Concejal de Caquetá estaría vinculado a extorsiones de las disidencias

José Iván Suaza, concejal de San Vicente del Caguán, es señalado de participar del entramado extorsivo de las disidencias de las Farc. / Cortesia Gaula

Para la Dirección Antisecuestro de la Policía, José Iván Suaza usó su cargo como concejal de San Vicente del Caguán para colaborar con las disidencias de las Farc, específicamente el bloque 40 bajo el mando de Calarcá Córdoba. Por esta razón, las autoridades lo capturaron este lunes.

El concejal, elegido en dos ocasiones por el Partido Liberal, es señalado de ser miembro de la red de apoyo de las disidencias en Caquetá. Sin embargo, su lazo con las Farc vendría de tiempo atrás. De acuerdo a las autoridades, Suaza era un colaborador de la columna móvil Teófilo Forero desde 2013 hasta que las Farc se desmovilizaron. Desde entonces, el político habría pasado a ser del círculo de apoyo en la clandestinidad de las disidencias. 

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Gracias a informacion suministrada por desmovilizados y capturados se pudo determinar la presunta colaboración de José Iván Suaza con las Farc y las disidencias. Además, las autoridades pudieron determinar que desde 2018 fue uno de los encargados del financiamiento de las disidencias del Caquetá.

Entre las acciones ilícitas que habría cometido Suaza, que sería conocido en el grupo armado como El Gato, está hacerle inteligencia a los posibles blancos de las disidencias. El concejal habría usado su cargo para hacer estos seguimientos a multinacionales que trabajan en la zona, así como empresarios, un exgobernador de Caquetá y hasta ciudadanos del común.

El político también habría sido el responsable de citar y cobrar los dineros productos de estas vacunas a los empresarios de la región. Estos dineros obtenidos con la labor de Suaza habrían servido para financiar el funcionamiento de la disidencia comandadas por Calarcá.

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Para proteger su identidad, el concejal de San Vicente del Caguán, uno de los antiguos fortines de las Farc, enviaba mensajes de texto a sus víctimas para realizar las extorsiones. Estás comunicaciones iban dirigidas a comerciantes, empresarios y demás del municipio e iban firmados por el líder de las disidencias del bloque 40.

Además de supuestamente participar de las extorsiones, las autoridades aseguran que Suaza era el encargado de transportar el armamento para las disidencias. La forma en que movían las armas sin despertar la sospecha de las autoridades era contactar campesinos para que transportaran algunos mercados. En la bolsas donde estaban empacados los productos alimenticios también iban escondidas las armas y las municiones que debían ser entregados a los miembros de este grupo armado que delinque en el Caquetá. 

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Las autoridades aseguran que el concejal sospechaba que ya estaba bajo la lupa de las autoridades. Por esta razón, José Iván Suaza habría pedido una licencia remunerada del parlamento municipal. Además, la Policía tiene interceptaciones telefónicas en las que el presunto colaborador de las disidencias advierte que sus comunicaciones están intervenidas por lo que tenían que discutir los términos de un negocio en persona. Su captura se logró gracias a la acción conjunta del Gaula de la Policía y el Ejército.