"El Llanero": exparamilitar que escapó de prisión y se convirtió en el segundo de Otoniel

Yonny Cano Linares fue capturado mientras celebraba San Valentín con su familia en una lujosa finca. Según las autoridades, este era el encargado de la organización del Clan del Golfo y del negocio del narcotráfico.

Redacción Judicial
19 de febrero de 2020 - 04:39 p. m.
Yonny Cano, alias "El Llanero", era considerado la mano derecha de "Otoniel", líder de las Autodefensas Gaitanistas.  / Policía Antinarcóticos
Yonny Cano, alias "El Llanero", era considerado la mano derecha de "Otoniel", líder de las Autodefensas Gaitanistas. / Policía Antinarcóticos

Al interior de la Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), también conocidas como Clan del golfo, pocos tienen contacto con Dairo Antonio Úsuga (alias Otoniel), líder de la organización narcoparamilitar y uno de los principales objetivos de las autoridades. Uno de los pocos que tenía este “privilegio” era Yonny Cano Linares, más conocido en el mundo del crimen como El Llanero.

Luego de que en los últimos meses se dieran duros golpes al estado mayor de las AGC, la muerte de El Indio y la captura de alias Nicolás, El Llanero se convirtió en una de las piezas claves al interior de la organización liderada por Otoniel. Precisamente fue el líder narcoparamilitar el que lo designó como punta de lanza en la ofensiva armada para recuperar el control del Caribe y de los Llanos Orientales.

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Sin embargo, pocos meses pudo desarrollar esta labor Cano Linares, ya que la Policía Antinarcóticos lo capturó hace unos días. Las autoridades encontraron a El Llanero en un ambiente propio de las películas de mafia: estaba celebrando San Valentín con su familia cuando fue fichado por las autoridades. El que sería el segundo al mando del Clan del Golfo fue sacado esposado de un palacete hecho casi en su totalidad de madera.

Yonny Cano fue capturado en una finca en cercanías al casco urbano de Tolú. El lujo y los excesos de esta propiedad fueron uno de los hechos que más llamaron la atención de los uniformados que participaron de la captura. Todas las edificaciones de la finca estaban hechas en madera, y las paredes, escaleras y puertas tenían detallados grabados en madera que representaban dragones, serpientes y otros elementos de las culturas orientales.

Además de la fascinación por este material, las imágenes suministradas por las autoridades dejaron en evidencia lujos como un lago privado, una piscina, gigantescos televisores, motos de agua, y hasta zonas dedicadas exclusivamente a las fiestas.

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El Llanero es un viejo conocido en el mundo de la criminalidad. Desde 1990 fue lugarteniente de jefes paramilitares y narcotraficantes como Mario, Mi Sangre, y los hermanos Úsuga. Tras cerca de 15 años de carrera criminal, Cano linares fue uno de los miembros del Bloque Centauros de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc) que entregó las armas y trató de reintegrarse a la sociedad.

Sin embargo, el impulso no le duró mucho. En 2008 retornó al mundo del crimen, al vincularse a organizaciones del narcotráfico, extorsión y minería criminal. Las autoridades no lo habían perdido de vista y por eso fue capturado con un proceso judicial en su contra por las acciones mencionadas antes. Pero, debido a beneficios jurídicos, salió de prisión a su casa, lugar del cual se fugó.

De Yonny Cano Linares se volvió a escuchar en los medios en 2014. Para ese entonces hacía parte de la Autodefensas Gaitanistas, conocidas en ese momento como los Urabeños por el gobierno nacional. En marzo de ese año fue detenido nuevamente. Esta vez las autoridades los señalaban de ser el jefe de las Agc en el norte del Valle del Cauca y Risaralda. Cano Linares era el encargado de dirigir la ofensiva contra Boyacá y la zona esmeraldera, un encargo en el que no duró mucho tiempo.

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Según las autoridades, la estadía de Cano Linares en prisión fue muy corta. Esto debido a que en las zonas donde fue procesado hay una cooptación del poder judicial por parte del Clan del Golfo. De esta forma, este, que llegó en el último tiempo a ser uno de los hombres de más confianza con Otoniel, volvió a la calle en poco tiempo.  

A su regreso a la libertad, Cano Linares se convirtió en uno de los principales organizadores del Clan del Golfo, suministradores de armas, líder narcotraficante y el encargado de recolectar el impuesto al gramaje que todos los narcotraficantes de su territorio tenían que pagar.

Información suministrada por autoridades señalan que Cano Linares trataba de no comunicarse con sus lugartenientes a través de medios electrónicos para así no dejar huella ante las autoridades. Además, desde su regreso a la libertad trataba de pasar por un importante empresario de Córdoba. De acuerdo con la policía Antinarcóticos, en el momento de la captura, El Llanero tenía carné de ganadero de Córdoba y cuatro de las armas que le fueron incautadas tenían salvoconducto.

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Este papel de ganadero le había permitido pasar de agache. Así pudo gozar de los muchos lujos y excesos, como la finca en la que fue capturado, sin que las autoridades pusieran la lupa sobre él. Sin embargo, la Policía Antinarcóticos habría llegado a la pista de El Llanero gracias a la acción de uno de los enemigos de este líder de las AGC.

Una fuente al interior de la Policías Antinarcóticos reveló que el operativo en contra de El Llanero comenzó por la información de exlugarteniente de alias Tabo, un hombre de la Oficina de Envigado que desde hace alguno año se venía enfrentando con Cano Linares. El informante, del que no se conoce la identidad, habría abandonado la organización criminal y habría colaborado con la justicia. Esta cooperación habría incluido información para dar con el paradero de El Llanero.    

La captura de Yonny Cano Linares, según la Policía, es un nuevo golpe en contra de la organización del Clan del Golfo, pues en El Llanero había recaído gran parte de la organización de este grupo narcoparamilitar tras la captura de Marío Úsuga, hermano de Otoniel. Sin embargo, las autoridades no lo celebran del todo, ya que saben que todavía falta un largo trecho para dar con Dairo Antonio Úsuga.

Por Redacción Judicial

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