Publicidad

A juicio por terror en Casanare

El jefe paramilitar ‘Martín Llanos’ deberá responder por crímenes de lesa humanidad.

Redacción Judicial
04 de diciembre de 2009 - 09:04 p. m.

En momentos en que las autoridades colombianas tienen pistas claras del regreso al país del ex comandante paramilitar Héctor Germán Buitrago Parada, alias Martín Llanos, la Fiscalía acaba de llamarlo a juicio por la ola de terror que desató durante cerca de un lustro en el departamento del Casanare. Buitrago, de quien se rumoraba se había desplazado hacia Ecuador, según la Fiscalía tuvo fuertes nexos políticos con el detenido alcalde de Aguazul Mauricio Jiménez Pérez, durante cuya administración se denunciaron irregularidades en contratación que terminaron favoreciendo a las Auc.

La investigación se originó tras la denuncia hecha por la ciudadana Blanca Dilma Sánchez, quien puso en conocimiento de la justicia que el 29 de julio de 2002, luego de haber suscrito un contrato para el mantenimiento del acueducto de una vereda del municipio de Aguazul (Casanare), su marido Luis Ariel Bernal López desapareció. Días más tarde, ella fue abordada por dos sujetos en una moto, quienes la conminaron a abandonar el pueblo con toda la familia si no quería correr la misma suerte de su esposo extraviado. Y la amenaza se cumplió. Pasados tres meses corrieron la misma suerte de Luis Ariel sus hermanos José Efraín y Nelver Bernal, quienes fueron sacados de su vivienda en la vereda Recetor, de Aguazul, y no se volvió a saber de su paradero.

En el mismo sentido testificó Leidy Johana Rosas Moreno, quien sostuvo que mientras Jiménez Pérez estuvo en el poder, los que mandaban en el pueblo eran los paramilitares conocidos con los alias de Solín, HK, Coplero y Hermes Ríos y Fernando Reyes, quienes eran subalternos de Martín Llanos. Incluso, que era tan cercana la relación entre los jefes ‘paras’ y la alcaldía, que una camioneta de ese despacho se utilizó para “levantar a la gente” y entregarla a José Reinaldo Cárdenas Vargas, alias Coplero, quien se encargaba de efectuar las desapariciones. Rosas Moreno aseguró que uno de sus hermanos corrió esa suerte.

El día que desapareció, Luis Ariel Bernal tenía que pagar el 10% del valor de un contrato a las autodefensas. Pero el poderío y el terror desatados por el grupo ilegal eran tan ostensibles que según otros testigos nadie podía salir luego de las 6:00 de la tarde y que los muertos, diariamente no eran menos de tres o cuatro.

Otro de los testigos, identificado como Gaucha González, manifestó que fue secuestrado por cinco hombres en el año 2002 y fue llevado a donde alias Solín, en la vereda La Horqueta. Dijo que fue trasladado en una camioneta plateada porque supuestamente era guerrillero. Una vez llegó al lugar de la cita, fue obligado a escuchar una conversación en la que luego de subirle el volumen, Solín dialogaba con el alcalde Mauricio Jiménez. “Ahí el alcalde con esa voz gruesa preguntó a quién cogieron y Solín le contestó: ‘Cogimos a dos guerrilleros: el uno está muerto y el otro se entregó (...)’ y el alcalde contestó: ‘Yo los distingo, si la cagaron los tiene en sus manos’, como decir mátenlos, siendo que el alcalde sabía quiénes éramos nosotros”, señaló el testigo.

Aunque Martín Llanos fue condenado en agosto de 2004 junto a su padre Héctor José Buitrago Rodríguez, alias El Tripas y otros once paramilitares porque desde los años 90 constituyeron “una organización delictiva dedicada a la elaboración y tráfico de estupefacientes a nivel nacional e internacional”, siempre ha logrado evadir el cerco de las autoridades y permanecer en la clandestinidad. Si es capturado, el jefe paramilitar deberá responder por desaparición forzada en concurso con el delito de concierto para delinquir agravado. El Estado, esta vez, quiere cumplir ese propósito y encausar de una buena vez al gestor del paramilitarismo en los Llanos.

Por Redacción Judicial

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar