La muerte del Presidente de Túnez no detiene la transición en ese país

Beji Qaid Essebsi murió este jueves a los 92 años tras un mes enfermo. El país debe continuar la ruta de transición iniciada en 2011, cuando las protestas sociales provocaron la caída del gobierno de Ben Ali.

Felipe Medina Gutiérrez*
25 de julio de 2019 - 10:23 p. m.
El presidente tunecino, Beji Caïd Essebsi, murió hoy a los 92 años. / AFP
El presidente tunecino, Beji Caïd Essebsi, murió hoy a los 92 años. / AFP

Beji Qaid Essebsi, presidente de Túnez, ha muerto. Si bien hace tres semanas varios medios de comunicación habían especulado sobre su muerte, el gobierno tunecino esta vez ha confirmado que el mandatario falleció de muerte natural. El país, que fue el primer escenario del proceso de las revueltas populares de 2011, aún se encuentra en la ruta de transición pues no ha logrado la estabilidad que se pensaba y las demandas sociales y económicas están más vivas que nunca. 

Tras muchos años de dictadura, el destino del país cambió en el 2011. Siendo muchas las causas y razones de las protestas sociales, no hay duda del impacto que dejó la inmolación de Mohammed Bouazizi, vendedor de frutas y verduras, frente al Palacio de Gobierno en Sidi Bouzid en el interior del país en diciembre de 2010. Si bien hubo importantes antecedentes como lo ocurrido en Gafsa en 2008, este hecho logró contagiar a otras poblaciones hasta llegar a la capital Túnez, donde se consolidó el proceso por entonces revolucionario, llegando incluso a países como Egipto y Yemen.

Foto: Felipe Medina, 2014
Mural en homenaje a Mohammed Bouazizi, reflejando el efecto "domino" en la región.

La presidencia de Ben Ali llegaba a su fin después de más de veintitrés años (1987-2011) para dar paso a un gobierno de coalición denominado Troika (2011-2014) que se haría cargo de la transición política del país. A su interior se destacó la actividad del partido islámico An-Nahda y la labor del político Moncef al-Marzouqi. Esta coalición se disolvió en un fuerte clima de inconformismo dando paso a un gobierno de tecnócratas independientes que dirigiría las elecciones legislativas y presidenciales que darían como ganador a Beji Qaid Essebsi.

Essebsi, quien había participado en los gobiernos de Borguiba y Ben Ali, triunfó bajo las banderas del partido Nidá Tunis, que si bien integra a varios sectores, lo más criticable era que incluía a antiguos miembros del gobierno depuesto de Ben Ali. Aun así, para muchos tunecinos su labor no fue mala y lamentan su fallecimiento. Feryel Jradi Charfeddine, activista tunecina por los derechos humanos, opina que si bien el gobierno de Essebsi cometió varios errores, respetó los nuevos canales democráticos establecidos en Túnez desde 2011. Essebsi ya no está pero sí el compromiso con la democracia. Respecto al futuro del país, la activista considera que mejorar la economía y la seguridad son dos de los retos más importantes en la actualidad.

Lo anterior cobra importancia, si se tiene en cuenta que durante su gobierno ocurrieron varios atentados terroristas como lo fue el del Museo Nacional del Bardo en 2015, donde lamentablemente murieron colombianos, y días después el ataque suicida en la playa de Sousse. Hace pocos días ocurrió un doble atentado en la avenida principal de Túnez capital, Habib Borguiba y no olvidemos el hecho de que Túnez fue uno de los países de donde más salieron voluntarios para luchar con el Estado Islámico en Siria e Iraq, lo que denota que algo no anda bien a nivel social y de oportunidades de empleo en el país.

Foto: Felipe Medina / 2014
Mural en Regueb donde se pregunta: ¿quien los asesinó? En referencia a las víctimas de las manfiestaciones de 2011.

Cerca de cumplirse 9 años de las revueltas de 2011, todavía hay regiones en la periferia que no han recibido la suficiente atención del gobierno central. Es el caso precisamente de la gobernación de Sidi Bouzid, lugar que pude visitar en 2014. Allí la capital que lleva el mismo nombre y la ciudad de Regueb, parte del epicentro del proceso de cambio del 2010, todavía sufren de la marginación y del olvido de la administración. Sin embargo, desde 2011 las mismas comunidades han adelantado proyectos locales para remediar esta situación. 

Tal es el caso de ATAC, organización sin ánimo de lucro que desarrolla proyectos sociales, culturales y económicos en esta gobernación. Riadh Abidi, tunecino y coordinador nacional, lamenta la falta de desarrollo e inversión en todo Sidi Bouzid, producto entre otras razones, por la desigualdad económica entre las regiones del país. Abidi piensa que el futuro del país dependerá del papel que juegue la sociedad civil: “siempre le digo a mis amigos que no tengo sueños, sino objetivos y metas por cumplir”. 

Por último, se suma el importante reto de la Justicia Transicional, que se ve reflejado por ejemplo en el caso de los homicidios de los líderes políticos Chokri Belaid y Mohammed Brahmi, crímenes todavía en la impunidad y el de muchos mártires desde 2010.

Túnez continúa en el camino de la transición en el contexto general de las llamadas Revueltas de 2011. A diferencia de sus vecinos como Libia, quien afronta una cruenta guerra civil con influencia de actores internacionales, o Argelia, quien recién inicia la fase pos-Boutefliqa, el país continúa su camino y deberá esperar que sucederá en las próximas elecciones.

* El Colegio de México

Por Felipe Medina Gutiérrez*

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