Eln asume responsabilidad en crimen de gobernador indígena en Chocó

La guerrilla explica que retuvo a Aulio Isararama Forastero para someterlo a un interrogatorio por informes que advertían que era un informante del Ejército; sin embargo, durante el trayecto y tras un forcejeo se presentó su muerte.  

Redacción Judicial
30 de octubre de 2017 - 05:41 a. m.
Isarama, quien fue acribillado en cercanías de su resguardo luego de que hombres armados lo sacaron de su vivienda, era gobernador de la comunidad indígena de Docasina, resguardo localizado en zonas rurales del municipio de Alto Baudó. /Archivo particular
Isarama, quien fue acribillado en cercanías de su resguardo luego de que hombres armados lo sacaron de su vivienda, era gobernador de la comunidad indígena de Docasina, resguardo localizado en zonas rurales del municipio de Alto Baudó. /Archivo particular

Pasada casi una semana del homicidio de Aulio Isarama Forastero –quien se desempeñaba como gobernador indígena del resguardo Catru Dubaza Ancoso, de la comunidad del Alto Baudó en Chocó– la guerrilla del Eln admitió su responsabilidad en el crimen, lo que se configuraría además como el primer hecho violatorio del cese al fuego bilateral suscrito con el Gobierno y que comenzó a regir hace apenas 30 días. (Lea: No cesan crímenes de líderes sociales: asesinan a gobernador indígena en Chocó)

A través de un comunicado de prensa fechado este 27 de octubre, pero conocido en las últimas horas, el homicidio fue asumido por la denominada Dirección del Frente de Guerra Occidental Omar Gómez (FGOc-OG), máximo organismo de conducción de las estructuras del Eln que operan en Chocó.

Según explica la guerrilla, inicialmente Isarama fue retenido por sospecha de ser un informante de las autoridades y por informes que advertían que tenía vínculos con la inteligencia del Ejército. Tras su detención, fue conducido a una zona desconocida donde sería interrogado. Sin embargo, durante el trayecto, el gobernador “se niega a caminar y se abalanza sobre uno de nuestros guerrilleros, con el trágico desenlace conocido”, dice el Eln.

La guerrilla sostiene que no había orden ni autorización para atentar contra Isarama y detalla que su retención solo tenía fines ‘investigativos’. Por ello, lamenta el hecho y pide perdón por el homicidio no solo a los familiares del gobernador indígena, sino a las comunidades del departamento del Chocó.

“Reiteramos nuestra palabra para plantear la verdad frente a lo ocurrido, reconocer el error cometido y dar la cara para aclarar lo necesario”, agrega el Eln, que dice que el crimen de Isarama también los afecta como organización, por lo que se comprometen a poner en marcha “un ejercicio de reflexión a todos los niveles internos para que hechos como este no se vuelvan a repetir”.

En cabeza del Frente de Guerra Omar Gómez, la guerrilla aboga por que en la mesa de diálogo con el Gobierno en Quito (Ecuador) se apruebe un escenario de interlocución con sectores populares, sociales y gremios de la región “para que mutuamente nos escuchemos, hagamos los aportes y aclaremos las inquietudes”.

Pese a que el Eln ratifica su “compromiso y acatamiento” con el cese al fuego bilateral y temporal, el crimen de Aulio Isarama Forastero se configuraría como el primer hecho violatorio del acuerdo, teniendo en cuenta que uno de los compromisos asumidos por la guerrilla era suspender cualquier tipo de retención o secuestro.

De hecho, el jefe negociador del Gobierno en los diálogos con el Eln, Juan Camilo Restrepo, repudió el crimen a través de su cuenta en Twitter y declaró que el mecanismo de seguimiento y verificación tendrá que pronunciarse.

Por Redacción Judicial

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