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Elecciones en Georgia: Donald Trump hizo todo para que su partido pierda

Estados Unidos está a la expectativa de lo que ocurra con las segunda vuelta de las elecciones al Senado en Georgia. Hay un detalle clave para entender lo que puede pasar: el presidente Donald Trump hizo todo lo posible para que su partido no ganara.

05 de enero de 2021 - 02:13 p. m.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, juega al golf en el Trump National Golf Club en Virginia.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, juega al golf en el Trump National Golf Club en Virginia.
Foto: AFP - Agencia AFP

Este martes se celebrarán las elecciones especiales de Georgia para conocer a las dos figuras que representarán al estado en el Senado de Estados Unidos. El resultado, que no se conocería sino hasta después del miércoles, es esperado con ansias por toda la nación, pues de este depende el futuro de la agenda legislativa del presidente electo Joe Biden en sus primeros dos años de gobierno. Pero para entender por qué son tan importantes, debemos remontarnos a lo que ocurrió el pasado noviembre.

En las elecciones generales del año pasado, recordadas por sumergir al mundo en la incertidumbre durante días, los estadounidenses eligieron a su próximo presidente, pero esto solo era una parte de la historia. Varios estados tenían comicios para elegir representantes a la Cámara y al Senado, entre otros cargos, y Georgia hacía parte de la lista de estados que tenía curules en juego. El asunto con Georgia es que ninguno de los candidatos, para llenar las dos curules del Senado, logró más del 50 % de los votos, por lo que se tuvo que celebrar una segunda vuelta para decidir al ganador.

Estas dos curules de Georgia son claves, pues de momento las cuentas en el Senado dejan a los republicanos con la mayoría. Hay 50 senadores republicanos frente a 46 demócratas y dos independientes, que se suman con frecuencia al voto demócrata. Es decir que si los demócratas ganan las dos curules en juego en Georgia, tendríamos un empate sobre el papel en los votos sobre proyectos de ley controvertidos. Y esto es muy importante, pues en caso de llegar a esta instancia de empate, sería la vicepresidenta electa, Kamala Harris, la que rompa el empate.

En resumen, las elecciones del martes determinarían si los demócratas toman el control del Senado. Así, el Partido Demócrata se quedaría con el poder total en Washington, pues ya tendría la Cámara de Representantes, la Casa Blanca y ahora sumaría la cámara alta del Congreso.

Por esta razón, todos los republicanos están ampliamente preocupados por la carrera en Georgia. Todos excepto el presidente Donald Trump, quien durante las últimas semanas ha hecho todo lo posible por sabotear las posibilidades de su partido para conseguir una victoria en estos comicios.

Lo de Trump puede ser interpretado como una estrategia de campaña asombrosamente disparatada o como un brillante plan de venganza. Y acá vamos a explicar por qué.

Primero lo más básico: el presidente Trump ha pasado las últimas semanas lanzando afirmaciones falsas sobre las elecciones presidenciales en el país, pero especialmente en Georgia, donde ha llegado a asegurar que hubo fraude en su contra y que las próximas elecciones al Senado son “inconstitucionales” e igualmente “fraudulentas”.

Algunos republicanos temen que este discurso ahuyente a los votantes de las urnas y que con esto el presidente le esté dando una ventaja a los demócratas. Dos de los abogados que presentaron demandas a favor de Trump alegando una “mala conducta electoral”, y que fueron derrotados en los tribunales, han alentado a la gente a no votar en la segunda vuelta aduciendo un nuevo fraude, lo que llevó a que algunas voces republicanas se pronunciaran.

“Hemos observado con creciente preocupación cómo el debate en torno al sistema electoral del estado ha hecho que algunos dentro de nuestro partido consideren si la votación en la próxima segunda vuelta es importante”, señaló un grupo de prominentes republicanos de Georgia, incluido el exgobernador Nathan Deal, en una carta pública. Donald Trump Jr., el hijo del presidente, también invitó a rechazar los pedidos que provenían de los mismos seguidores de su padre para no votar.

Pero pese a estos pronunciamientos, todo ese discurso sobre el supuesto fraude desvió la atención sobre la batalla que estaban a punto de tener los republicanos en las urnas, dividió al partido y causó mucha confusión.

