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Secretos en desplome del Space

Primer informe técnico revela serias fallas estructurales en el edificio. En estudio de títulos se encuentran dos nuevas compañías. Gobierno anuncia reforma y medidas para vigilar a curadores e ingenieros.

Norbey Quevedo Hernández
19 de octubre de 2013 - 09:00 p. m.
Trabajadores en Medellín siguen removiendo escombros en la búsqueda de las víctimas de la tragedia del edificio.
Trabajadores en Medellín siguen removiendo escombros en la búsqueda de las víctimas de la tragedia del edificio.

Desde la noche del pasado sábado 12 de octubre, cuando súbitamente colapsó la torre 6 del conjunto residencial Space, situado en el exclusivo sector de El Poblado en Medellín, la búsqueda de los responsables del desastre tiene en ascuas a las autoridades. Unos miran hacia la empresa Lérida Constructora de Obras S.A. (Lérida CDO S.A.) y su fundador, el exgobernador de Antioquia Álvaro Villegas Moreno. Otros hacia el curador segundo de Medellín Carlos Alberto Ruiz. Pero el comentario generalizado es que tarde o temprano algo parecido iba a suceder en El Poblado.

Lo refiere un estudio de la antropóloga Paula Sanín Naranjo de marzo de 2010. Como consecuencia de la aprobación del Plan de Ordenamiento Territorial de Medellín en 1999 se dieron beneficios considerables a la estructura de loteo, lo que generó grandes ventajas para la actividad edificadora y desencadenó la actividad constructora. Un crecimiento desproporcionado en una zona considerada como un símbolo de prestigio y exclusividad. A tal punto que en los últimos años el 30% de las construcciones de la ciudad están en El Poblado. (Vea las fotos ineditas del derrumbe)

Con crecientes problemas de congestión vehicular y contaminación ambiental, este centro alterno de Medellín, además referente de mejor estatus social, representa el primer contexto por aclarar en torno al desplome de la torre 6 del edifico Space. En relativo poco tiempo, la zona pasó de ser un territorio rural y campestre cercano a las montañas del sector suroriental de la ciudad, a una activa área comercial y de vivienda, con múltiples edificios de apartamentos y sensación de seguridad colectiva, pero un desarrollo poco planeado.

En esa perspectiva, tras el colapso de la torre 6 del edificio Space, que arrasó en segundos con 84 apartamentos, los primeros cuestionamientos recayeron en la Curaduría Segunda de Medellín. Cabe recordar que los curadores surgieron en 1994 para descongestionar las oficinas de planeación de los municipios y agilizar el trámite de licencias de construcción, que a veces duraban hasta cinco años. El problema es que el asunto se fue para el otro lado y, particularmente en Medellín, el boom inmobiliario multiplicó su gestión.

Después del desastre, ahora se ve clara la necesidad de controlar más la actividad de los curadores. Al menos en la capital antioqueña, de la mano del POT actualizado en 2006 que estimuló la construcción en zonas como El Poblado, salta a la vista que urge una mayor vigilancia. En el caso del curador segundo Carlos Alberto Ruiz, hoy en el ojo del huracán, inicialmente se le cuestiona por ser quien otorgó la licencia de urbanización para el proyecto general y porque luego aprobó las distintas etapas de construcción de la unidad residencial.

El curador Ruiz, arquitecto de la Universidad Nacional, exjefe de Planeación del municipio de La Estrella y exsubsecretario de Planeación de Medellín, se defendió diciendo que el sólo asumió el cargo en 2007 y que las licencias para el edificio Space se empezaron a otorgar durante la gestión de la curadora Elney Francis Llanos. Además, alegó que su función no era interferir en los diseños, sino chequear normas urbanísticas y condiciones de sismorresistencia. Sin embargo, Ruiz perdió por un eventual conflicto de intereses.

Pronto se supo que es propietario de uno de los apartamentos del conjunto residencial Space, pero en la torre 4. Ruiz se justificó diciendo que le pareció novedosa su arquitectura y que luego de su compra aprobó las etapas 5 y 6. Consultado el ministro de Vivienda, Luis Felipe Henao, observó que es muy grave que el curador sea propietario de un apartamento en la obra que él aprobó y que eso requiere al menos una investigación disciplinaria. Ya la Procuraduría anunció acciones y seguramente Ruiz será uno de los indagados.

No obstante, más allá de la situación específica del curador, el colapso del edificio Space en El Poblado puso a las autoridades en alerta. En diálogo con El Espectador lo admitió el ministro Luis Felipe Henao: “Lo sucedido constituye un golpe muy fuerte para todo el gremio de la construcción. Por eso lo primero que hay que revisar es el régimen legal de los curadores”. Luis Felipe Henao añadió que se debe revisar la forma como son nombrados y de paso crear normas para evitar que puedan verse beneficiados con las obras que terminan aprobando.

La situación de los curadores, y en particular la de Carlos Alberto Ruiz, no significa que los propietarios de la Constructora Lérida CDO S.A. no estén en problemas. A pesar de que la Sociedad Antioqueña de Ingenieros y Arquitectos se solidarizó con la dura situación que enfrenta su presidente Álvaro Villegas Moreno y, calificándolo como un “doloroso hecho”, aceptó su renuncia, las autoridades judiciales y administrativas ya indagan las responsabilidades de la firma, cuya trayectoria pasa de 30.000 viviendas construidas en 50 años.

El primer detalle es que una vez realizado el estudio de títulos del predio donde fue construido el edificio Space que colapsó, la Superintendencia de Notariado y Registro verificó que el lote adquirido en 2001 no sólo fue propiedad de Lérida CDO S.A., sino también pasó por las manos de: Inversiones Bariloche de la Posada y Cía. SCA e Inversiones El Retiro S.A. El superintendente Jorge Enrique Vélez manifestó que es necesario investigar quiénes fueron los otros dueños del lote, en qué condiciones estaba y cuáles son sus antecedentes.

Las autoridades buscan también despejar otros interrogantes: si es cierto que la Alcaldía de Medellín nunca recibió la obra, como corresponde al procedimiento usual; si el curador aprobó 6 torres separadas y al final se construyeron unidas; y si la edificación estaba sellada, por qué en el momento del desastre había varias personas en el interior de la torre 6. La Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) admitió que se trata del episodio más grave sucedido en la historia del sector y reconoció la necesidad de respuestas rápidas.

En medio de las especulaciones y de los primeros hallazgos, trascendió que la Constructora Lérida CDO S.A. adelanta uno de los proyectos de viviendas gratis del Gobierno. Se trata del programa Altos de San Juan, encaminado a edificar 558 viviendas en Medellín. El negocio surgió como producto de un convenio interadministrativo entre el Gobierno, la Alcaldía de Medellín y el Instituto Social de Vivienda y Hábitat de la misma ciudad. Esta misma semana, por precaución, se ordenó una revisión a fondo del estado actual de las obras.

En Bogotá, la misma constructora promueve 18 proyectos de vivienda, que entraron a ser revisados. De igual manera, con un grupo de expertos, en conjunto con el Ministerio de Vivienda, se produjo este viernes el primer informe técnico sobre lo que pudo haber sucedido con el edificio Space. El reporte de 28 páginas concluye que hubo serias deficiencias a la hora de estructurar el edificio, lo cual deja serios interrogantes: ¿Se redujeron las vigas? ¿Las columnas fueron demasiado cortas? ¿El ascensor se diseñó de manera adecuada?

Estas y otras preguntas serán las que resuelvan los organismos de control y la Fiscalía, además del gremio de la construcción. Entre tanto, el Gobierno prepara medidas de choque que serán anunciadas esta semana. Modificaciones en la ley que regula las construcciones sismorresistentes, revisión al régimen de las curadurías, cambios en la acreditación de profesionales en ingeniería civil, incremento de la supervisión técnica independiente a los constructores y fórmulas para incrementar los controles en la planeación de los municipios.

“Tenemos información que muchos aspectos técnicos no se estaban cumpliendo, también hay que aclarar si se aumentaron excesivamente los niveles de riesgo. No se va a parar la construcción en el país, pero se tiene que entender que lo que pasó fue muy grave. Conozco a Álvaro y a Pablo Villegas, sé de su trayectoria de 50 años, pero eso nunca había acontecido en Colombia y, primero por las víctimas y después por el gremio, las investigaciones llegarán hasta sus últimas consecuencias”, observó el ministro Henao.

El gerente de la constructora Lérida CDO, Pablo Villegas, sostuvo que nunca se minimizó la situación, que siempre imperó la idea de reparar los errores y que incluso él mismo salió del edificio 15 minutos antes del desplome. La empresa contrató a la firma Consultoría Integral S.A., experta en patología estructural, para evaluar lo que sucedió. Sin embargo, las autoridades harán lo mismo con sus especialistas y, de antemano, se sabe que vendrán días difíciles para la empresa del exgobernador Álvaro Villegas Moreno y sus hijos.

Por Norbey Quevedo Hernández

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