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Las que prometían ser unas vacaciones tranquilas en el Mediterráneo se convirtieron este miércoles en una tragedia para un grupo de turistas que viajaban a bordo de un buque de la empresa Costa Cruceros. Según informó la compañía, algunos pasajeros del buque Costa Fascinosa, con más de 3.000 ocupantes a bordo, decidieron visitar durante su paso por Túnez el Museo del Bardo y el Parlamento, en la capital tunecina.
Según le explicó a Efe Wasel Busid, guía del grupo de habla hispana —compuesto por diez mexicanos, cuatro argentinos, cuatro colombianos, cuatro brasileños y varios españoles— a bordo del Costa Fascinosa, al salir del autobús de turismo que hacía el tour por Túnez, un joven de aproximadamente 22 años abrió fuego con una metralleta y mató a siete personas, antes de que sus compañeros retuvieran a los demás como rehenes y se atrincheraran en el jardín que une el Museo del Bardo y el Parlamento.
El asalto terrorista, que duró aproximadamente seis horas, según turistas que sobrevivieron al ataque, acabó gracias a la intervención de la Policía y el Ejército, y se saldó con 19 muertos, 17 de ellos turistas de nacionalidad italiana, francesa, española, sudafricana, japonesa, alemana, polaca, brasileña y colombiana. Según confirmó el Ministerio de Relaciones Exteriores en Bogotá, dos víctimas son colombianas. Caracol Radio aseguró que se trata del hijo y la esposa del general retirado Arturo Camelo. Sin embargo, la Cancillería dijo que no daba más información “por respeto a los deseos de las familias”. En un comunicado aseguró que “la Embajada de Colombia en Argelia se encargará del proceso de repatriación de los cuerpos de las víctimas”. En su cuenta de Twitter, el presidente Juan Manuel Santos aseguró: “Lamentamos muerte de dos colombianos en Túnez y ofrecemos condolencias a su familia. @CancilleriaCol está trabajando en su repatriación”.
Una ley antiterrorista
Este es un duro golpe para Túnez, el pequeño país del Magreb donde comenzó la llamada Primavera Árabe y que terminó haciendo la transición más pacífica hacia la democracia. Después de la caída de la dictadura de Zine El Abidine Ben Ali, en 2011, los tunecinos aprobaron una nueva Constitución, la primera democrática, y desarrollaron sus primeras elecciones libres. Desde hace dos años el país comenzó a registrar una mejoría en el campo turístico, sector clave de su economía. Por eso el llamado del ministro tunecino de Asuntos Exteriores, Taieb Baccouche, quien pidió a los turistas que no dejen de visitar su país, pese al atentado. “Hay que buscar una solución al vacío de poder en Libia, que es la única forma de tener éxito en la lucha contra el terrorismo”, dijo.
Se refiere al avance del Estado Islámico, que desde hace dos meses llegó a Libia y amenaza con extenderse a otros países, al ganar la lealtad de varios grupos yihadistas locales. Hasta ahora ningún grupo terrorista se ha adjudicado el ataque, sin embargo, expertos señalan que tiene el sello yihadista. “Todo parece apuntar a grupos yihadistas locales, no necesariamente afiliados con el Estado Islámico”, explica el profesor de la Universidad del Norte Massimo di Ricco. “En los últimos tiempos estos grupos extremistas han reaparecido con más fuerza, cometiendo atentados contra la policía y también interviniendo más en la política local. El ataque al Parlamento se da en el momento en que se discute la nueva ley antiterrorista y eso supone un cierto conocimiento de las dinámicas locales”, agrega.
Según reporta la prensa tunecina, en el momento del intento de asalto al Parlamento había varias comisiones reunidas, en particular la de Justicia, con el titular del ministerio a la cabeza.
Túnez ha sido escenario en las últimas semanas de un repunte de la actividad yihadista en la región de Kasserine, en la frontera oeste con Argelia, zona montañosa utilizada como bastión por radicales locales y grupos procedentes del país vecino y otros estados de la zona, como Malí, Marruecos o Mauritania.
El Estado Islámico
David D. Kirkpatrick explicaba en The New York Times que Túnez es un país de paradojas: “Aunque tiene los ciudadanos mejor educados y cosmopolitas del mundo árabe, es aquí donde los grupos yihadistas como el Estado Islámico (EI) han reclutado con mayor facilidad. Incluso más que durante la dictadura de Ben Alí”.
Según cifras de inteligencia, de Túnez ha salido el mayor número de integrantes extranjeros del Estado Islámico (2.500). Además, el país es clave para extender el califato que pretende establecer el grupo terrorista. Según la prensa inglesa, el EI difundió un documento en el que detalla su estrategia y sus planes geopolíticos, en los que Túnez es clave. Allí estarían dadas las mejores condiciones para que el EI ejecute sus planes. “No hay que descartar que quienes hayan cometido los ataques puedan haber regresado de Siria o de Irak”, agrega Di Ricco.
Precisamente, el Ministerio del Interior había anunciado antes del ataque la desarticulación de cuatro células yihadistas que estarían reclutando y facilitando el envío de personas para hacer la yihad en la vecina Libia.