“He escuchado a algunos de mis empleados, algunos de mis compañeros de trabajo, que dicen que no creo que valga la pena debido a todo el fraude”, le dijo Angie Mingledorff, una mesera de Savannah, Georgia, a The Washington Post.

El impacto de esto se puede ver en la participación de los republicanos en el voto anticipado, el cual fue notablemente bajo. Para algunos estrategas republicanos, como Jay Williams, el mensaje de Trump fue equivocado, pero quizás no tenga un gran impacto,

“La mayoría de estos votantes que se presentan en estas elecciones son bastante sofisticados y entienden lo que está en juego”, le dijo Williams a The Guardian.

El daño que pudo causar ese discurso de Trump en este estado quedará en evidencia esta semana y será objeto de estudio para el futuro del partido.

Segundo: Trump fue más allá de la confusión y sembró la discordia en su propio partido antes de la batalla.

El nuevo paquete de estímulo económico para responder a la crisis que dejó la pandemia dio mucho de qué hablar en las últimas semanas. En resumen, miles de estadounidenses necesitaban de esta ayuda para poder pagar deudas y sobrevivir. Demócratas y republicanos pelearon durante meses en el Congreso por aprobar un plan de ayuda de emergencia. Los primeros querían girar un cheque de US $2000 a los ciudadanos necesitados. Los segundos consideraban que esto era demasiado dinero y exigían un monto menor, pues temían que un paquete tan grande descuadrara el prespuesto fiscal de la nación. En este tira y afloje el cheque quedó en un valor de US $600. La negociación fue difícil, pero hubo un trato finalmente a finales de diciembre de 2020. Solo faltaba la firma de Trump para que fuera una realidad, pero este se negó a firmar.

El presidente Trump sorprendió a todos al exigir, como los demócratas, que el monto del cheque fuera de US $2000. Si este no subía de US $600 no lo iba a firmar (aunque finalmente lo hizo). Nunca se le vio involucrado en las negociaciones sobre el paquete económico y, de hecho, había apoyado a los republicanos en su propuesta de ayuda. Pero este cambio de posición tan abrupto, que pasmó a muchos en su partido y alegró a sus adversarios, tiene una explicación, según analistas locales: venganza.

El cambio de posición de Trump se presentó después de que el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, reconociera la victoria de Biden en las elecciones, considerando que ya se le habían dado todas las oportunidades al mandatario para demostrar que hubo fraude. Esta decisión enfureció al presidente. Poniéndose del lado de los demócratas frente al monto del cheque, una idea que McConnell rechaza con fogosidad, Trump puso a los senadores republicanos en una difícil posición: o lo apoyaban a él y el aumento del cheque o apoyaban a McConnell.

Todo esto fue aún más difícil para los dos candidatos de Georgia al Senado por el Partido Republicano, Kelly Loeffler y David Perdue, pues ellos habían votado contra la idea de aumentar el valor del cheque. Si aceptaban seguirle el juego a Trump y mostrarle lealtad, a cambio de que este los ayudara a impulsar a su base de seguidores a votar por ellos, tendrían que explicarle a sus electores por qué rechazaron otorgarles más dinero de ayuda en primera instancia. Al final los dos aceptaron y dijeron que aceptarían un aumento en el cheque de ayuda. No presionaron a McConnell para que él lo buscara, pero sí dejaron en evidencia que harían cualquier cosa por los votos. Trump también firmó el proyecto de paquete de estímulo sin que subieran el valor del cheque, pues nunca se trató del monto realmente sino de enviar un mensaje para ver quién le era leal a él.

Al presidente nunca le interesó apoyar a Loeffler y a Perdue, a quienes atacó constantemente en los últimos tres meses por su “debilidad”. En un mitin de campaña, el presidente dedicó menos tiempo a hablar sobre los candidatos que el que invirtió en quejarse de cómo le robaron supuestamente las elecciones a él.

“Hay una obviedad que prevalecerá siempre. Para Trump, siempre se trata de Trump”, escribió Laura Washington del Chicago Suntimes. El exalcalde de Chicago, Rahm Emmanuel, agrega que a Trump le gustaría ver perder a los dos senadores republicanos “como una forma de demostrar que sin él en la boleta, no pueden ganar pues no valen la pena”.

A Trump poco le importa que su partido gane las elecciones en Georgia y lo ha demostrado sembrando la confusión en los votantes y la discordia en la alineación. Si pierden los escaños, eso significaría que McConell perdería su cargo como líder de la mayoría porque ya no habría mayoría. Sería un castigo por haber reconocido finalmente la victoria de su rival, pero también estaría sacando del tablero al único contrapeso potente que tiene dentro del partido.

“Trump tendrá aún más influencia entre los republicanos del Congreso, junto con los millones de votantes republicanos que creen que solo Trump puede hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande”, escribe Washington.

Pero ahí no acaba todo.

Tercero: la llamada que dio la estocada final. Puro caos. El domingo, dos días antes de las elecciones, The Washington Post publicó una llamada entre Trump y el secretario de estado de Georgia, Brad Raffensperger, en la que el presidente le ruega para que lo ayude a conseguir los votos necesarios para revertir su derrota. Este audio elimina dudas acerca de que Trump era realmente quien estaba buscando incitar un fraude electoral en el estado en las pasadas elecciones presidenciales.

Pero más allá de los cargos que puede enfrentar el presidente y el escándalo que le ha caído encima a menos de tres semanas de dejar el poder, la conversación hace más difícil para los republicanos que siguen a Trump replicar las objeciones a la victoria de Biden. Y, de lleno, agudizó las brechas en el partido.

Los senadores republicanos Mitt Romney de Utah y Susan Collins de Maine, además del expresidente de la Paul Ryan, han mostrado su disgusto con los republicanos que le han seguido la corriente a Trump.

“Nunca podría haber imaginado ver estas cosas en la mayor democracia del mundo. ¿Ha eclipsado tanto la ambición a los principios”, escribió Romney.

Confusión, discordia y caos. Este es el legado de Trump en el Partido Republicano.

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Jaime(64690)07 de enero de 2021 - 12:57 a. m.
El partido republicano tiene la responsabilidad de lo que está haciendo Trump y el mayor daño se lo está haciendo a su propio partido.
Javier(c56tt)06 de enero de 2021 - 06:01 p. m.
Nunca los EE.UU, han sido Faro Democrático, depronto algunos Presidentes, muy escasos por cierto..., de resto ese país ha sido siempre, UN IMPERIO DE BARBAROS E INVASORES..., afortunadamente Hoy no son ya Potencia en NADA, pues LA CHINA DESPERTO! cierto mis amigues y compañeros de este DEMOCRATICO FORO?
Berta(2263)06 de enero de 2021 - 11:30 a. m.
¿"la mayor democracia del mundo." El criminal que está en la Casa Blanca es más bien un autócrata, de presidente de una "democracia" no tiene nada. Afortunadamente ya se le acabo el tiempo de sus gritos y bravuconadas.
  • Javier(c56tt)06 de enero de 2021 - 06:01 p. m.
    PERO ES,Muy satisfactorio ver como LasUltraderrechas, van cayendo estruendosamente ante EL INATAJABLE,AVANCE de LAS IZQUIERDAS MODERADAS, No. mas miremos como en los EE.UU, también cayeron y, lo mejor es que Gano, EL PETRISMO y, EL CASTROCHAVISMO!!!, soplan vientos de PROGRESO Y DESARROLLO, cierto amigos de este tan DEMOCRÀTICO FORO ?.
-(-)06 de enero de 2021 - 11:28 a. m.
Este comentario fue borrado.
James(98616)06 de enero de 2021 - 01:00 a. m.
Definir a Donald Trump es definir al Narco Paraco Traqueto URIBE. Tal para cual. Donald Trump: Falso, Mentiroso, misógino, racista, mitómano, traidor a USA, pone niños y niñas en jaulas separándolos de sus padres, extorsionó presidente de Ucrania para enlodar a Joe Biden, se burla de los discapacitados, niega el cambio climático, estafador de estudiantes, sugiere inyectarse desinfectantes, etc
  • Javier(c56tt)06 de enero de 2021 - 06:02 p. m.
    YA ENTENDÌ..., A quién USTED SE REFIERE Por Lo Dicho SE TRATA DE un tal, "MATARIFE, el Genocida Innombrable”, hoy Simple, TitiriteroExsenadorAUV, Exprisidario1087985 Impuesto por LAS MAFIAS, descendientes del NarcoParaTerroristaPABLOESCOBARGAVIRIA, cierto que sin lugar a Dudas de él se trata compañeros y amigos de este DEMOCRÀTICO FORO?
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