Por segunda vez en seis meses, la Corte Suprema de Justicia negó una petición del exmagistrado de este alto tribunal, Gustavo Malo, quien ha buscado sin descanso salir de la cárcel en donde se encuentra desde mayo del año pasado por sus supuestos vínculos con el escándalo del cartel de la toga. Según la Corte, reemplazar la medida de aseguramiento de Malo, por una en detención domiciliaria, representa un peligro para la comunidad y podría además obstruir a la justicia.
@CorteSupremaJ niega libertad y detención domiciliaria transitoria al suspendido magistrado Gustavo Malo, al ratificar rechazo de revocar detención preventiva intramural. Persiste necesidad de medida para evitar obstrucción a la #Justicia y peligro para la comunidad, concluye.
— Corte Suprema de Justicia (@CorteSupremaJ) June 9, 2020
En diciembre pasado, Malo presentó la misma solicitud y tampoco tuvo suerte. En ese momento su abogado, Antonio Luis González, señaló que su defendido ya no era magistrado y por eso no había ninguno riesgo “de continuación de la actividad delictiva, amén de que durante el tiempo que lleva detenido preventivamente no se tiene noticia que esté incurso en otra presunta conducta punible”. Sin embargo, la Corte señaló que todavía existía la posibilidad de que Malo hiciera “uso de la información privilegiada a la que tuvo acceso hasta el mes de septiembre de 2017”, en varios procesos judiciales.
Gustavo Malo está en juicio desde el año pasado, luego de que la Comisión de Acusación del Congreso lo acusara, en abril de 2018. Al parecer, congresistas y otros aforados que eran investigados en la Corte Suprema acudían al despacho del exmagistrado y este, al parecer, los favorecía “con decisiones o impidiendo aperturas formales de investigación, a cambio de altas sumas de dinero”. Entre quienes habrían pagado estarían el exsenador Musa Besaile, que aceptó haber dado $2.000 millones para dilatar la apertura de una investigación en su contra.
Y también el exsenador Álvaro Ashton, que habría entregado $1.200 millones con el fin de que se archivara una indagación preliminar, ambos por parapolítica. Malo se ha declarado inocente desde que arrancó el proceso en su contra y que todo se trata de mentiras de los testigos y protagonistas de la historia: el exfiscal anticorrupción, Luis Gustavo Moreno, y su propio exmagistrado auxiliar, Camilo Ruiz. Ambos le han contado a los investigadores que Malo fue una pieza clave en esa “empresa criminal” que se dedicó a desviar procesos judiciales a cambio de dinero.
Durante las intervenciones del exmagistrado, Malo dijo que sí fue muy cercano a otro personaje de este escándalo, el exmagistrado de la Corte Suprema y del Consejo Superior de la Judicatura, Francisco Ricaurte. Lo conoció “hace más de 30 años” y tenían “mucha empatía”. Incluso agregó que tuvo contacto con Gustavo Moreno porque lo conoció en una fiesta en la casa de Ricaurte. Después de eso, dice, lo vio quizá dos veces más : “Jamás lo he visto en escenarios diferentes a reuniones sociales”. Por ahora, Malo seguirá preso mientras avanza el juicio en su contra.