¿Por qué Marine le Pen le quiere cambiar el nombre a su partido?

La candidata del Frente Nacional, partido francés de extrema derecha que se convirtió en la segunda fuerza política en las últimas elecciones presidenciales de Francia, quiere un cambio de imagen.

Alfred Davies
12 de marzo de 2018 - 08:47 p. m.
Marine Le Pen, presidenta del partido Frente Nacional, que busca cambiar su nombre.  / EFE
Marine Le Pen, presidenta del partido Frente Nacional, que busca cambiar su nombre. / EFE

Con el objetivo de cambiar la imagen de su partido, la presidenta del Frente Nacional (FN),  Marine Le Pen,  anunció un cambio de nombre. En el XVI Congreso del partido en Lille la líder derechista explicó que esta organización política era vista como un movimiento de protesta y propuso llamarlo “Reagrupamiento Nacional”.

Un nombre polémico que respaldó el 52% de los afiliados al Frente Nacional, quienes deberán votar la propuesta nuevamente.

La búsqueda del poder

La contundente derrota de Le Pen en las elecciones presidenciales de 2017 provocó un periodo de introspección para el partido, que busca imitar el éxito electoral de otros movimientos ultranacionalistas en Europa. “Nuestro objetivo es claro: la conquista del poder”, afirmó la dirigente ante los militantes del partido en el Congreso.

Ver más: ¿En qué consiste la preocupante expansión de la extrema derecha en Europa?

El secreto de un éxito electoral potencial se encuentra en el nuevo nombre -‘reagrupamiento’, según Le Pen: “Fuimos un partido de protesta y luego un partido de oposición, ahora somos un partido de Gobierno, y para gobernar hacen falta alianzas”.

¿Nuevo nombre, misma política?

El discurso de la dirigente ante el Congreso se concentró, como siempre, en la inmigración: “La inmigración legal e ilegal ya no es tolerable”, afirmó Le Pen, conforme a la retórica tradicional del partido.

Efectivamente, otros temas claves del discurso incluyen ataques contra la globalización, la Unión Europea, el islamismo y el mercado libre. Un discurso que, sin duda, hace recordar  las propuestas de otros líderes de la ola de populismo ultraderechista en Europa. “Estamos en contra de la UE porque somos europeos (…) Nuestro proyecto pretende devolver a cada estado su soberanía en el marco de una cooperación libre”, afirmó Le Pen.

El exasesor de Donald Trump, Steve Bannon, fue el invitado especial al Congreso. Bannon evocó esta ola ultranacionalista ante el auditorio: “La historia está de nuestro lado y nos llevará de victoria en victoria”.

La presencia de Bannon despertó polémica. Según el diputado del FN Gilbert Collard, al invitar al exasesor de Trump, Le Pen minó el objetivo de un cambio de imagen. “No estoy de acuerdo para nada”, aseguró Collard  en la radio francesa France Info.

Jean-Marie Le Pen, exdirigente del partido y padre de la dirigente actual, evocó también sus preocupaciones sobre el invitado estadounidense. En una entrevista con la cadena de televisión francesa LCI, el expresidente dijo que la invitación le parece “paradójica por la manera en la que Steve Bannon se hacía pasar por el más radical de los consejeros de Trump”.

El exdirigente y fundador del FN, además padre de la actual presidenta del movimiento, fue expulsado en 2015  del partido por comentarios antisemitas y racistas, una decisión confirmada por un tribunal el mes pasado.

Un nombre polémico

A pesar de las tentativas de Marine Le Pen de alejarse de la imagen antisemita y racista del partido, irónicamente el nuevo nombre tiene muchas semejanzas con el Rassemblement National Populaire, partido colaboracionista con la ocupación nazi.

El Rassemblement National Populaire fue fundado y liderado por el antiguo socialista Marcel Déat, con el objetivo de reagrupar los partidos que colaboraron con la ocupación nazi.

¿Un cambio de marca que podría ser un éxito?

En una entrevista con el periódico francés Journal du dimanche, el político francés Thierry Mariani de Los Republicanos (Les Républicains, LR) abogó por un “acercamiento” con el Frente Nacional.

Mariani, quien fue ministro durante el mandato de Nicolas Sarkozy, dijo que su partido “ya no tiene aliados” después del acercamiento de los centristas con el movimiento ‘¡En Marcha!’ del presidente Emmanuel Macron.

El periódico francés Libération asegura que, según sus fuentes, el exministro Mariani ha estado en contacto con el FN desde hace varios meses.

Algunos políticos son más escépticos sobre el cambio de nombre del partido. El diputado del FN Gilbert Collard dijo en una una entrevista con la radio francesa Europe 1: “Me importa  un comino (…) Lo que vale para un partido político son las ideas”.

Benjamin Griveaux, portavoz del Gobierno francés, expresó sus dudas al ser entrevistado por la misma radio: “Se puede reemplazar Jean-Marie por Marine, quizás mañana Marine por Marion (nieta de Jean-Marie y política francesa), pero al fondo no cambia nada”.

Por Alfred Davies

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