas, ponía música. Le ponía su canción favorita: el 'Baby Shark'. Y empezábamos a cantar", relata entre risas Abdullah. 

"Ella miraba mi reacción para saber lo que está pasando. Si estoy feliz, ella lo está. Si río, ella también... y si me asusto, ella también", afirma.

Su primer día de vida, su primer bombardeo

 

Según relata el padre, la vida de Salwa no ha sido fácil en Idlib. En su primer día de vida en Saraqeb, en el este de Idlib de donde proceden, ya escuchó su primer bombardeo. "El mismo día en el que Salwa nació en la clínica, esa misma clínica fue bombardeada dos horas después de que mi mujer diera a luz y junto cuando estábamos regresando a casa", afirma.

Salwa ya forma parte de los cientos de miles de desplazados en Idlib pues huyó de su hogar de la mano de su familia forzados por los avances del Ejército sirio, apoyado por las tropas rusas en la ofensiva lanzada el pasado abril para capturar Idlib, el considerado último bastión opositor en Siria.

Según cifras de la ONU publicadas este jueves, unas 900.000 personas se han desplazado de sus hogares por las hostilidades en la región del noroeste de Siria, prácticamente dominada por el Organismo de Liberación del Levante, una alianza islamista en la que está incluida la exfilial siria de Al Qaeda, a la que Moscú y Damasco consideran "terrorista".

Por los bombardeos, Mehmet Algan, amigo de Mohamed, le escribió desde Turquía para preguntarle cómo estaba. Y Mohamed le envió el vídeo. "Me envió el vídeo de él y su hija mientras estaban riendo. Primero escribí sobre él y el texto se hizo viral, luego pregunté a Abdullah si podía publicar el vídeo y dijo que sí, así que lo publiqué", explicá Mehmet a Efe.

Hasta el momento, el vídeo subido por Mehmet, que trabaja para la Asociación Médica para Expatriados Sirios, ya acumula dos millones y medio de reproducciones en Twitter.

Esta guerra no es para niños

 

"Esta guerra es para los adultos, si ya afecta a los adultos psicológicamente, ¿qué vamos a hacer con los niños?", se preguntaba Abdullah, y agregó: "Si los niños empiezan con miedo y con la guerra, ¿cómo van a continuar?".

Tan solo en 2020, 28 niños han muerto, según ha podido verificar Unicef, y otros 49 resultaron heridos como consecuencia de la escalada de la violencia en Idlib y el oeste de la provincia de Alepo.  Desde el inicio de la ofensiva el 29 de abril hasta el 10 de febrero, 503 niños han perdido la vida en el noroeste de Siria por las hostilidades, según la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA).

"No tenemos adónde ir (...). La única opción es ir a través del mar, pero no puedo poner en riesgo la vida de mi hija. Ir por mar es lo mismo que vivir bajo los bombardeos", confiesa.  "El peor escenario es que nos golpeen los bombardeos. Pero al menos, moriremos felices", zanja

Por - Redacción Internacional con información de agencias

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